viernes, 17 de agosto de 2012

Los fabulosos maharajas de la India

Los fabulosos maharajas de la India

Los fabulosos maharajas de la India

    Más allá de las leyendas y los mitos tejidos en torno a las vidas de los fantásticos personajes que fueron los grandes reyes de la India, que gobernaban las distintas regiones de ese subcontinente asiático antes de la invasión imperial británica, los maharajasconstituyeron una tradición enquistada en la cultura védica desde tiempo inmemorial. Bajo el patrocinio de los maharajas la India se convirtió en una de las grandes civilizaciones del mundo, rica en historia, arte, cultura, misticismo y espiritualidad.

La palabra sánscrita maharaja significa “gran rey” y esta compuesta por dos raices; maha= grande y raja = rey, monarca, aunque dentro de la tradición religioso también se les llama maharaja a las personas santas como los swamis, sannyasissadhus y babas de distintos grupos y sectas, por considerar que debido al control de sus sentidos y su elevación espiritual, estas grandes personalidades de cualidades divinas son llamadosmaharajas.

Estrictamente hablando, maharaja, significaría “emperador” (rey de reyes), pero se utiliza indistintamente para reyezuelos, intendentes de comunas, sacerdotes célibes (swamis ysannyasis) —cariñosamente, refiriéndose a su opulencia espiritual.

Debido a la gran influencia del sánscrito en las lenguas de la India el término “maharaja” (cuya última “a” suele equívocamente acentuarse en español),  también pasó a otros idiomas más modernos, como el bengalí y en hindi.  Su equivalente femenino es “maharani” que suele también pronunciarse y escribirse majarani (al igual que en el caso emajaraj, en sustitución de la “h” aspirada que es como deben escribirse ambas palabras sánscritas), en sánscrito, maharani (con los diacríticos correspondientes para su correcta pronunciación). Denota tanto a la esposa del gobernante en turno (la Primera Dama), como a las mujeres en el poder (en los raros casos donde es permitido). El plural femenino sería maharanis y/o majaranis (en su vocalización fonética española).

Desde el punto de vista lingüístico o gramatical, en su Diccionario panhispánico de dudas(2005) la Real Academia Española declara que, en español, el nombre “majarash” debería escribirse “maharajá” (pronunciada preferiblemente sin aspiración de la h), aunque también admite la variante simplificada “marajá” (antietimológica). Para las esposas, prefiere la etimológica “maharaní” y la antietimológica “marajaní”, que es fracamente poco o mal usada. No admite la grafía majaraní (más parecida a la fonética del original sánscrito), aunque todas estas son reglas que aunque no comparto, son mayormente usadas como voces exclusivamente hispánicas, porque mayormente se usan las palabrasmaharaja y maharani.

En 1947, cuando la India se independizó del Imperior británico (e incluía al actual Pakistán), poseía más de 600 estados principescos, cada uno con su propio regente. Si éste era hindú, se le llamaba Raja (rey) o Thakura —de tjákur: “deidad adorable, persona respetable”; en inglés Tagore (como en el caso de Rabindranath Tagore. Si el regente era musulmán, se le llamaba Nawab.

En la India no sólo había maharajas con sus respectivas maharanis. El título maharaja con el asociado maharani se reservaba a los príncipes indios. Pero también había soberanos de musulmanes llamados Nizams, con sus Beguns o esposas reales. Los más célebres son sin duda los nizams de Hyderabad, cuya fortuna resultaba imposible de calcular en la época. Parte de las joyas de Hyderabad se exponen ahora en el Museo Nacional de la India. Entre ellas, se encuentran dos fabulosos prendedores/adorno para sus turbantes que dejan boquiaberto al espectador. 

El debilitamiento del imperio del Gran Mogol en la India, significó el surgimiento de reinos independientes dentro de su antiguo territorio. Los señores feudales que mandaban en esos estados fueron generalmente conocidos como Rajas (reyes) cuando eran indios, y Nawabs (delegados) cuando eran musulmanes.

El imperior británico de la India no gobernó totalmente el subcontinente. En su vasto territorio subsistieron reinos independientes, cuyos soberanos ostentaban títulos como Maharaja y Nawab. La independencia de estos “Estados Principescos” (Princely States) era nominal, porque estaban sujetos  a la dominación económica, cultural y política de Inglaterra.  

Los maharajas fueron pues los reyes de la India a un nivel muy local y cada región o ciudad importante tenía su maharaja. Eran la cúspide del sistema político indio hace años. Pero cuando los ingleses llegaron los asimilaron a su cultura, los maharajas siguieron cohexistiendo con la ocupación india, pero poco a poco fueron perdiendo su poder y pasaron a ser cargos honorarios. Finalmente con la independencia de India perdieron casi todo lo que les quedaba. El acuerdo con el gobierno indio libre fue que conservarian sus títulos y tendrían derecho a la explotación de los edificios, pero no de los bienes contenidos, que pasarían al Estado indio. Los edificios los podrían usar de modo usufructuario mientras viviesen, mientras los mantuviesen bien conservados, pero la pripiedad pasaba a ser estatal.

Cuando la India se independizó de los ingleses existían 600 maharajas en todo el país. Ellos siguieron existiendo y todavía existen pero políticamente no tiene poder alguno.  Aún así es una figura socialmente muy respetada y los locales, admiran a sus maharajas. Estos en muchos sentidos todavía se mantienen muy al margen de los demás ciudadanos, sobre todo por su poder económico, que les permite mantener un status superior a la media.

En España el maharaj más famoso fue el maharaj de Kapurthala, ya que estuvo casado con una española malagueña cantante de cuplés, Anita Delgado, que fue su quinta esposa y llegó a poseer una fabulosa colección de joyas, algunas de las cuales pueden verse en el album y las imágenes que acompañan esta reseña sobre la vida y el esplendor de losmaharajs de la antigua India. Al final he dado una referencia sobre la vida de este singular personaje.

Una leyenda envuelta en la opulencia y el esplendor
    Se han tejido muchas historias acerca de la vida fastuosa y en ciertos casos de excentrica opulencia que llevaron estos reyes de la antigua India, algunos de cuyos descendientes en el linaje monárnico aún existen actualmente, pero sin el fasto ni la opulencia de los tiempos antiguos en que vivieron en una India poblada de dieersos reinados y tribus regionales. Pero la verdadera historia de los maharajas se remonta a los tiempos védicos, como podemos encontrar en las legendarias narraciones épicas de la India, tales como el Mahabharata, el Ramayana y los diversos Puranas o historias antiguas, donde también se describen las dinastías y el linaje de estos antiguos reyes que eran venerados por sus súbditos.

El lector interesado, pueda encontrar una vasta información sobre los maharaja y sus vidas de lujo y de fasto en la literatura disponible sobre el tema, la cual incluye las grandes colecciones de joyas que poseían estos singulares personajes de la antigua India, que aún durante la presencia británica fueron muy respetados por los representantes de la corona inglesa, llegando a establecer pactos politicos y de todo tipo con ellos, incluyendo el compartir jornadas de caza despiada de los animales salvajes como tigres, leones y otras especies de la jungla de esa país, tan sólo como un pasatiempo mórbido y cruel, que terminaba con la cabeza de esos animales colgada como trofeo en las paredes de los grandes palacios y enormes fortificaciones de los maharajas, construcciones que aún se mantienen en pie como signo de la vieja realidad legendaria de la India fantástica.

Rajastán, el segundo estado más grande de La India, fue el hogar por ecelencia de los mahrajas;  los hijos de los mil dioses. Los maharajas fortificaban las ciudades, cubrían a los elefantes con diamantes y veneraban a los caballos, las espadas y los rayos solares.

En las fotos aún  bien conservadas, vemos a estas personalidades ataviadas con vestidos y joyas fastuosas, luciendo barbas y bigotes muy cuidados, calzando mocasines de fina piel, cubriendo el cuerpo con casacas bordadas. Los maharajas protegían sus cabellos con enormes turbantes de seda de colores, cuajados de joyas y piedras preciosas, más valiosos que muchas coronas occidentales.

Ellos tenían aficción por los diamantes y las perlas, joyas con las que decoran sus ropas y sus cuerpos. Eran hombres finos y cultos, valerosos y tenaces. Les gustaba la caza y no retrocedían ante la batalla. La protección de sus subordinados y su valentía eran proverbiales. Estaban ibuidos por la asentada creencia de que tenían una misión sagrada: defender su fe, conservar sus tradiciones ancestrales y proteger Rajastán de los ataques lanzados por las tropas musulmanas invasoras.

En el siglo XVIII un autor local escribió en un apasionado manuscrito esta descripción sobre su pueblo: “Cuando las madres acunan a sus hijos les hablan de sacrificio y de valentía, y los preparan para morir en la batalla antes que para el deshonor de la retirada”. Se dice que antes de asumir la derrota en un combate, los maharaja se sometían a un rito llamado jauhar, que consistía en inmolar a sus esposas e hijos y lanzarse desesperadamente a una última y suicida batalla, una especia de harakiri como el de los antiguos samurais japoneses o los kamizakes aviadores durante la guerra mundial, que estrellaban sus aviones sobre los barcos o blancos enemigos. La cuestión del honor era un asunto de alta jerarquía e importancia entre los maharajes que gobernaron a una India envuelta en grandes leyendas y poblada de singulares personajes.

Dos mil años de dominio absoluto habían convertido a los maharajas en una casta privilegiada. Cada maharaja tenía un patrimonio aproximado de once títulos, seis esposas, doce hijos, nueve elefantes, tres vagones de ferrocarril privados y cuatro Rolls-Royce. Los suelos de sus palacios estaban cubiertos por una media de 30 pieles de tigres, sus piezas favoritas.

En mis visitas a diferentes palacios de la India, como el palacio del maharaj de Mysore, etc, he visto las fantasticas piezas que abundavan en su colecciónes privadas. Durante mi estadía en Kathtmandu, Nepal, en una visita a una casa real, contemplé con pesar muchas cabezas de animales salvajes cazados por los maharajas, incluyendo tigres y leones enteros disenados, colmillos de elefantes, etc., junto a globos terráneos inmensos en una enorme biblioteca cubierta por fastásticas y costosas alfombras maravillosamente tejidas.

Cuentan que al maharaja de Jaipur le apodaron “Burbujas” porque el día de su nacimiento, en 1930, sus familiares se bañaron en ese vino espumoso. El de Gwalior se hizo construir una reproducción a escala de su tren favorito en plata maciza. Y el de Bikaner laminó en oro su viejo Cadillac descapotable.

Sus construcciones no resultaban menos espectaculares. El templo principal de Ranakpur puede ser un buen ejemplo puesto que, construido en el siglo XV, está formado por 86 capillas, 29 salas, cinco capiteles, 20 cúpulas y 420 columnas, todas diferentes. El City Palace, el mayor complejo palaciego de todo el Rajastán, se comenzó a construir en 1559 utilizando mármol y granito como principales elementos. Sus muros, cubiertos de ventanas luminosas y balcones colgantes, albergaban las mejores colecciones de armas, pinturas y coches deportivos.

Qué decir del Taj Mahal, que aunque no fue construido por un maharaj indio, sino un emperador musulmán, como mausolero para su amada, constituye una de las grandes maravillas arquitectónicas de la humanidad. Los emperadores mogoles que también gobernaron por tiempo a la India y fueron acérrimos enemigos de los maharaj que defendían la tradición védica, también llevaron una vida de lujo y excentricidades fastuosas, aunque su crueldad y devastación fueron deleznables. Los sultanatos y emiratos de estos reyes musulmanes, convirtío a la India en un campo de reyertas, donde los maharajas lucharon contra ellos aguerridamente, siendo este un capítulo aparte de la historia de la antigua India.

Como se dice en un reportaje de donde he entresacado y extrapolado algunas de estas referencias y paráfrasis, aquella época de los maharajis “eran días de lujo y esplendor, preñados de belleza, de cultura y de arte, de sueños de gloria y eternidad”.

“Los maharajas nacen y no se hacen”, decían desde sus burbujas de oro y cunas de plata y de seda, ajenos por completo a la dura realidad que rodeaba sus palacios. Recordemos que el Siddhara Gautama, quien luego se convirtió en el Buda, era un príncipe, y cuando salió de las murallas de su palacio y vio el sufrimiento del mundo material, decidió adoptar la vida austera de un asceta y buscar la iluminación espiritual (buddhi), hasta que llegó a convertirse en Budha, literalmente “el iluminado”.

Ni siquiera la llegada de los ejércitos británicos, que ayudaron a controlar revueltas populares, amenazó el reinado de los grandes maharajas. Así como los ingleses, ellos amaban los caballos y el deporte, eran generosos con sus enemigos y organizaban magníficas cacerías sociales. Con la llegada de la modernidad, aceptaron ciertos cambios en su educación y en sus costumbres más primitivas. Algunos príncipes viajaron a Inglaterra. Otros, crearon incluso sus propios escudos de armas inspirándose en la más pura tradición británica. Y cuando la India obtuvo su independencia, el 15 de agosto de 1947, todos firmaron compromisos de adhesión en función de su posición geográfica, unos con el estado indio y otros con el paquistaní.

La decadencia de los todopoderosos maharajas, “los hijos del Sol”, llegó en 1971, cuando la primera ministra Indira Gandhi les privó de sus títulos y sus privilegios, les suprimió los gastos oficiales y les declaró anticonstitucionales. Actualmente, Rajastán lucha por recuperar el tiempo perdido. Este estado, con casi 45 millones de habitantes, trabaja para incorporarse a una India que cree en la industrialización. Anterioemente, el pueblo vivía de las artes y oficios, y aun en la actualidad su industría textilera y artesanal esta muy desarrollada.

La India actual es un país pujante y versátil. A pesar de su gran población de mil millones de habitantes, con una diáspóra de casi 27 millones de ciudadados indianos radicados en diversos  páises occidentales, India explota sus recursos naturales, entre los cuales se cuentas las piedras preciosas que tanto fascinaban a sus maharajas, enriqueciendo sus patrimonos personales, y decorando sus vestimentas, aposentos y propiedades privadas, incluyendo sus automóviles.

Entre otros muchos rubros agropecuarios e industriales que fortalecen su economía, el turismo es uno  que ha sido potenciado: las viejas mansiones de los maharajas se han convertido en lujosos hoteles, y sus espléndidos trenes privados se han convertido en palacios rodantes. Con el paso del tiempo las cosas en la India han cambiado. Aquella casta de reyes y príncipes arios aferrada a glorias pasadas, siguen siendo respetados por el pueblo, que ya sólo les considera hermosas leyendas vivas.

Yo conozco personalmente al actual rey de Puri, Su Majestad, Gajapati Maharaj Sri Divya Singh Dev, una fina personalidad y devoto Vaisnava que es muy querido por toda la gente de Orissa. Cuando junto con mi querido hermano espiritual Bhaktisvarupa Damodara Seami visitamos en el 2006 al rey de Puri en su residencia de Bhuvaneswar, tuvimos una grata velada. El me contó que había estado presente en el primer Ratha-yatra de Ikscon que se celebró en Nueva York en 1976, al cual había sido invitado y en el cual yo también estuve.

Extrañado por tal coincidencia, cuando le pregunta al respecto, Su majestad, un hombre muy sencillo, educado y humilde, me dijo que en ese entonces estaba estudiando leyes en Chicago y fue invitado al evento de nuestro Ratha-yatra en N.Y. Durante el evento académico que organimos el Bhaktivedanta Institute en diciembre del 2009 en Toshali Sands, Jaganatha Puri, tuve otra intereacción con este apreciado Maharaj, quien habló en la sesión inaugural y apoyó nuestro evento de diversas maneras, incluyendo el aporte de un grupo de bailarinas de Oddisi para nuestro programa cultural, así como el suministro de delicioso Jaganatha-prasada, el cual fue servido de la manera tradicional por los sacerdotes pandavas del famoso templo de Jajanatha Puri que están bajo la protección del rey.

Antiguamente, los maharajas de la India fueron la mayor autoridad sobre la Tierra y gobernaban teniendo el poder sobre la vida y la muerte de sus súbditos. De manera indiscutible e incuestionable, eran los soberanos absolutos de los Estados del Indostán, disfrutaban de tremendos privilegios, de incalculables riquezas, condición social y, sobre todo, eran admirados, reverenciados, temidos y algunas veces despreciados por sus súbditos.

Los maharajas tienen sus propios rituales funerarios, que son fundamentales para la cultura india, donde el cadáver debe ser quemado y sus cenizas arrojadas al Ganges u otro rio sagrado. La diferencia con los maharajas es que en el lugar donde son quemados sus restos suele construirse un monumento funerario, aunque ellos sepan que ahí no hay ningún cuerpo ni resto, ese sitio funciona como los cementerios occidentales. Los maharajas dejaban previsto grandes mausoleos de mármol de alta calidad para marcar su status. Uno de los más famosos en  toda la India es el de los majarajas de Jaipur, una hermosa construcción cupular de mármol blanco.

La cultura védica prescribe costumbres funerarias muy fuertes, fijas y muy ligadas a la tradición religiosa. Cuando alguien muere, debe ser el hijo varón mayor quien se encargue de llevar el cuerpo a la pila funeraria y encenderla. Si el mayor no puede lo hace otro hijo, pero jamás una mujer puede ir a esta ceremonia.

Si una familia no tiene hijos varones, otro familiar varón debe hacerlo, pero entonces el difunto ya no irá al cielo. ¿Por qué en casi todas las religiones existe esta norma de no participación de las mujeres en estos ritos funerarios? La raón estriba en una hábil manera de mantener la natalidad muy alta, porque todo el mundo se asegurar tener varones que se encarguen de que el padre difunto pueda ir al cielo. Tales son las costumbres en la mayoría de las tradiciones orientales.

Jaipur, capital de la región del Rajasthan, tierra rica del norte de India, es famosa por la opulencia de sus maharajas, que también fueron grandes patrocinadores religiosos y constructores de templos. Jaipur aún conserva muchos palacios y maravillas arquitectonicas, como el Fuerte Amber. Algunas de estas construcciones aún se encuentran bajo el control del maharaj que las explota económicamente, sobre todo como hoteles de lujo.

Los maharajas tienen que dejar su título a su hijo, como un poder hereditario. Si no tuviese hijos el título y todas sus propiedades pasarían al Estado. El último maharaja de Jaipur, que murió en 16 de Abril del 2011 no tenía hijos, así que lo que hizo fue adoptar un hijo de un hermano suyo, para asegurarse que si le pasaba algo tendría alguien de la familia que heredaría el título y las propiedades. Así que el futuro maharaja que tiene actualmente 12 años es realmente su sobrino, pero legalmente es su hijo.

Sus extraordinarias riquezas
    Las joyas y las lujosas posesiones de los antiguos maharajas de la India los convertían en dueños de una riqueza incalculable que les permitía una vida tan fastuosa como inverósimil para los occidentales. Para muchos que llegaron a conocer la pomposa, suntuosa, rimbombante opulencia de los maharajas, les parecía el mundo de las mil y una noches. De hecho, en la abundante filmografía india existen muchísimos temas sobre la vida y las hazañas encarnadas por estos personajes singulares: los maharajas de la India. En el segundo album gráfico que acompaña esta nota he puesto algunas fotos de sus fabulosas joyas.

Pensando que eras como seres divinos (de hecho muchos de sus nombres llevan los epitetos Dev, de deva, que significa divino), hacían gala de una demostración extravagante de tesoros y posesiones que les hacía vivir en un mundo aparte rodeado de los mayores lujos que jamás imaginaria ni un millonario occidental. Todo, desde la pastilla de jabón más pequeña hasta los grandiosos palacios de mármol, era “hecho para el maharaja”. Vivían de la tierra y de las inmensas fortunas familiares amasadas durante generaciones a costa de sus súbditos.

No es irreal que sus palacios atesoraban piedras preciosas, carísimas alfombras, delicada porcelana, piezas de jade verde transparente, collares de perlas de incalculable valor, ámbar rojo, rubíes y esmeraldas del tamaño de huevos de paloma, lingotes de oro y plata, y grandes cantidades de marfil.

Algunas de esas joyas pertenecían a la época de los mogoles, quienes las habían regalado a sus favoritas. Cuando los británicos triunfaron sobre los mogoles imponiendo el poder imperial en la India, muchos de los maharajas pactaron en secreto con los británicos. Los que mantuvieron la confianza de los ingleses continuaron desempeñando su poder, incluido el derecho a condenar a muerte a un súbdito culpable, pero a medida que el nuevo Gobierno indo-británico, que surgió a partir de la Compañía de las Indias Orientales, se afianzaba, los maharajas se convertían en subcontratistas con mero poder nominal.

Cuando se disolvió el gobierno indo-británico en 1858 y la reina Victoria se convirtió en emperatriz de la India, ese fue el realmente el comienzo del Imperio Británico. Los ingleses continuaron anexando antiguos estados reales y reduciendo el poder de los maharajas de antaño. Sintiéndose impotentes en su propio país, intentaron conquistar Occidente con sus riquezas, convirtiéndose su extravagancia en una forma de declarar públicamente su propia autoestima.

Fue en esa época cuando los maharajas construyeron algunos de los palacios más espectaculares de la India, decorándolos con lo mejor que existía en cada lugar. En famoso joyero francés Cartier, suplidor de espectacules joyas para la monarquía y la aristrocacia europa, comenzó a elaborar prendas fabulosas y muy costosas para las familias reales de los maharajas de la India. Louis Vuitton hizo lo propio para los artículos de piel, y la casa de automoviles Rolls Royce fabricaron lujosos coches especiales para losmaharajas. Estas firmas occidentales se convirtieron en los proveedores reales favoritos de los maharajas de la India. Ellos sólo comían en vajillas de porcelana de Royal Worcester o Minton, y bebían únicamente en cristalerías de Lalique o Baccarat.

La ostentación de sus grandes colecciones de joyas hizo también famosos a losmaharajas. Por ejemplo, las alhajas que Jagatjit Singh encargó a Cartier, son legendarias. Nada mejor que los rubíes, las esmeraldas o los brillantes del tamaño de huevos para describir a un maharaja, quien los poertaba en su turbante y en su pecho, colgados de su cuello y prendidos de sus vistosas y largas casacas de exauisito brocado y costosas telas de seda y filamentos de oro.

Otros maharajas también adoraban las joyas que encargaban a las casas más importantes como Cartier, Boucheron, Van Cleef and Arpels y Harry Winston. Pero fue un amigo de Jagatjit Singh, Bhupinder Singh, maharaja de Patiala, quien le hizo la competencia como mejor cliente de las joyerías más exquisitas. Cartier le diseñó el famoso collar Patiala de cinco vueltas con 2.390 brillantes y un brillante perfecto que colgaba del centro de De Beers de 234,65 quilates.

La nueva colección de alta joyería de Cartier tiene una infinita gama de exquisitas piezas únicas inspiradas en los antiguos maharajás de La India y en toda la majestuosidad que envuelve al misticismo de aquel país de oriente. Una colección joyera para lo invisible, como la parte del secreto de un mundo en el que Cartier captura la esencia; crea la magia a lo largo de joyas hechiceras codificadas con señales de otros mundos. Joyas-sortilegios que miran hacia La India con collares de luz, hileras de cuentas, pendientes, pulseras y, por último, piedras; la mayoría grabadas, estriadas y talladas en Jaipur para la autenticidad y la verdad de un “Savoir-Faire” de siempre, único.

La realización de esta colección de joyería de Cartier tiene raíces profundas pues se remonta a los viajes que realizaron los hermanos Cartier a principios del siglo pasado, fueron viajeros iluminados que llegaron a La India en 1919, debido a la fascinación con la que quedaron enganchados al conocer la cultura de aquellas ciudades maravillosas idearon establecer, en la primera parada en Bombay, la “Bombay Trading Company”, una tienda para que ellos, los hermanos Cartier y los maharajás hindús iniciaran una mancuerna de intercambio y retroalimentación privada, de fastuosos modelos de joyería. Por lo que La India contemporánea abrió sus puertas a los más asombrosos juegos y coordinados en alta joyería.

Así mientras los maharajás hicieron que Cartier convirtiera sus piezas de oro en platino, Cartier a su vez tomó interés en las creaciones tradicionales de la India. Cartier creó la moda por el estilo indiano, por el cual el oeste estaba claramente enamorado, sobretodo por el esplendor de las piedras, zafiros de Kashmer, rubíes de Burmes y maravillosas esmeraldas Moghul.

Los maharajas de la india y Cartier han mantenido un fascinante y rico intercambio comercial, ya que además de aportar dinero, aportan también cultura, creaciones únicas; porque Cartier toma las bellas influencias de la India por lo que termina fascinando con la joyería a los ricos maharajás de medio oriente y por supuesto a todos en la actualidad.

Los lujosos automóviles de los maharajas
     Los coches fueron otra de las obsesiones reales. Todos coleccionaban coches extravagantes, sobre todo Rolls Royce. El maharaja de Mysore, por ejemplo, tenía una flota de 24 Bentleys y Rolls Royce, todos con prestaciones especiales. El nizam de Hyderabad, por aquel entonces uno de los hombres más ricos del mundo, encargó un coche con el asiento trasero más alto porque consideraba que no podía estar a la misma altura que su chófer. Quizá el nizam debería haber hablado con el maharaja de Udaipur, que, sencillamente, le pidió a su secretaria que se sentara en el suelo del coche.
Jagatjit Singh tenía su propio tren para hacer viajes desde Kapurthala a Delhi, a Bombay y a otros lugares, de forma más confortable. El maharaja de Baroda también encargó un tren a Royal Locomotives de Inglaterra. Fue un tren en miniatura que regaló a su hijo pequeño el día de su quinto cumpleaños. No le gustaba que el niño pisara el suelo cuando caminaba desde el palacio hasta el colegio real.

El maharaja de Kapurthala era un hombre culto que hablaba seis lenguas y a quien entusiasmaba la historia. También era un francófilo declarado que sentía fascinación por todo lo francés, desde la literatura hasta el arte, la comida, la moda, las mujeres y la arquitectura. De alguna manera, intentó imbuir Kapurthala de la joie de vivre parisina. Por ejemplo, contrató a los mejores arquitectos franceses para que construyeran una réplica de Versalles. Incluso el personal de palacio debía vestir con los uniformes franceses del siglo XVII, incluidas las pelucas blancas.

Pero a pesar de su idiosincrasia, Jagatjit Singh fue, junto con el maharaja de Mysore y el de Baroda, uno de los pocos gobernantes inteligentes que promovieron la cultura y la educación mediante la construcción de colegios. Remodelaron las infraestructuras estatales y las obras de riego y mejoraron los servicios municipales de las ciudades y los pueblos, prestando especial atención a la educación, la asistencia sanitaria y los servicios médicos. Además, promovió un ambiente religioso de tolerancia mediante la construcción de iglesias y mezquitas. Los otros 600 príncipes indios se dedicaron a construir palacios, a coleccionar Bentleys, a comprar collares de brillantes, a jugar al polo y al críquet, y a cazar hasta casi extinguir los tigres de la India.

El ocaso del esplendor del los maharajas
     En 1947 la India consiguió su independencia. Y una de las primeras cosas que hizo Jawahrlal Nehru fue pedir a los maharajas que entregaran sus estados para unirlos a una sola India. Pese a la negativa de algunos, se llegó a un acuerdo. A cambio, mantendrían sus privilegios y la Constitución les garantizaría unos ingresos bautizados como privy purse. En 1971, Indira Gandhi aprobó una enmienda a la Constitución que despojó a losmaharajas de los privy purse y de sus derechos a utilizar sus títulos. Los maharajas del Indostán dejaron de existir ante esta ley de la India.

Los palacios y las propiedades de Jagatjit Singh en Kapurthala fueron devueltos al Gobierno. Actualmente, el palacio de Jagatjit es un colegio. Solamente sigue siendo propiedad de la familia Kapurthala el Chateau Mussoorie, un edificio que Jagatjit Singh mandó construir en 1896 en Mussoorie, en las faldas del Himalaya, y que se encuentra en muy malas condiciones estructurales.

El actual maharaja de Kapurthala es Sukhjit Singh, nieto de Jagatjit Singh, que se convirtió en maharaja en 1955. Después de la independencia, Sukhjit Singh se alistó en el ejército indio, donde llegó a ser uno de los generales de más alto rango y más condecorados por sus servicios en las guerras con Pakistán. Otros descendientes reales se han inclinado por la política y la cultura y viven en Delhi. Arun Singh fue ministro de Defensa de la India en el Gobierno de Rajiv Gandhi; y Martand Singh es un reconocido estudiante de sánscrito, de arte y arquitectura hindúes, así como un experto en tejidos, que actualmente es miembro del Consejo de Administración del Museo Metropolitano de Nueva York y del Victoria y Albert de Londres.

Los maharajas de Kapurthala entregaron sus propiedades reales al Gobierno indio, pero otros como el de Rajasthan, el de Udaipur, el de Jaipur y el de Jodhpur negociaron más hábilmente y consiguió convertir sus palacios en hoteles de cinco estrellas asociándose con grupos hoteleros como Oberoi o Taj.

En cualquier caso, los maharajas son aún respetados hoy en día. Muchas personas, cuando les ven, se inclinan ante ellos para tocar sus pies, siguiendo una costumbre tradicional que recuerda una institución que perduró durante 6.000 años y vivió momentos de gran apogeo. La generación actual de esta dinastía principesca está redefiniendo el papel que quiere desempeñar en la sociedad en la que vivieron sus antepasados durante cientos de años, tal como lo ha expreado una ignota pariente india de esta dinastía que vive en N.Y., cuyo relato esta aquí transcrito. Tikka Shatrujit Singh, el heredero del legado de Kapurthala, cree que es preciso “formar parte de una comunidad en la que hemos vivido durante generaciones y ayudarla, pero ya no podemos imponernos sobre los demás, porque la gente nunca lo aceptaría. Ahora la India les pertenece. Existe un vínculo importante entre los maharajas y los ciudadanos y la gente confía en ese vínculo. Quizá más de lo que confían en los políticos”.

Algunos empresarios millonarios como Mukesh Ambani y Laxmi Mittal son conocidos en la India como los nuevos maharajas. Pertenecen a una nueva dinastía, una élite poderosa que controla los conglomerados de empresas más importantes del subcontinente como la gigantesca petroquímica Reliance (que también tiene telecomunicaciones), el Aditya Birla Group, el Thapar Empire y el Hinduja Group. Son nuevas fortunas no heredadas, como las de los maharajas, sino amasadas por su mismo trabajo.

Sería interesante saber si esta nueva casta de maharajas richachones industriales, perdurará como lo hicieron las anteriores. Antiguamente, su poder se basaba en controlar la tierra; hoy controlan la infraestructura económica de la India. ¿Existe alguna diferencia? —se pregunta la nieta del maharaja de Kapurthala que repasa su historia en este reportaje.

El maharaja de Kapurthala es el título que ostentaba el jefe del antiguo principado del mismo nombre durante varios periodos desde el 1772 (incluyendo la India británica) hasta la actualidad. El maharaja actual (un título simbólico, sin poder totalitario), así como los antepasados, pertenecen a la dinastía Ahluwalia.

Finalmente, es conveniente señalar un asunto sobre los privilegios hereditarios de estos reyes de la India, actualmente casi inexistentes. Los maharajas son siempre los varones primogénitos de la primera esposa. Se ha dispuesto lista de todos los hijos que le corresponden a cada maharaja para facilitar la progresión. En muchos casos, no se tiene constancia ni del nombre de las esposas, ni el de las hijas de algunos varones de la familia.

Una observación final
    Como dijo una viajera, aparentemente española, que fue a la India sin estar familiarizada con su idiosincracia, hablar de la India es muy difícil; por ser un país con cosas “tan ajenas a nosotros, y una esencia única de tantas polaridades, de lujos insultantes y pobrezas estrujantes. Igual te inspira y de la misma manera te frustra que es difícil expresar realmente si te gusta o no. Aunque dejas el país y extrañas las sonrisas de los niños y la amabilidad de la gente”.

Es natural que entre las muchas personas de Occidente que visitan la india tengan diferentes impresiones, muchas de ellas erróneas o superficiales. Como dije en mi ponencia “El Patrimonio Espiritual de la India y la Conciencia Materialista”, expuesta en el Seminario “India: De su contribución a los pensadores de la Independencia”, la cual se celebró en Mérida, Venezuela, en Octubre de 1998, en la Universidad de los Andes,  Facultad de Humanidades y Educación, Escuela de Historia, Departamento de Historia Universal, Dirección de cultura y extensión, evento académico, auspiciado por la Embajada de la India en Venezuela, el Centro de Estudios Históricos “Carlos Emilio Muñoz Oráa”, y el Grupo de Investigación en Estudios de Africa y Asia (ALADAA-Venezuela), “El insigne legado de la milenaria cultura de la India se encuentra en los Vedas, sus Escrituras sagradas”.

En mi exposición, publicada posteriormente en los registros de ese evento, también expresé lo siguiente:

    “El hombre occidental crece en el marco de otra civilizacion, signada por otros valores materialistas, viendo el propósito de su vida en el logro de objetivos ajenos a la verdadera trascendencia. Así el contempla el conocimiento como una actividad específica del intelecto y la adquisición de información, que desde la era post-modernista, está cada día más fragamentada por la voracìdad de la sociedad de consumo y el avance incesante de la tecnología informática.
    Para el originario de la India que no está lamentablemente influencia por la cultura occidental y sigue las tradiciones de la India sin deformación alguna, el objeto de todas las actividades del hombre debe en cambio participar en el conocimiento superior, el cual es un instrumento para su verdadera evolución integral como individuo”.

De manera que, bajo este punto de vista ético y progresista, el mejor patrimonio de la India no es precisamente la leyenda sobre el exotismo de sus maharajas, sino sus personas santas y su verdadero patrimonio espiritual. Esos grandes mahatmas, que han moldeado sus vidas y enseñado a muchas generaciones de discipulos, constituyen uno de los tesoros más importantes de la madre India, junto con sus textos sagrados y sus representates vivientes.

Los maharajas del pasado son indudablemente parte de una historia poblada de fastuosidades y complejidades extraordinarias. Pero ya entrado en tercer milenio, lleno de crisis y necesidades de los más desposeidos, a causa de la explotación y el desdén de los más poderosos y siniestros gobernantes cegados por el materialismo depredador, en diversas condiciones y calibres sociales, es preciso reorientar la historia del futuro humano y sus prioridades fundamentales. Las vidas fastuosas de los antiguos maharajas de la India, son un capítulo enterrado de una leyenda dorada, pero también llena de contrastes y sinsabores.

Los tiempos actuales demandan un cambio radical de perpectiva y el abandono de las ideas y costumbres y tradiciones anacrónicas del pasado. Queden pues los maharajas en sus fotografias legendarias y la admiración de sus joyas en colecciones dispersadas por todo el mundo, en quienes las han podido adquirir en lotes y ventas puntuales. Durante mi estadía en Bombay, a principios de la década de los ochenta, pude ver en una joyeria de Bombay una seriee de estas joyas, entre ellos un fantástico anillo con un enorme y raro zafiro rosado rectangular, expertamente engarzado en un anillo de oro de 22 kilates, a un precio no demasiado oneroso. Tales joyas exóticas son parte del pasado de unos reyes que poseidan inmensa opulencia y poder.

En su ritmo dialéctico los tiempos han cambiado. En el globalizado panorama internacional, donde reina el mito impersonalista de la tecnología computarizada, cuya red ha atrapado virtualmente la ávida conciencia del individuo, sustituyendo el predominio de los antiguos dioses y de los valores eternos del ser por los poderes y monopolios de los sistemas informáticos, la ausencia de valores trascendentales también sigue imperando. Los deseos del individuo materialista no es como los de los antiguos maharajas, pero también se basan fundamentalmente en el egoísmo y el afán desmedido del poder.

Para el nuevo hombre de la India, que no debe imitar los valores occidentales sino preservar la tradicion espiritual de la India legendaria, es imperativo que aporte con su ejemplo una nueva actitud para cambiar los paradigmas materialistas, no convertirme en un rídiculo y lastimoso seguidor de los mismos. Ser y saber ser y trasnformarse es mejor que poseer un status social envidiable por otros con el mismo y desmedido afán materialista.

Como decía el gran poeta e induísta francés René Daumal pionero en su tiempo al señalar estas cosas y cuya extensa obra he traducido, “Nuestro método experimental aspira ser aplicado a todos los objetos, excepto al ser, el cual es relegado a los dominios de la especulación filosófica y de la fe religiosa. Para el hindú, en cambio, el ser es el objeto primero, último y fundamental del conocimiento, conocimiento no sólo experimental sino también transformador”. Ojalá esto fuera así en los tiempos por venir.

En su excelente obra, Los maharajás, gobernantes de un pueblo dividido, donde ha recontado todo sobre esta raza de gobernantes, su forma de vida, su pueblo y organización social, Geoffrey C. Ward expresa lo siguiente:

   "En el siglo XVII los maharajas de Wadiyar de Mysore habían emergido como algunos de los más extravagantes soberanos de la India, con sus lujosas coronaciones, bodas, celebraciones y diversiones reales como la caza del tigre y el elefante. Las fiestas y desfiles eran acontecimientos deslumbrantes, y los maharajas requerían opulencia a una escala aturdidora…”.  

A través de esta crónica sobre los maharajas de la antigua India y las fotos que la acompañan como complemento, las cuales he puesto en un par de albums dedicado a sus vidas y opulencias, sólo he querido dar a conocer un capítulo de la India tradicional, el cual ha sido de especial interés para los curiosos y los que gustan de conocer las culturas exóticas. La vida y las exhuberancias de los esta raza de gobernantes de la India, tal vez aún sean desconocidas por los modernos lectores occidentales, pero no dudo que ellos quedarán también fascinados con las imágenes gráficas que complementan este reportaje, cuya recopilación no ha sido menos laboriosa.

Bibliografía
  • The historical record of the Imperial visit to India, 1911: compiled from the official records under the orders of the viceroy and Governor-General of India. Publicado por el Gobierno de la India a cargo de John Murray, Londres, 1914.
  • His Imperial Majesty King George V and the princes of India and the Indian Empire: historical-biographical. Compilado por K. R. Khosla y editado por R. P. Chatterjee. LahoreThe Imperial Publishing Co., 1937.
  • Los maharajás, gobernantes de un pueblo dividido, Vol. II, por Geoffrey C. Ward, Editorial Folio 1998, España. Tapa dura plastificada. Tamaño 24 x 30 cm. 175 páginas. Papel de primera calidad, colmado de hermosas ilustraciones de estos gobernantes indios y bellas fotografías de sus magníficos tesoros y preciosa joyería. Muy atractivo visualmente.
  • The Automobiles of the Maharajas, por Manvendra Singh Barwani and Sharada Dwivedi.
  • La bella presentación de este libro, bien ajustado en una caja que proteje  del polvo la fina textura de fábrica de las cubiertas con textura cobriza, es un atractivo para todo lector. El título, Los automóviles de los maharajas (incluyendo los Rolls Royce más costoso) indica acerca de su contenido. Sus páginas tienen una textura de tonos  de marfil y cobre, que muestran claras y bien reproducidas fotografías de eswcenas intrigantes y exóticas para un observador occidental.
  • The Art Gallery of Ontario (AGO). “The Splendour of India’s Royal Courts opens to the public”. Esta exhibición sobre los grandes reyes (maharajas) de la India, el lujo y el esplendor de sus cortes reales, fue inaugurada en el AGO de Canadá el 3 de Abril del 2011, y organizada por el Victoria and Albert Museum de Londres. Se mostraron 200 trabajos que abarcaban tres siglos de historia sobre la vida de los maharajas de la India.
  • Maharajas. Ecos del pasado, por Charles Allen. Hermoso libro con fotografias antiguas y modernas de la clase gobernante y más rica de la india, sus palacios, lujos, vestimentas, riquezas, etcétera. Ed. Tikal, India 2005, encuadernacion dura con sobrecubierta original, gran formato, 160 páginas, gran cantidad de fotos antiguas en sepia y modernas a todo color, impreso en papel satinado, los raros ejemplares se venden hasta por 200 dólares.
  • Viaje a la india de los  maharajah. Un recorrido por todos los exóticos lugares de la legendaria india, por Luis Rousselet, traducción de C. Zubizarreta. Editorial Espasa-Calpe, B.A. 1942, hojas amarillas.
  • The Last Maharajas, por Jean Louis Nou, Editorial: Roli Books International, 1981 Libro de lujo, 200 páginas, 32 X 25 cm.
  • Maharajás, el fin de las Mil y una Noches, Reportaje de una nieta del maharaja de Kapurthala que repasa su historia. Los maharajas fueron temidos y reverenciados, después demostraron su poder haciendo alarde de sus inmensas riquezas. Ahora viven como ciudadanos comunes en la moderna y pujante India que no se resiste a denegar de su tradicional pasado histórico. Este artículo de Maha Akhtar, traducido al español por Virginia Solans pueder verse en este vínculo:
Quienes deseen mayor información bibliográfica pueden acceder directamente a los siguientes Websides:

Fine Luxurious Lifestyle

Para una mayor exploración gráfica, vean por favor los dos álbums que acompañan esta nota. En el primero he puesto una selección de fotos raras de varios maharajas ymaharanis. En el segundo album hay fotos de sus fabulosos tesoros: joyas fastuosas y costosas piedras preciosas (algunas de ellas fabricadas por Cartier y que incluso opacaron el lujo de la realeza europea de la época), automóviles, trenes, elefantes, palacios, séquito y demás posesiones de estos antiguos reyes provinciales de la India, cuya fabulosas vidas, no exentas de codicia, excentricidad y controversias, constituyen un capítulo de la historia de la India tradicional que no puede ser ignorado.

__________OM TAT SAT

Bhupendra Singh Maharaj de Patiala. Aficionado a vestirse con joyas fabulosas, que opacaban a la realeza europea.Bhupendra Singh Maharaj de Patiala. Aficionado a vestirse con joyas fabulosas, que opacaban a la realeza europea.

Libro sobre los Maharajas citado en la bilbiografía de este artículo.Libro sobre los Maharajas citado en la bilbiografía de este artículo.
Otro libro sobre las vidas e intrigas de los maharajasOtro libro sobre las vidas e intrigas de los maharajas

El Maharaja, el  principe de estado de la India (otro documento importante)El Maharaja, el principe de estado de la India (otro documento importante)
Los maharajas en el London Studio (otro testimonio sobre los reyes de la India)Los maharajas en el London Studio (otro testimonio sobre los reyes de la India)

El fabuloso collar del Maharaja Bhupinder Singh de PatialaEl fabuloso collar del Maharaja Bhupinder Singh de Patiala
Procesión de la coronación de Shrimant Raja Bhairav Sinhraje Malojirao Ghorapade,1939Procesión de la coronación de Shrimant Raja Bhairav Sinhraje Malojirao Ghorapade,1939

Ceremonia de coronación de Shrimant Raja Bhairav Sinhra Malojirao Ghorapade, en la  Durbar Hall, Mudhol, 1939Ceremonia de coronación de Shrimant Raja Bhairav Sinhra Malojirao Ghorapade, en la Durbar Hall, Mudhol, 1939
El maharaja de Mysore, aka Jaya Chamarajendra, Wadiyar de la casta kshatriyaEl maharaja de Mysore, aka Jaya Chamarajendra, Wadiyar de la casta kshatriya

El maharaja de Patna  y su maharaniEl maharaja de Patna y su maharani
050_Bhupinder Singha Maharaja of Patiala con sus esposas (co-reinas)050_Bhupinder Singha Maharaja of Patiala con sus esposas (co-reinas)

Maharaja Balbir Singh de Faridkot (1870-1906).jpgMaharaja Balbir Singh de Faridkot (1870-1906).jpg


La rajani Amrita Kaur, hija de Jagatjit SinghLa rajani Amrita Kaur, hija de Jagatjit Singh
Maharaja Raja Ranbir Singh de Jind (foto de 1906)Maharaja Raja Ranbir Singh de Jind (foto de 1906)
Maharaja Raja Ranbir Singh de Jind (foto de 1906)Maharaja Raja Ranbir Singh de Jind (foto de 1906)
Un nino coronado como maharaj niño con su corte realUn nino coronado como maharaj niño con su corte real

Anita Delgado, la española Maharajaní de KhapurtalaAnita Delgado, la española Maharajaní de Khapurtala
Rara foto de una dama de la realeza cubierta, y acompañada por oficiales británicosRara foto de una dama de la realeza cubierta, y acompañada por oficiales británicos

El último maharaja de Jaipur y su rajaniEl último maharaja de Jaipur y su rajani
El príncipe Padmanabh Singh, coronado a los 12 años, hijo del ultimo maharaj de JaipurEl príncipe Padmanabh Singh, coronado a los 12 años, hijo del ultimo maharaj de Jaipur

Un mensaje a los devotos en este 2012

Un mensaje a los devotos en este 2012

Un mensaje a los devotos en este 2012: 

"Si el maestro espiritual no es un devoto puro de Krishna es simplemente un pícaro engañador".

El siguiente mensaje de Srila Prabhupada está plenamente vigente en estos tiempos de oscuridad. Proviene de una de sus cartas, cuyo fragmento traduzco a continuación.

    Fragmento de una carta de Srila A.C. Bhaktivedanta Swami Maharaja Prabhupada escrita a sus discípulos de Londres, en Julio de 1969.


   “…Por lo tanto, tener un maestro espiritual y servirle, complaciéndolo y consiguiendo su misericordia, es esencial. De lo contrario, no puede haber ningún avance en la conciencia de Krishna. Y a menos que el maestro espiritual sea un devoto puro de Krishna no tendra ninguna potencia para darle a Krishna. Es el simplemente un pícaro engañador”.

    Los sinónimos de “pícaro” o “bribón” es nuestra lengua española son diversos: pillo, rufián, vividor, bajo, bellaco, rufián, villano, brobonsuelo, astuto, hábil, y hasta sagaz. Todo entran en la categoría que se le pueda adjudicar a un impostor que posa por lo que no es realmente, u ocupa una posición que no le corresponde, es decir, un engañador de oficio, alguien que engaña a otros para su beneficio personal. Y Srila Prabhupada es muy claro cuando dice al final de esta carta que si el maestro espiritual no es un devoto puro de Krishna, entonces es simplemente un engañador y un pícaro. Más claro no puede ser expresado.

De manera que si alguien desea ser iniciado en diksa-hari-nama y cantar el santo nombre con plena potencia, debe haberlo recibido de un devoto puro. Sin la misericordia de un maestro espiritual genuino que  sea un devoto puro de Krishna no es posible entrar en el mundo espiritual. Sin esa condición genuina, la conexión será debil y engañosa, y elsambandha-jñana deficiente, con los consecuentes descalabros en la práctica de bhajana-kriya.

Sólo un devoto puro de Krishna puede remover la confusión y el temor del corazón de su discípulo, iluminándolo interna o externamente con la antocha sagrada del conocimiento trascendental: divya-jnan hrde prokasito. Y el único deseo de un genuino discípulo es tener su conciencia purigicada por las instrucciones y las palabras emanadas de la boca de loto de Sri Guru: guru-mukha-padma-vakya, cittete koriya aikya.

El fragmento arriba traducido de la carta de Srila Prabhupada escrita a sus discípulos de Londres en Julio de 1969, nos alerta contra los imitadores e impostores que posan como maestros espirituales sin las calificaciones necesarias que se describen en el Hari-bhakti-vilasa y otras sastras, las cuales son la guía de todos los Vaisnavas sinceros que práctican puramente en sendero del bhakti.

Quienes engañan deben parar de engañar y pretender engañar a Krishna.

Puede que novicios y novicias que acuden a la conciencia de Krishna depositen su fe en alguien imperfecto y sean iniciados por él. Pero su mala fortuna es parte de su karma, porque con el correr del tiempo esa conexión resultará deficiente sino un bluff. Sin tener un guru genuino puede que alguien cante Hare Krishna por toda la eternidad, pero no será capaz de avanzar en el suddha-bhajti porque Krishna no se revela de esta manera. El sólo se revela a aquellos devotos que han recibido la Divina Gracia de Su devoto puro y se rinden y sirven a Sus devotos puros.

En estos tiempos oscuros de crisis, caídas de líderes, desviaciones, apasiddhantas, impersonalismos y sahajiyimos, es preciso tener en cuenta las instrucciones fundamentales de Sri Guru-Gauranga. Srila Prabhupada nos alertó contra todo eso. Y Su Divina Gracia nos dio todo lo necesario para tener éxito en la conciencia de Krishna. Sólo es preciso seguir sus instrucciones tal como son, sin pretender engañar a nadie ni a nosotros mismos.

Sólo puede ser un océano de misericordia (sri-guru karuna-sindhu) quien está realmente conectado con el supremo océano de la misericordia suprema, Sri Krishna.

Por eso, yo imploro a los pies de loto de mi querido maestro espiritual y padre eterno, Srila A.C.Bhaktivedanta Swami Prabhupada, por su misericordia, porque nunca me aparte de sus pies de loto, para que me proteja de la energía ilusoria, para que me mantenga eternamente como su insignificante y humilde sirviente.

________OM TAT SAT

La misericordia de Krishna sólo se obtiene por la misericordia de Su devoto puro.La misericordia de Krishna sólo se obtiene por la misericordia de Su devoto puro.
El maestro espiritual siempre está en krishnananda. De él emana la bienaventura trascendental que ilumina nuestra conciencia de KrishnaEl maestro espiritual siempre está en krishnananda. De él emana la bienaventura trascendental que ilumina nuestra conciencia de Krishna
La humildad y compasión de Srila Prabhupada son la personificación de todas las cualidades VaisnavasLa humildad y compasión de Srila Prabhupada son la personificación de todas las cualidades Vaisnavas
La humildad y compasión de Srila Prabhupada son la personificación de todas las cualidades VaisnavasLa humildad y compasión de Srila Prabhupada son la personificación de todas las cualidades Vaisnavas
Srila Prabhupada es un ejemplo perfecto de la conducta de un devoto puro de Sri Sri Radha y KrishnaSrila Prabhupada es un ejemplo perfecto de la conducta de un devoto puro de Sri Sri Radha y Krishna
La murti de Srila Prabhupada en su Samadhi-mandir de VrindavanaLa murti de Srila Prabhupada en su Samadhi-mandir de Vrindavana
Las instrucciones del maestro espiritual y el santo nombre son nuestro único refugioLas instrucciones del maestro espiritual y el santo nombre son nuestro único refugio

La perfección de la fe: un tesoro oculto

La perfección de la fe: un tesoro oculto

La perfección de la fe: un tesoro oculto

Fragmento extraído del libro Tesoros ocultos: Una ola de amor divino
Por Su Divina Gracia Srila Bhakti Raksaka Sridhara Maharaja

Con varias consideraciones complementarias en torno a la fe, de Su Divina Gracia Srila A.C.Bhaktivedanta Swami Prabhupada, extraídas de varias referencias y testimonios conocidos

 Preámbulo apologético
    Antes de ofrecer a los lectores los fragmentos arriba mencionados, considero conveniente y oportuno considerar primero ciertos aspectos filosóficos, cuya exposición puede aclarar tanto el tema aquí tratado, como los argumentos centrales expuestos en este artículo en torno a la fe y qué significa la perfección de la fe, considerada como una virtud espiritual.

    Generalmente la “fe” se entiende como la confianza o creencia en algo o alguien. Puede definirse de varias maneras, como la aceptación de un enunciado declarado por alguien con determinada autoridad, conocimiento o experiencia. Pero en un amplio contexto teológico, el termino “fe” da origen a varias concepciones y enfoques.

Si consideramos el significado etimológico que dan los diccionarios, la palabra fe se deriva del término latino fides, y permite nombrar o englobar al conjunto de creencias de alguien o de un grupo, sea religioso o de otra naturaleza.

Si consultamos las definiciones que los Diccionarios dan sobre la palabra “fe”, encontraremos las siguientes acepciones:
  1. La creencia en algo sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la razón, o demostrado por la ciencia, como por ejemplo tener fe o creer que existe otra vida después de la muerte.
  2. El conjunto de creencias de una religión: fe budista, musulmana, cristiana, judía, etc.
  3. Confianza en el éxito de algo o alguien: La fe que alguien tiene en una persona o situación particular.
  4. Promesa; al dar fe de lealtad, lo cual es común en las relaciones humanas y comerciales.
  5. Testimonio, aseveración de que una cosa es cierta:
    el notario dará fe del resultado del concurso.
  6. Documento que certifica la verdad de algo: fe de vida o de bautismo.
  7. Buena o mala fe, como buena o mala intención, como cuando se dice que uno se enfade con alguien porque ha hecho algo con buena fe o con buena intención.
  8. Fe de erratas. Este es un término aplicado a las impresiones y ediciones, como la lista de erratas encontradas en un texto después de su publicación, que se inserta en el libro junto con sus correcciones.
Pero más allá de estas comprensibles definciones clásicas, muchos opinan que la  fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Es decir, es el poder de creer que, por ejemplo, uno está sano, aunque el médico haya dicho que debido a una enfermedad terminal se morirá pronto. La gente en esta situación tiene fe como si fuera el poder creer que lo imposible está a su alcance, que hay solución cuando todo está irremediablemente perdido o determinado por el destino.

Para otros, la fe es como cerrar los ojos físicos y abrir los del alma para guiarse por una certidumbre ciega y que todo lo cree. En verdad, la fe es algo más que una categoría filosófica o teológica: es una virtud y una convicción poderosa, y es lo único que mueve la persona humana a Dios, el Ser Supremo. Las causas por las cuales las personas se convencen de la veracidad de una fe, dependen de las creencias filosóficas o religiosas particulares en las que las personas confían.

La palabra “fe” puede también referirse directamente a una religión o a la religión en general, sin embargo, tener fe no implica practicar una determinada religión. Al igual que la “confianza”, la fe implica un concepto de eventos o resultados futuros, y puede o no carecer de un mínimo de pruebas.

La filosofía y la teología mundanas enfocan estos y otros acercamientos en torno a la fe de una manera un tanto racionalista y aún material, pero en el contexto del Vedanta y del significado que tiene el concepto del sanatana-dharma para la teología Vaisnava (los devotos adoradores de Visnu o Krishna), la noción de religión tiene un sentido más preciso y universal.

Como veremos en las definiciones dadas por Srila Prabhupada y por Srila Sridhara Maharaj sobre la fe, las cuales constituyen en núcleo referencial de este enfoque que, debido a su importancia, he elegido para su publicación en este artículo, “la perfección de la fe” en la filosofía de la escuela del bhakti (devoción), tiene connotaciones diferentes a las definiciones del racionalismo y el pensamiento religioso occidental.

En el Vedanta, el problema de la fe se enfoca desde un punto de vista teísta conclusivo, es decir, en relación a las conclusiones (siddhanta) de las escrituras védicas reveladas (sruti). Bajo este paradigma, se confrontarán distintas acepciones y definiciones en torno a la fe y su rango de comprensión y diversidad, dependiendo de la conciencia individual y/o las creencias religiosas particulares tradicionalmente conocidas en Occidente.

Tras este preámbulo apologético en torno al significado global sobre la fe en el mundo occidental, presentaré luego la traducción de un admirable fragmento titulado “La perfección de la fe”, el cual es un intercambio o diálogo, en forma de las preguntas de un devoto y las respuestas iluminadoras de Srila Bhakti Raksaka Sridhara Maharaja. Este fragmento corresponde al primer capítulo del libro Tesoros ocultos, donde se exponen diversos temas trascendentales y poco conocidos por los lectores hispanohablantes.

Debido a su importancia, pensé que sería propicio difundir este importante tesoro oculto, en relación con la fe y la perfección de la fe, que un devoto puede alcanzar mediante la práctica de la conciencia de Krishna.

En su famoso verso del Bhakti-rasamrta-sindhu (1.4.15-16), Srila Rupa Goswami ha resumido el proceso del bhakti describiendo los ocho estados de su desarrollo gradual, desde sraddha hasta prema, siendo la fe (sraddha), el pilar y fundamento del practicante (sadhaka) para alcanzar la perfección espiritual en la evolución del proceso del bhakti.

En el terreno filosófico, la fe y la razón son dos formas de convicción que subsisten con mayor o menor grado de conflicto, o de compatibilidad. Generalmente, la fe es definida como cualquiera creencia que no esté basada en la evidencia o la razón, o como la creencia que no puede ser entendida, en tanto que la razón es la creencia fundada en la lógica o la evidencia.

La relación entre la fe y la razón conduce a varias reflexiones comparativas. En términos generales, en los acercamientos filosóficos, existen tres categorías de perspectivas respecto a la relación entre fe y razón:
1) La escuela racionalista sostiene que la verdad debería ser determinada por la razón y el análisis de los hechos, más que en la fe, el dogma, la creencia o enseñanza religiosa.

2) El fideismo (que consiste en la doctrina, profesada por algunos religiosos, de que a Dios no se le puede alcanzar por la razón sino por la fe), considera que la fe es necesaria, y que las creencias  deben tener cabida sin la evidencia o la razón, aún si está en conflicto con ellas. En la teología cristiana el fideísmo es una de muchas perspectivas.
    Un sentido más amplio del término es que el fideísmo, al contrario del Deismo, enseña esencialmente que el razonamiento o el acercamiento racional,  es más o menos irrelevante en materia de creencia religiosa, considerando más específicamente que los argumentos sobre la existencia de Dios son falaces e irrelevantes, y no tienen cabida en la teología cristiana, aceptándose como un axioma irreductible la existencia de Dios y punto, lo cual cae en el terreno puro de la fe.
    Entre los argumentos teológicos cristianos, es consabido que la gente es salvada por fe, pues si la existencia de Dios pudiera ser probada, mediante la lógica o empíricamente, entonces la fe sería irrelevante. En consecuencia, si tal convicción teológica es verdadera, no es posible ninguna prueba de la existencia de Dios. Más adelante veremos que en el enfoque del Vedanta hay una perspectiva distinta, en relación con el tema de la revelación (sruti, el sánscrito).

3) La teología natural (también llamada teología racional, que es el intento de encontrar evidencia divina sin recurrir a ninguna revelación sobrenatural), considera que fe y razón son compatibles, de manera que la evidencia y la razón finalmente llevan a la creencia en los objetos de fe. La teología natural se distingue de la teología revelada, la cual está basada en las Escrituras o en experiencias religiosas y tiene en cuenta la cosmogonía.

La relación entre la fe y la razón
     Sea como fuere, el pensamiento racionalista no se pronuncia con respecto a la existencia de Dios, la validez o el valor de la religión, pero rechaza cualquiera creencia basada únicamente en la fe. Por el contrario, la fe no descansa en pruebas lógicas ni en la evidencia, cuyo término sánscrito se describe como pramana, siendo esta de diferentes clases. Desde el punto de vista semántico, las definiciones de fe y racionalismo están en lógica oposición.

Las creencias sostenidas "por fe" pueden ser vistas sujetas a un número de relaciones con la razón. Eso da origen a la fe vista como subordinando a la razón; la fe vista como dirigiendo asuntos más allá del ámbito de la razón, y la fe vista como contradiciendo a la razón: En esta perspectiva, la fe es vista como esas opiniones que uno mantiene a pesar de que la evidencia y la razón digan lo contrario, como si fuera una certidumbre ciega. Por lo tanto, la fe es vista como nociva con respecto a la razón, como si tal creencia impidiera la habilidad de pensar.

Existe luego el punto de vista apologético, lo que se ha dado en llamar “la epistemología reformada”, donde la razón puede estar subordinada a la fe. La perspectiva en que la razón pueda estar subordinada a la fe, sostiene que la razón depende de la fe debido a su coherencia. Bajo esta perspectiva, no hay forma de probar ampliamente que estamos en realidad viendo lo que suponemos que estamos viendo; de que lo que recordamos hay realmente sucedido; o de que las leyes de la lógica y de las matemáticas sean en realidad facticamente reales o ciertas. En cambio, para su coherencia, todas las creencias dependen de la fe en nuestros sentidos, recuerdos y razón, porque los fundamentos del racionalismo no pueden probarse mediante la evidencia o la razón.

Luego está una corriente, la de “los apologistas reformados”, que presuponen un alegato de que la fe es una pre-condición trascendentalmente necesaria a la razón. En otras palabras, sin fe podría no darse sentido al razonamiento, en términos del proceso o de las leyes que lo gobiernan. Esta corriente afirma el mismo concepto de “prueba”, prueba la fe, siendo asó la fe lo más razonable que exista. Pero las justificaciones para la fe vista como algo racional, están basadas en varias estrategias semánticas y epistemológicas:

1. Las definiciones semánticamente más precisas de racionalismo que permiten que la fe sea vista como racional:
1a) La ampliación de la definición de fe, para incluir la fe como una creencia que descansa sobre una prueba lógica o evidencia material.
1b) El debilitamiento de las definiciones de prueba, evidencia, lógica, racional, etc., para permitir un estándar menor de prueba.

2. Atacar los fundamentos epistemológicos de la razón, declarando que ciertas creencias no sostenidas por la razón o la evidencia son básicamente fundamentales, debido a que son intuitivas o que estamos “naturalmente inclinados” a creerlas.
    La estrategia semántica (número 1) es común a aquellos que sostienen que la fe dirige asuntos más allá del ámbito de la razón, mientras que la estrategia epistemológica (número 2), la usan aquellos que sostienen que la razón está subordinada a la fe.

El punto de vista del Vedanta
    En la terminología sánscrita, el equivalente de la palabra “fe” es sraddha. Aunque curiosamente en el glosario de El Bhagavat-gita Tal Como Es no aparece la palabrasraddha, esta ha sido definida como la fe en el Señor Supremo, las enseñanzas de las Escrituras védicas, el maestro espiritual y el proceso del servicio devocional (bhakti). En elCaitanya-caritamrta (Madhya-lila, 22.62) se da una definición de sraddha, tal como explicó Sri Chaitanya Mahaprabhu en sus instrucciones a Srila Sananata Goswami:

                         ‘sraddha’——sabde visvasa kahe sudrdha niscaya
                             krsne bhakti kaile sarva-karma krta haya

    “«Sraddha es una fe confiada y firme en que, por ofrecer servicio amoroso trascendental a Krishna, se cumple al mismo tiempo con todas las actividades complementarias. Esa fe es favorable para el desempeño de servicio devocional.”

Al comentar este verso, Srila Prabhupada dice que “fe significa confianza inquebrantable en algo sublime”, afirmando que cuando alguien se dedica al proceso de conciencia de Krishna, no tiene que actuar en relación con el mundo material, quedando eximido de “sus obligaciones para con las tradiciones familiares, la humanidad o la nacionalidad”.

De manera que aquí ya tenemos una buena definición. Una fe y una confianza firmes reciben el nombre de sraddha. El capitulo 17 del Gita está dedicado a las divisiones de la fe. Según el predominio de las gunas (sattva, rajas, tamas) hay un determinado tipo de fe. Krishna mismo le explica esto a Arjuna en el Bhagavad-gita (7.3):

                               sattvanurupa sarvasya
                             sraddha bhavati bharata
                          sraddha-mayo ‘yam puruso
                        yo yac-chraddhah sa eva sah

     “¡Oh, hijo de Bharata!, según las diversas modalidades de la naturaleza bajo las cuales uno exista, en uno se desarrolla un determinado tipo de fe. Se dice que el ser viviente es de una fe en particular, de acuerdo con las modalidades que haya adquirido”.

En su significado de este verso, Srila Prabhupada expresa lo siguiente:

    “Todo el mundo, sea quien fuere, tiene un determinado tipo de fe. Pero su fe se considera buena, apasionada o ignorante, de acuerdo con la naturaleza que haya adquirido. Así pues, según su determinado tipo de fe, uno se junta con ciertas personas.
    La palabra sraddha, o fe, es muy significativa en este verso. Sraddha, o la fe, en principio procede de la modalidad de la bondad. Puede que uno tenga fe en un semidiós, o en un Dios creado, o en alguna invención mental. Se supone que la fuerte fe de uno produzca obras de bondad material. Pero en la vida material condicional, ninguna obra está completamente purificada. Todas las obras están mezcladas. Ninguna está en el plano de la bondad pura. La bondad pura es trascendental; en el plano de la bondad purificada, uno puede entender la verdadera naturaleza de la Suprema Personalidad de Dios. Mientras la fe de uno no esté totalmente en el plano de la bondad purificada, la fe está sujeta a que la contamine cualquiera de las modalidades de la naturaleza material. Las modalidades contaminadas de la naturaleza material se expanden hasta el corazón. De manera que, según la posición del corazón que está en contacto con una determinada modalidad de la naturaleza material, se establece la fe del individuo. Se ha de saber que si el corazón de uno está en el plano de la modalidad de la bondad, su fe también lo estará. Si su corazón está en el plano de la modalidad de la pasión, su fe también lo estará. Y si su corazón está en el plano de la modalidad de la oscuridad, la ilusión, su fe también estará contaminada de ese modo. Es así como encontramos diferentes tipos de fe en este mundo, y hay diferentes tipos de religiones debido a los diferentes tipos de fe. El verdadero principio de la fe religiosa se encuentra en el plano de la modalidad de la bondad pura, pero debido a que el corazón está manchado, encontramos diferentes tipos de principios religiosos. Así pues, según los diferentes tipos de fe, hay diferentes clases de adoración”.

Srila Prabhupada habla sobre la fe
     En su introducción a El Bhagavad-gita Tal como Es, Srila Prabhupada también aclara el concepto de religión y de la fe, la cual puede ser cambiante:

    “Religión lleva consigo la idea de fe, y la fe puede cambiar. Uno puede tener fe en un proceso en particular, y puede cambiar de fe y adoptar otra. Pero el sanatana-dharma se refiere a aquella actividad que no se puede cambiar. Por ejemplo, al agua no se le puede quitar la liquidez, ni al fuego se le puede quitar el calor. De igual manera, a la eterna entidad viviente no se le puede quitar su función eterna. El sanatana-dharma es eternamente parte integral de la entidad viviente. Así pues, cuando hablamos de sanatana-dharma, debemos dar por sentado, en base a la autoridad de Sripada Ramanujacarya, que dicho sanatana-dharma no tiene ni principio ni fin. Aquello que no tiene principio ni fin no puede ser sectario, pues ninguna clase de límites puede coartarlo”

    “Sin embargo, el hombre dice pertenecer a un tipo de fe en particular en relación con un tiempo y una circunstancia en particular, y en virtud de ello dice ser hindú, musulmán, cristiano, budista, o adepto de alguna otra secta. Tales designaciones son no sanatana-dharma. Puede que un hindú cambie de fe y se vuelva musulmán, o que un musulmán cambie de fe y se vuelva hindú, o que un cristiano cambie de fe, etc. Pero en todas las circunstancias, el cambio de fe religiosa no afecta la ocupación eterna de prestarle servicio a los demás. El hindú, musulmán o cristiano es sirviente de alguien, pese a cualesquiera circunstancias. De manera que, profesar un tipo particular de fe no es profesar elsanatana-dharma de uno. Prestar servicio es el sanatana-dharma”.

El desarrollo de la fe firme constituye el proceso del bhakti o conciencia de Krishna. Todo devoto tiene una fe inicial, la cual debe consolidarse mediante el cultivo del servicio devocional, convirtiéndose en nistha-sraddha, fe firme y determinación resuelta, tal como está descrito en el Bhagavad-gita (2.41): vyavasayatmika buddhir.

Esa fe firme también es mencionada en el Gita (7.21) —sraddhayarcitum icchati / tasya tasyacalam sraddham: “Yo estoy en el corazón de todos en forma de la Superalma. En cuanto alguien desea adorar a algún semidiós, Yo hago que su fe se vuelva firme para que pueda consagrarse a esa deidad en particular”.

En este sloka la fe es mencionada dos veces:  sraddham (fe) y sraddhayarcitum (con fe), que es una palabra sánscrita compuesta por sraddhaya (con fe) y arcitum, adora, refiriéndose a aquel que adora con fe. El bhakta se purifica sin desviación y así prosigue con fe el sendero de la autorealización, tal como declara el Bhagavad-gita (5.17):

                                tad-buddhayas tad-atmanas
                                 tan-nisthas tat-parayan ah
                                gacchanty apunar-avrttim
j                                ñana-nirdhuta-kalmasah

    “Cuando la inteligencia, la mente, la fe y el refugio de uno están todos fijos en el Supremo, uno se limpia por entero de los recelos a través del conocimiento completo, y prosigue así por el sendero de la liberación, sin desviarse”.

El yogi tiene fe; sraddhavan bhajate yo mam (Gita, 6.47) y de todos los yogis aquel que tine gran fe y se refugia siempre en Krishna, piensa en Krishna y sirve amorosamente a Krishna y a Su representante, es como dice Krishna el que está más íntimamente unido a El por medio del yoga (sa me yuktatamo matah), y es el más elevado de todos. Ésa es la opinión suprema.

En otro plano de realización, la consistencia de la fe también es mencionada en las sastras como el ingrediente fundamente para que sea revelado el conocimiento védico. En elSvetasvatara Upanisad (6.23) hay un famoso sloka que enfatiza esto:

                                   yasya deve para bhaktir
                                  yatha deve tatha gurau
                                tasyaite kathita hy arthah
                                prakasante mahatmanah

    “Sólo a aquellas grandes almas que tienen fe implícita tanto en el Señor como en el maestro espiritual, se les revelan automáticamente todos los significados del conocimiento védico”.

Un ejemplo de fe
     Cuando Srila Prabhupada estuvo con nosotros en el templo de Caracas en Febrero de 1975, una noche Prabhupada pidió muri o “arroz inflado”. Esta anécdota se encuentra en el libro Srila Prabhupada en Venezuela, homenaje que le hicimos rememorando su presencia en Caracas. De este testimonio extraeré más adelante otros fragmentos.

El tipo de “arroz inflado” (muri), que no se conocía en Venezuela pero si en India, se prepara mediante un procedimiento que hace crujiente el grano. Cuando Prabhupada pidió ese arroz un sábado por la noche, no había muri en el templo. Pero aún así, queriendo complacer a nuestro maestro espiritual, los líderes venezolanos Pramana y Viraha (los dos únicos devotos latinoamericanos que luego recibieron sannyas de Srila Prabhupada en India), salieron a buscar arroz inflado, teniendo fe en que podían cumplir el deseo de Srila Prabhupada. Después de dar muchas vueltas en la ciudad sin poder encontrarlo, llegaron a una zona conocida como Las Mercedes. Eran casi las diez de la noche y las tiendas estaban cerradas, excepto una que estaba ya por cerrar, la cual vendía productos importados. Entraron y con gran sorpresa, encontraron allí el “arroz inflado”. Ellos regresaron al templo muy contentos, comprendiendo que Krishna les estaba indicando que cuando el maestro espiritual da una orden, es porque en realidad se puede cumplir. Muy satisfechos, le ofrecieron a Prabhupada esta clase de arroz.

Esta es la clase de fe que debe tener un discípulo en su maestro espiritual, para complacerlo, porque complacer al guru es complacer a Krishna, ya que el maestro espiritual es el representante perfecto de Krishna. Srila Prabhupada quería que sus discípulos tuvieran fe firme en Krishna, considerándolo como el controlador supremo.
En el libro Srila Prabhupada en Venezuela, en cuya construcción cooperé y que fue publicado por Jagat Chaksur dasa en 1999, después de esperar largo tiempo para imprimirlo, también se encuentran otras anécdotas importantes. Yo traduje las clases deBhagavatam, los darshan y las caminatas que tuvimos con Srila Prabhupada esos diez días y que forman parte de los apéndices de ese libro-homenaje.

Una clase de Srila Prabhupada donde habla sobre la religión y la fe
     Una noche, Prabhupada dio su tercera conferencia sobre El Srimad-Bhagavatam. Dijo que la palabra dharma no significaba algún tipo de fe como generalmente se entiende, sino que según la autoridad védica, dharma significa las leyes dadas por Dios. Que alguien tenga fe o no tenga fe, eso no tiene importancia, ya que las leyes dadas por Dios son un hecho.

En la clase del Bhagavatam dada en Caracas el 23 de Febrero de 1975, Su Divina Gracia disertó sobre el verso dharmah projjhita-kaitavah atra, el segundo sloka del primer canto del Bhagavatam. Durante su exposición del tema aclaró sobre el significado del dharma en relación con la fe. Nunca se me olvidarán los argumentos que oí directamente de los labios de loto de Srila Prabhupada:

   “Dharma significa generalmente una clase de fe. Pero en realidad, dharma no quiere decir eso.  Ustedes tienen fe y otros puede ser que no la tengan, pero ese no es el hecho. En el lenguaje sánscrito, en la literatura védica, dharma significa los códigos o la ley dada por Dios. Alguien puede tener fe y otro no tenerla. No importa. Las reglas o leyes dadas por Dios son un hecho, así como las leyes establecidas por el estado. Uno quizá no tenga fe y otro si la tenga, pero deben ser aceptadas. Por ejemplo, en la calle podemos ver ‘Mantenga la derecha’. Esa es una ley dada por el estado. Ud. puede creer en ella o no, pero debe cumplirla. En ninguna circunstancia puede cambiarse. Por lo tanto dharma no significa fe. Es obligatoria. Así que, la ley obligatoria es que Dios es grande, y nosotros somos subordinados o siervos de Él. Lo crea o no la ley de Dios se le aplicará obligatoriamente. Exactamente como la ley del estado, que Ud. crea o no, tiene que aceptarla. De otra manera se le impondrá forzosamente. Así que dharma, tal como se explica en el diccionario Inglés, ‘una clase de fe’, no es el significado apropiado. Dharmasignifica que Ud. está obligado a obedecer las leyes dadas por Dios”.

En su tercera charla retomando ese verso, Srila Prabhupada dijo:

    “La última noche hablamos del verso, dharmah projjhita-kaitavah atra, el cual rechaza las religiones falsas o engañosas. Ya lo hemos explicado. Dharma no significa una clase de fe particular, una fe ciega. Dharma significa la característica real. Por ejemplo, el agua es líquida, esa es su condición natural. Eso es dharma. La piedra es sólida, esa es su característica esencial. Eso es dharma. La fe es diferente. Hoy tengo fe en algo; mañana quizá tenga fe en otra cosa.  Actualmente vemos eso. A veces una persona que es llamada hindú, cambia su fe al cristianismo o al islamismo; o un cristiano también puede cambiar su fe. Así que la fe puede cambiar. En el lenguaje sánscrito, dharma significa las características que no pueden ser cambiadas”.

En su segunda charla del Bhagavatam Srila Prabhupada también fue contundente al expresar claramente que las clases de fe pueden cambiar, pero que la verdadera religión consiste en aceptar que Dios es Supremo, uno no lo es y por lo tanto debe rendirse a El. Prabhupada construyó ese argumento con un admirable silogismo o razomiento conclusivo, mostrando como en el paradigma teísta del Vedanta lo que importa es cumplir las leyes eternas de Dios, lo cual constituye la verdadera religión (sanatana-dharma)  y la fe de naturaleza suprema, para revivir lo que definió magistralmente como la “conciencia de Krishna”, o conciencia de Dios:

   “Hay muchos sistemas religiosos, la religión Hindú, Cristiana, Musulmana, esta religión o aquella religión. Esa es una clase de fe. Religión significa la orden o las leyes dadas por Dios. Por eso se dice, dharmah projjhita-kaitavah atra. Kaitava significa el tipo de sistemas religiosos engañosos. La verdadera religión significa “Dios existe, yo también existo. Dios es grande, yo soy subordinado. Debo cumplir las leyes de Dios”. Eso es religión. En la actualidad, bajo el hechizo ilusorio de esta condición material, hemos olvidado nuestra verdadera religión. La religión real consiste es revivir nuestra conciencia, —nosotros la llamamos ‘conciencia de Krishna’— o conciencia de Dios.”

En una carta a un discípulo americano que fue presidente del templo en Caracas durante la época gloriosa en que nuestro sankirtan era muy fuerte (quedamos campeones mundiales del maratón de la distribución de libros en los años 1974 y 1976), Srila Prabhupada expresó lo siguiente:

      “…Debes comprender que así como yo me he dedicado a esta misión con plena fe en mi guru maharaja, predica tu también sinceramente en los países de Sudamérica. De esta forma harás el bien más elevado para los demás y también para ti mismo”.

    Aunque Srila Prabhupada estuvo en Caracas tan sólo una semana, eso fue suficiente para infundir en el corazón de sus discípulos y seguidores la fe necesaria en la conciencia de Krishna. A pesar de las dificultades, los más sinceros lograron continuar con su progreso espiritual. Aunque otros por una u otra razón se apartaron del sendero, no perdieron nada en absoluto, ya que en este sendero no hay pérdida ni disminución alguna.

Fragmento de la entrevista con un profesor
     En una entrevista con profesores, algunos de los cuales yo mismo invité porque eran colegas universitarios de la universidad de Caracas donde yo cursé mis estudios de Matemáticas, Srila Prabhupada respondió una pregunta que hizo un profesor en relación con la fe. Se estaba discutiendo cómo encontrar a un maestro espiritual genuino, alguien que como dice el Gita (4. 34) haya visto la verdad (tattva-dardsibih)  y sea perfecto para poder acercarse en busca de conocimiento.

El profesor, un matemático que era mi amigo (pero cuyo nombre obviaré) y que había inivitado para que se beneficiara con el dharsan de Srila Prabhupada, era algo escéptico y presentaba durante la entrevista argumentos muy retorcidos. Esa reunión se celebró por la tarde, en una sala contigua al cuarto de Prabhupada:

Profesor: Nosotros somos todos imperfectos, ¿correcto? Así que, ¿cómo puede un maestro, una persona que realmente comprende o que dice realmente ser capaz de conocer la perfección, ver la verdad, si también posee sentidos imperfectos?

Prabhupada: Tiene razón.

Profesor: ¿Cómo puedo conseguir con mis sentidos imperfectos la perfección que tiene el maestro?

Prabhupada: El mismo ejemplo. La madre conoce al padre, y le dice a su hijo, “aquí está tu padre”, el hijo lo acepta por la verificación de la madre, así mismo, cualquier persona que reciba esta afirmación de la madre, lo aceptará, debido a su autoridad. De manera similar, aunque alguien sea imperfecto, si  escucha de la persona perfecta su conocimiento será perfecto.

Profesor:  Acepto que pueda recibir conocimiento perfecto, pero debido a que soy imperfecto, haré interpretaciones erradas.

Prabhupada: No, usted no puede hacer ninguna interpretación. Tan pronto como interpreta, se vuelve imperfecto. Por eso estamos presentando El Bhagavad-gita Tal Como Es. No interprete. Muchos sinvergüenzas lo han hecho y arruinaron todo. Esa es la verdad.

Profesor: ¿Lo que usted realmente pide es una fe ciega?

Prabhupada: No. Si usted escucha ciegamente, esa es su imperfección. Debe primero convencerse que, “la persona de la que estoy oyendo es perfecta”. Entonces su conocimiento es perfecto.
Profesor: Esa convicción no es producto del razonamiento.

Prabhupada: No es así. Es realmente saber que “me he acercado a la persona perfecta”. Así como el mismo ejemplo, si usted se acerca a la madre del hijo, ella es la persona perfecta para conocer al padre, y si recibe la información de la madre de que el padre de su hijo este señor, ese conocimiento es perfecto; aunque usted no haya visto cuando el padre lo haya engendrado. Pero debido a que usted lo ha escuchado de la madre —quien es la fuente perfecta— la información recibida es perfecta. Por eso se dice, tattva-darsibhih, “quien ha visto la verdad”. Así que tiene que acercarse a esa persona que ha visto la verdad.

Profesor: Bien, eso conduce nuevamente a mi pregunta original. ¿Cómo sé yo quién es perfecto?

Prabhupada: Usted tiene que buscar a tal persona. Ahora la pregunta debe ser, ¿cómo encontrar a esa persona? Esa sería la siguiente pregunta. Si no se acerca a esa persona perfecta no podrá obtener conocimiento perfecto. Ese es el hecho. Por lo tanto, la conclusión es que no debemos especular acerca del conocimiento perfecto, sino que debemos tratar de acercarnos a la persona perfecta y recibir de ella el conocimiento. Esta es la conclusión.

Una reflexión final
    En el fragmento anterior de dicha entrevista, que es más extensa y en la que se expusieron diversos temas, no sólo el de la fe, Srila Prabhupada predicó de manera admirable al escéptico profesor que era mi amigo, y que finalmente agradeció a Srila Prabhupada por haber respondido y aclarado tantas cosas.

    Debido a la magnitud de su importancia, estando convencido (la certidumbre se basa en la fe corroborada) de que los lectores, especialmente los nuevos devotos, encontrarán en las respuestas de Srila Prabhupada un ejemplo perfecto de cómo se debe predicar a una persona esceptica (pero quizás con algo sukriti) la conciencia de Krishna, oponiendo argumentos contundentes en base al sastra, con autoridad y firmeza, sin caer en provocaciones, coy a incluir la entrevista completa en una próxima nota, la cual invitó a los lectores a leer, para que aprecien la manera autoritativa en que, como perfecto acharya, Srila Prabhupada respondió a todas las preguntas con conclusiones irrebatibles basadas en el sastra.


 La fe como uno de los tesoros ocultos: las respuestas de Srila Sridhara Maharaja
      Antes de dar a conocer la traducción del siguiente fragmento que corresponde al primer capítulo del libro Tesoros ocultos: una ola de amor divino, que incluye fragmentos de las disertaciones, conversaciones y respuestas de Su Divina Gracia Srila Bhakti Raksaka Sridhara Maharaja, quisiera resaltar una aspecto sobre la perfección de la fe que no fue expresado en las consideraciones anteriores, que pretenden oficiar como introducción a las siguientes reflexiones de Srila Sridhara Maharaja en torno a la perfección de la fe.

Un rasgo importante a destacar de este contexto es la fe en los devotos. Srila Sridhara Maharaja explica que la fe en los devotos es de gran ayuda para todos, porque su posición no es vacilante. Ellos tienen una posición firme gracias a su fe en los devotos superiores. En este certidumbre radica también la fe en el proceso de siksa-guru-parampara.

La fe de una persona ordinaria sumergida en la conciencia material no está nutrida de la misma manera que la fe de los devotos. Puede que un devoto novicio tenga al principio una fe vacilante, pero si se asocia con los devotos, esa fe en la conciencia de Krishna se fortalecerá. Sadhu-sanga es la cuna del bhakti y solo el bhakti (devoción) produce bhakti.Sat-sanga es una corriente contagiante que fortifica la fe y nutre la devoción. De manera que cuando uno tiene fe en los devotos, esa fe y esa devoción tiene una característica tangible.

Los principiantes o devotos neófitos, no tienen fe en los devotos sino una fe abstracta en el Señor, la cual no es confiable. El bhakti alcanza un nivel confiable cuando uno puede encontrar devoción en los devotos y les da importancia, necesitando su asociación iluminadora. Srila Sridhara Maharaja dice que los devotos están por encima de las escrituras y nuestra fe en los devotos es el camino verdadero: “La fe en los devotos es algo tangible para nosotros”. Este enfoque es sumamente reconfortante y sublime. Sin la misericordia de Sri Guru y Sri Vaisnavas nadie puede obtener la misericordia de Krishna ni de Radharani.

La fe de calidad inferior significa que uno trata de volverse el sujeto, convirtiendo a Sri Krishna en objeto, como cuando uno canta japa en namabhasa, no con la intención de ser ocupado en Krishna-seva, sino deseando que Krishna complazca nuestros deseos materiales. Si lo hace es bueno, pero si no complace nuestros caprichos entonces no lo es. Eso es devoción de tercera clase prakrta-bhakti, no suddha-bhakti.

No podemos imponer al Suprmeo nuestra naturaleza explotadora. Eso no es verdadero servicio. Tenemos que erradicar completamente todos nuestros anarthas y deseos materiales. Krishna es el supremo autócrata. Cuando El decida nos manifestará Su misericordia. Tenemos que rendirnos a Krishna sin reservas, tal como El lo declara en elBhagavad-gita (18.66) sarva dharma parityajya mam ekam saranam vraja.

Se pide abandonarlo todo y tratar sólo de preserva la fe, fe firme (nistha-sraddha) en los pies de loto del Señor y que El nos protegerá. Pero como Krishna puede ser difícil de alcanzar, quienes nos dan a Krishna son los devotos. Buscar pruebas de la existencia de Dios es maldad. Por eso tener fe en los devotos es una fe tangible y la expresión más elevada de la fe, tal como expresa Srila Bhakti Raksaka Sridhara Maharaja. Todo radica en la fe y el devoto no requiere ninguna prueba sobre la existencia de Krishna. Tiene fe en las Escrituras, en las palabras del maestro espiritual y en las instrucciones de los devotos puros (suddha-bhaktas). Este es el mensaje central de nuestros Vaisnava-acharyas.

Pero existe un plano sobre la comprensión de la naturaleza superior de la fe aún más sublime, tal como así lo expresa Sridhara Mahraja en las respuestas a un devoto: la fe es la potencia particular de Srimati Radharani. La fe es la aureola de Srimati Radharani y gracias a Su luz otros pueden comprender a Krsna. Esta concepción de la fe es sumamente elevada. Debemos adorarla desde lejos con las palmas de nuestras manos juntas sobre nuestra cabeza.

La fe en los devotos también nos ayudará a desarrollar fe en Srimati Radharani, porque Ella es la mejor adoradora de Krishna y la madre del servicio devocional. Mahabhava chintamani Sri Radha es la efulgencia de la fe más sublime e incondicional en Krishna. Así como tener fe en los devotos nos será de gran ayuda, debido a que su posición no es vacilante, tener fe en la protección de Srimati Radhika nos ayudará a tener fe en los devotos superiores, porque ellos tienen plena fe en los grandes acharyas predecesores, al fuente de la inspiración y atracción poe el bhakti-rasa.

   ¿Por qué la fe en los devotos es la expresión máxima de la fe? Porque ellos están fijos en su fe y su devoción tiene una característica tangible. En cambio los principiantes no tienen plena fe en los devotos, sino una fe abstracta en el Señor, la cual no es confiable. Elbhakti alcanza un nivel confiable cuando uno puede encontrar devoción en los devotos y les da importancia. La fe en los devotos es el camino verdadero para desarrollar elsuddha-bhakti. Es una conclusión hermosa.

Esta vida es breve y debemos aprovechar bien el tiempo en la asociación adecuada. Si lo utilizamos bien en asociación con los devotos de corazón puro que pueden iluminarnos y nutrir nuestra fe en Radha-Krishna, nuestra vida de servicio será exitosa. Los devotos son los agentes de Krishna y los intermediarios de su misericordia sin causa. Sri Guru y Sri Vaisnavas constituyen el papel esencial para recibir la gracia superior. Hay que asociarse con ellos de manera imperante. Ellos pueden abrirnos el cofre de los tesoros ocultos de la devoción (guhyam bhakti siromani).

En el Sri Upadesamrta, Srila Rupa Goswami nos ha dado la forma perfecta de asociarnos con los devotos: sad-priti-laksanam. En línea de Sri Rupa podemos encontrarla riqueza más sublime del bhakti. Debemos convertir nuestro corazón en un templo para darle cabida a las instrucciones y la krpa de los devotos puros.

Los suddha-vaisnavas nos ayudarán a encontrar a Krishna y despertarán en neustro corazón el sabor más elevado (maha-ruci) de la conciencia de Krishna. Esa es la riqueza escondida en todas las jivas, pero debido a que están cubiertas hay que despertarla. Por eso la fe en los devotos y asociarnos con los devotos puros, removerá todos los obstáculos internos y nos conducierá hacia el aura trascendental de Srimati Radharani, cuya aure refulgente es la fe más sublime. Gracias a Su luz y a Su misericordia sin causa, podremos comprender a Krsna y como servir idóneamente Sus pies de loto. No es preciso más nada. 

Orando por ello a los pies de loto de Sri Guru & Sri Vaisnavas
Vaisnava-dasanudas
Visuddha-sattva dasa
_________________________________

LA PERFECCIÓN DE LA FE

Capitulo 1 del libro Tesoros ocultos: Una ola de amor divino
Por Su Divina Gracia Srila Bhakti Raksaka Sridhara Maharaja

 Devoto: En el proceso de la evolución espiritual, ¿cuál es la relación entre el esfuerzo del alma y la gracia del Señor que desciende sobre nosotros?

Srila Bhakti Raksaka Sridhara Maharaj (SBRSM): Es una relación de fe. La fe es nuestra única esperanza.  Aquel que adquiere fe, busca siempre la asociación de los que tienen fe.  Así como una luz enciende otra luz, similarmente la fe, la luz en el corazón de un devoto, aviva la luz en el corazón de otro. 

La devoción en el corazón de un devoto desarrolla la misma fe o devoción en el corazón de otro.  Sadhu-sanga. Podemos incrementar nuestra fe a través de la asociación de los santos, de los devotos. ¿Cómo? Si entro en conexión  con los santos, el rayo de luz de la fe de sus corazones vendrá a desarrollar mi fe. De este modo, sadhu y sastra vienen a ayudarme. Primero, los santos vivientes; luego, de manera pasiva, las escrituras, los libros sagrados que contienen este conocimiento.  Las escrituras también ofrecen alguna ayuda, pero ésta es débil. La asociación de los devotos en cuyo espíritu arde la llama, cuyos corazones anhelan siempre la devoción exclusiva al Señor, es más fuerte.

Esa fe quiere decir rendición al Absoluto. El Absoluto se manifestará entonces en el interior y uno le percibirá como el Supersujeto. Esa sutil existencia supersubjetiva puede descender hasta la así llamada existencia subjetiva densa del alma jiva. El alma no puede ascender hasta ese plano para comprenderle, o para convertirle en el objeto de sus sentidos. Ella es un sujeto de esto mundo de conceptos erróneos. 

El Alma Superior, el Alma Suprema, desciende para entrar en contacto con el alma Jiva. El alma jiva siente entonces una inconcebible experiencia superior en su conciencia. Cuando el Supersujeto se retira, sólo queda el recuerdo de esa experiencia. El alma jiva no puede capturar de nuevo al Supersujeto y llevarle a su mundo de experiencia.  ¿Está claro?

Devoto: ¡Sí!

SBRSM: Krsna, Dios, es Supersubjetivo. Él es todo poderoso y espiritualmente sutil; en comparación, nosotros somos muy densos. El  Supersujeto puede venir y entregarse, pero nosotros no podemos hacerle venir por nuestra dulce voluntad. Dependemos de la dulce voluntad del Señor para tener alguna relación con Él. Esa es nuestra posición. Si Él quiere que le sintamos y que le veamos, entonces podremos tener alguna experiencia superior.  Si Él no lo quiere, estamos perdidos.

Nosotros atraeremos la atención del Señor a través de la devoción y al desarrollar nuestra parte negativa. De esta manera, podemos esperar una conexión con Él. No tengo derecho a pensar que puedo atraerle por mi dulce voluntad.  No es posible. La independencia, la libertad y la iniciativa están en Él, entonces, ¿cómo obtener Su asociación? Sólo incrementando nuestro lado negativo a través del anhelo y orando intensamente: “Queremos una conexión contigo”. De este modo, es posible que nuestra plegaria toque el corazón del Señor y que Él venga. En ese momento nos sentiremos satisfechos.  Sólo así será posible una conexión con Él. No podemos imponerle nuestra presencia.

Hay dos lados: el negativo y el positivo. El lado negativo aspira ponerse totalmente a la disposición del Señor.  Los devotos dicen: “Es por la dulce voluntad del Señor que obtenemos una conexión con Él y que se nos utiliza en Sus propósitos”. De esta manera, nuestra relación de fe, nuestra determinación, llega hasta el Señor y nos sitúa en una posición en la cual podemos ser utilizados por Él. Debemos permanecer siempre a la expectativa de esa relación de fe. En esa transacción no hay libertad alguna. No podemos forzarle, aunque el lado negativo tiene también su propia fuerza. Por lo general, el negativo puede atraer al positivo. Esa capacidad está allí. De manera que la rendición, la devoción, el servicio y la ofrenda, también tienen su valor. No es impositivo, sino dependiente. Aún así, tiene su valor. No es que sea inexistente.  En el Srimad-Bhagavatam el Señor dice: ham bhakta-paradhino hy asvatantra iva dvija

      “Aunque soy libre, siento que estoy supeditado el afecto de Mi devoto. Mi devoto lo da todo y no espera nada sin Mi favor. ¿Cómo podría negarme a complacer sus demandas? Aunque soy libre, su atracción, su afecto y su vehemencia no me permiten seguir siendo libre.  Atraído por el amor de Mi devoto, Yo me pongo a su disposición”. (Srimad-bhagavatam, 9.4.63)

En el sentido absoluto, Yo soy libre y ellos dependientes. La potencia depende de la sustancia.  La sustancia y la potencia son correlativas, inseparables. Decimos que la sustancia es el sujeto principal y que la potencia depende de Él. Este es el concepto en la etapa normal de la existencia. A veces no nos importa la sustancia, sino la representación superior de la parte negativa. Debemos mirar hacia Srimati Radharani en madhurya-rasa, hacia Sri Yasoda en vatsalya-rasa, y hacia Subala, Sridama y Sudama en sakhya-rasa. Es a ellos a quienes queremos. Queremos una íntima afinidad con gurudeva, y es la tarea degurudeva mantener una relación con el Centro. Si puedo mantener una relación genuina con gurudeva, simultáneamente lo obtendré a Él. Esto también existe. En una posición negativa genuina, los devotos también sienten predilección por atraer al Señor hacia ellos y viceversa; pero nosotros nos encontramos fuera de esa zona. Tenemos que entrar en esa zona de dedicación y de transacciones apropiadas. prati anga lagi kande, prati anga mora (Jñana Dasa)

      “Cada átomo de un cuerpo espiritual es un negativo de cada átomo del Positivo.  Cada átomo de nuestro cuerpo clama por reunirse con el átomo correspondiente de otro cuerpo”.  Radha-Krsna, el negativo y el positivo, están representados allí plenamente.  Él es la belleza personificada y Ella está absorbiendo esa belleza y distribuyéndola a otros en el exterior.

Sri Caitanyadeva es Radha y Krsna combinados.  Él es Krsna en la modalidad de Radha, buscándose a Sí mismo, el Positivo y el Negativo combinados. Sri Sankara y otros dicen que esta combinación produce equilibrio; pero en la filosofía Vaisnava este equilibrio es dinámico. Cuando ambos se combinan, la representación es: “el Positivo buscándose a Sí mismo en la modalidad del Negativo, sirviendo a Su Yo Positivo”. Este equilibrio dinámico es la atracción. De este modo, el Positivo, Sri Krsna, es distribuido al público en la modalidad del Negativo, Sri Radha. Esa es la personificación de Sri Caitanyadeva. Los asociados más excelsos, más cercanos del Señor, nos dan la impresión. Y esto lo podremos comprender conforme a la intensidad de nuestra fe, al grado de nuestra fe. 

_____Continúa en la próxima nota: "La fe es la única arma que le permite al finito medir el infinito".
Srila Prabhupada en su Vyasasana del templo de VrindavanaSrila Prabhupada en su Vyasasana del templo de Vrindavana
Srila Prabhupada en su Vyasasana del templo de VrindavanaSrila Prabhupada en su Vyasasana del templo de Vrindavana
Srila Prabhupada y Srila Sridhara Maharaj, en una conversación con un hermano espiritual y otros devotos en la Sri Chaitanya Sarasvata Math de Navadvipa. La asociación con los devotos desarrolla nuestra feSrila Prabhupada y Srila Sridhara Maharaj, en una conversación con un hermano espiritual y otros devotos en la Sri Chaitanya Sarasvata Math de Navadvipa. La asociación con los devotos desarrolla nuestra feSrila Bhakti Raksaka Sridhara Maharaj glorificando a su maestro espiritual. El ha estimado la fe en el tesoro oculto en los corazones de los devotos.Srila Bhakti Raksaka Sridhara Maharaj glorificando a su maestro espiritual. El ha estimado la fe en el tesoro oculto en los corazones de los devotos.Srila Krishna das babaji Maharaj, discípulo de Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakhur. La asociación con los devotos puros del Señor desarrolla nuestra fe en el Santo Nombre del SeñorSrila Krishna das babaji Maharaj, discípulo de Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakhur. La asociación con los devotos puros del Señor desarrolla nuestra fe en el Santo Nombre del Señor