Los ocho poderes místicos del Yoga (asta-siddhis)
Los ocho poderes místicos del Yoga (asta-siddhis)
Los ocho siddhis o poderes místicos descritos en el proceso del Yoga son los siguientes:
1) anima-siddhi: El poder de volverse tan pequeño como un átomo.
2) laghima-siddhi: El poder de volverse más liviano que una pluma, pudiendo flotar en el aire o en el agua.
3) mahima-siddhi: El poder de volverse tan grande como una montaña y pesado como lo más pesado.
4) prapti-siddhi: Poder complacer cualquier deseo: no tener necesidad de buscar nada en ningún sitio, es decir poder traerlo o manifestarlo voluntariamente (esto se reconoce como magia de alto grado).
5) isita-siddhi: Actuar libremente para crear algo maravilloso o destruir cualquier cosa.
6) vasita-siddhi: Controlar los elementos materiales.
7) prakamya-siddhi: (magia) Poder adquirir cualquier cosa, por ejemplo hacer entrar agua en los ojos y hacerla salir a voluntad.
8) kamavasayita-siddhi: Asumir cualquier apariencia que se desee [transfigurarse místicamente], contrariando la naturaleza y haciendo lo imposible.
A diferencia de los yoguis, los devotos puros (suddha-bhaktas) no anhelan poseer estos poderes místicos. Tampoco desean tener buen karma ni incluso liberación (mukti, moksa), sino estar siempre ocupados en el servicio de Krishna.
Aunque el Vaisnava sólo desea complacer a Krishna y ocuparse en su servicio, bhakti-sakties una energía muy poderosa y Bhakti Devi puede otorgarle poderes al devoto, apoderándolo (saktyavesa) para cumplir la misión de propagar las dulces glorias del servicio devocional (bhakti-yoga mahima madhuri). Con ese poder el bhakta puede y a las almas condicionadas para que salgan de la oscuridad de la ignorancia (timira, tama-guna) y desistan en querer enseñorear sobre la naturaleza material.
El bhakti se produce a partir de quien tenga bhakti. Mediante la práctica de bhajana-kriya, la ocupación en el servicio de Sri Krihna bajo la guía de Sri Guru, el alma condiciona puede liberarse de la contaminación material y del deseo de poseer algún siddhi. Uno de los nombres del Señor Supremo es Yogesvara, el omnipotente maestro supremo del Yoga, quien posee todos los poderes místicos. La perfección del yoga es el bhakti-yoga. Srila Prabhupada ha reiterado todo esto en todos sus libros.
Aparte de estos ocho poderes yóguicos (siddhis), existen otros como la clarividencia, la telepatía, la adivinación, la telequinesia, la levitación, y otros fenómenos paranormales, los cuales han sido estudiados científicamente en el campo de la parapsicología.
El ansia ególatra por obtener tales poderes materiales es una desviación de la verdadera meta del proceso del Yoga o unión con el Supremo, que consiste en el trance místico osamadhi, tal como se describe el los Yoga-sutras del sabio Patanjali Muni.
Muchas personas en Occidente han sido desviadas y mal guiadas por supuestos “yoguis” que son sólo farsantes que engañan a la gente, desvirtuando el verdadero sentido y la práctica del Yoga. Srila Prabhupada ya da dicho suficiente en sus libros acerca de esta clase de personajes inescrupulosos. La verdadera meta del Yoga es la unión con Dios a través del proceso de purificación de la conciencia, para lo cual está destinada la existencia humana. Sin embargo, fascinados con las baratijas de bazar, muchas personas han sentido mucha atracción por los poderes místicos que ofrecen estos comerciantes del Yoga, desviados del sendero trascendental, porque pretenden volverse uno con Dios sumergiéndose en lo indiferenciado.
Quienes practican el sendero del bhakti-yoga, el yoga de la devoción, no desean adquirir poderes místicos, aunque es sabido que el yogui perfecto puede adquirir ciertamente muchos poderes místicos, que son sólo logros materiales, en cambio los logros en el servicio devocional (bhakti) tienen un beneficio eterno para el alma.
Los genuinos maestros espirituales jamás alientan la adquisición de siddhis o poderes místicos, sino el establecer una relación amorosa con la Suprema Personalidad de Dios. Cualquier habilidad sobrenatural o poder de curación que se posea, debe ser ofrecido al servicio de Dios, como una ofrenda para glorificarlo, sin esperar nada a cambio. Eso se conoce como devoción pura. El amor trascendental (bhakti) es el mayor poder de curación.
La ciencia moderna parece haber logrado “maravillas” con los descubrimientos tecnológicos, pero los científicos materialistas aún ignoran el poder del alma y que la vida proviene de la vida, no de los elementos materiales ni de las biomoléculas. Al respecto, recomiendo leer el libro “La base científica de la conciencia de Krishna”, cuya primera edición española preparé en el 2010 para el BBT de México con un prólogo de presentación. Los primeros 5.000 ejemplares están prácticamente agotados.
A diferencias de los explotadores y los engañadores de oficio, el devoto del Señor no desea tener ningún poder para enseñorear sobre la naturaleza material. El bhakta de Krishna sólo tiene gran amor por dios y Sus devotos, por lo cual Dios obra a través de él con grandes milagros, purificando los corazones oscuros de las almas condicionas de esta era de Kali, donde imperan la ignorancia, la riña, el desdén y la hipocresía. Cuando alguien recibe la misericordia de un verdadero santo, un devoto puro del Señor adquiere toda perfección, que se transfigura en amor puro por Sri Sri Radha-Krishna. Esta es la meta más elevada de la vida (prema-prajoyana).
_________OM TAT SAT
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