Los animales de Vrindavana
Los animales de Vrindavana
Vrindavana es el chit-dhama de Krishna y como su dhama no es diferente de El. Siendo una manifestación de Su svarupa sakti, Vrindavana es una parte Krishna y es completamente espiritual, tanto la Vrindavana bhauma (terrestre) como la eterna morada trascendental Sri Goloka-dhama, donde el Señor lleva a cabo Sus amorosos pasatiempos (Vraja-lilas) con Sus asociados eternos.
Todos los habitantes de Vrindavana, conocidos como vrajabhasis, incluyendo la diversa fauna y flora, son entidades trascendentales relacionadas con el servicio de Sri Krishna-rasaraja, el emperador del rasa y el centro de todas las actividades en Vraja-mandala. Por lo tanto, los animales de Vrindavana también están relacionados con el Krishna-lila. Vrindavana tiene una exuberante vegetación y es famosa por sus exóticos árboles de kadamba y tamal, sus flores de jazmín y sus lotos, así como una variedad de flores y arboledas y boscajes encantadores, donde se llevaron a cabo los pasatiempos de Krishna (lila-sthanas).
Los bosques de Vrindavana son elementos místicos dignos de una experiencia espiritual. La amplia variedad de vida animal; vacas, pavos reales, loritos y aves raras, monitos, cisnes, abejas, impecables ciervos, etc., hacen del área de Vraja-mandala un lugar encantador.
La palabra vana significa bosque. La gente teme ir al bosque o la jungla porque allí se encuentran animales salvajes. Pero en Vrindavana, los animales de la selva son tan buenos como los semidioses porque no existe la envidia. La envidia surge de la gratificación de los sentidos, pero en Vrindavana no hay gratificación de los sentidos, pues el único objetivo es la satisfacción de Krishna.
Incluso en este mundo material, los animales en Vrindavana no son envidiosos de lossadhus que viven allí. Los sadhus mantienen vacas y le dan leche a los tigres. Por lo tanto, la envidia y la malicia son desconocidas en la Vrindavana trascendental. Esa es la diferencia entre Vrindavana y el mundo ordinario. La gente teme incluso la palabra “selva”, pero en Vrindavana no existe ese tempor. Todos allí son felices complaciendo a Krishna, sea un gosvami, un tigre u otro animal feroz. La función y propósito de todos es el mismo: complacer a Krishna.
En varias notas anteriores ya ofrecí una descripción de Vrindavana y sus cualidades trascendentales (cinmaya), desde el polvo sagrado de esa morada suprema hasta sus diversas características, así como el beneficio que tiene para los devotos ejecutar servicio en ese lugar tan sagrado. El carácter más esotérico de Sri Goloka Vrindavana-dhama se describe en el Sri Brahma-samhita y en algunas bhakti-sastras escritas por los rasikaacharyas. En su introducción al Srimad-Bhagavatam, Srila Prabhupada expresa lo siguiente:
“Vrindavana-dhama no es diferente de Krishna porque el nombre, la forma, la fama y el lugar donde el Señor se manifiesta, son todos idénticos al Señor, en calidad de conocimiento absoluto. Por consiguiente, Vrindavana-dhama es tan adorable como el Señor”.
Al igual que Krishna mismo, la naturaleza de Vrindavana es sat-chit-ananda), al contrario del mundo material que es una manifestación de la energía externa de Krishna, Maya-sakti. Así como Sri Krishna es svayam Bhagavan, Vrindavana es el svayam dhama, y todos los demás dhamas son las manifestaciones de Vrindavana. Y la Vrindavana terrestre es una réplica del mundo espiritual. En el Chaitanya-charitamrta (Adi-lila, 5.16-19) se describen las divisiones del mundo espiritual:
“En la región más elevada de Vaikuntha (cielo espiritual), se halla el planeta espiritual llamado Krishnaloka. Posee tres divisiones: Dvaraka, Mathura y Goloka. Sri Gokula, la más elevada de todas, es también llamada Vraja, Goloka, Svetadvipa y Vrindavana. Esa morada se manifiesta dentro del mundo material por voluntad del Señor Krishna. Es idéntica al Gokula original; no son dos moradas diferentes. Los dhamas antes mencionados son movibles por la voluntad omnipotente del Señor Krishna. Cuando Sri Krishna aparece sobre la faz de la tierra, también puede hacer aparecer Sus dhamas Siendo una manifestación de Su svarupa-sakti, Vrindavana es una parte de Sí mismo, sin alterar su estructura original. No se debe discriminar entre los dhamas de la tierra y los del cielo espiritual, pensando que los terrestres son materiales y las moradas originales son espirituales. Todos son espirituales”.
De manera que las celestiales Dvaraka, Mathura y Gokula o Vrindavana, tienen sus réplicas en la tierra, en la forma de la Dvaraka, Mathura y Vrindavana geográficas, las cuales son sus formas manifestadas p “La Dvaraka, Mathura y Gokula o Vrindavana celestiales, tienen sus réplicas en la tierra, en la forma de la Dvaraka, Mathura y Vrindavana geográficas, que se conocen como prakata-prakasa (formas manifestadas), donde también Krishna está eternamente presente con Nanda, Yasoda y los demás asociados eternos, celebrando Sus lilas con ellos, así como en la Dvaraka, Mathura y Vrindavana celestiales.
La misma Vrindavana desciende al plano terrestre cuando Krishna desciende a este universo o a otro Brahmanda para celebrar sus bhauma-lilas, tal como un séquito acompaña a un personaje importante. No se considera que Vrindavana exista en el mundo material porque el parama-dhama se manifiesta cuando Krishna viene. Es por ello que los devotos se refugian en la Vrindavana de India, pues se considera como una réplica de la Vrindavana original.
Aclarada la naturaleza trascendental de la Vrindavana celestial y de su réplica en la esfera terrestre, vamos a describir los animales de Vrindavana. Aunque sus cuerpos sean vistos aparentemente como materiales y estar sujetos a las leyes de la naturaleza material (nacimiento, vejez, enfermedad y muerte), estas mismas criaturas existen en el mundo espiritual, en cuerpos espirituales hechos de eternidad, conocimiento y bienaventuranza (sat-chit-ananda).
En Vrindavana todas las entidades vivientes son felices. El ternero es feliz, el gato es feliz, el perro es feliz, el hombre y la mujer son felices; todos lo son. Todos desean servir a Krishna con su habilidad particular y por eso no existe envidia. Podrá a veces pensarse que los travieso y ladronzuelos monos en Vrindavana son envidiosos, porque ellos hacen travesuras y roban comida, pero en Vrindavana descubrimos que a los monos se les permite tomar mantequilla, distribuida por Krishna mismo, demostrando personalmente que todos tienen derecho a subsistir. Así es la vida de Vrindavana. Los vrajabasis comparten que todo lo que sea de Krishna hay que dividirlo como prasadam y apreciarlo honradamente.
En Goloka Vrindavana, los animales dan felicidad a Radha y Krishna por su servicio desinteresado. Así como debido a nuestra visión contaminada no podemos apreciar plenamente la naturaleza celestial de la Vrindavana terrestre, tampoco percibimos la naturaleza trascendental de los animales que se mueven por Vrindavana: las vacas, los búfalos, los pavos reales, los loros, patos, garzas, abejas, ardillas, monos, asnos, perros y otras criaturas inocentes.
En el Radha-Krishna-ganodesa-dipika, Srila Rupa Goswami describe varios animales que son las mascotas de Krishna y de Radharani: “El propio Sri Krishna conserva una variedad de animales, incluyendo mascotas de bueyes, venados, perros, loros, un pavo real, un cisne y un mono mascota llamado Dadhilobha (codicioso de yogurt). Srimati Radharani también tiene Sus animales favoritos, que incluyen mascotas de vacas Surabhi, una vieja mona llamado Kalkhati, una cierva, un elefante, un pájaro chakori, un ternerito rechoncho llamado Tungi” y un cisne mascota de nombre Tundikeri, que gusta de nadar en su lago, Sri Radha-kunda. Suksmadhi y Subha son las loritas de Radharani [los loros de Krishna se llaman Daksa y Vichaksana], que pueden imitar a la perfección las bromas juguetonas de Lalita-devi hechas a la Divina Pareja. Por esta maravillosa repetición, los loros desconciertan a las gopis”.
En el libro Apreciando a Vrindavana-dhama, mi querido amigo Mahanidhi Swami ha ofrecido una excelente recopilación de los diversos aspectos de Vrindavana, en base a diversas citas de las bhakti-sastras, incluyendo una hermosa sección sobre los animales. Usaré esa y otras recopilaciones trascendentales para ofrecer en esta nota una descripción sobre algunos de los animales más importantes que habitan en Vrindavana, entre los cuales las vacas se consideran como principales.
Goloka (y Gokula) es la tierra de las vacas. La principal riqueza de Vrindavana son las vacas, pues toda su economía rural depende de los productos lácteos y sus derivados. La colina de Govardhana y sus vecindades son también una parte muy importante de Vrindavana, porque surte a las vacas con pasto fresco y jugoso, dulces manantiales, cuevas, lagos y parajes deliciosos. Es allí donde Krishna celebra amorosos pasatiempos con sus amigos vaqueritos (gopas) y con las gopis, que también son pastorcillas de vacas. Por eso Govardhana —que no es diferente del Señor Hari (Giriraj)—, también es considerado como el mejor de los devotos (Hari-dasa-varya), porque suple de todo lo necesario para el placer de Krishna y Sus eternos asociados.
A los devotos que conocen el Krishna-lila descrito en las sastras de los Goswamis y sus seguidores, les encanta residenciarse en Vrindavana y saborear las dulces reminiscencias de su naturaleza trascendental, al ver el surtido colorido de la vida silvestre de Vrindavana. Los animales conviven allí felizmente en una armonía divina que no se encuentra en ninguna otra parte. Y donde exista esa armonía, se cante puramente el santo nombre y los devotos sirvan a Sri Krishna bajo la guía de Sri Guru, ese lugar también se considera Vrindavana. En uno de los últimos significados del Srimad-Bhagavatam escritos por Srila Prabhupada, explicó la cualidad singular de la vida animal en Vrindavana.
En el capítulo cinco del libro Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, Srila Prabhupada describe como la riqueza de Vrindavana depende del cuidado de las vacas:
“Es muy importante notar al respecto cuán ricos eran los habitantes de Vrindavana simplemente por criar vacas. Por sus ropas y adornos y por su comportamiento, tal parece que aunque estaban en una pequeña aldea, de todos modos eran ricos en posesiones naturales. Ellos poseían tal abundancia de diversas clases de productos lácteos, que arrojaron manteca con exuberancia en sus respectivos cuerpos, sin restricción, para celebrar la ceremonia de nacimiento del Señor Krishsna. Su riqueza era la leche, el yogur, la mantequilla clarificada [ghee] y muchos otros productos lácteos. Y por comerciar con sus productos agrícolas, eran ricos en diversas clases de ornamentos, joyas y ropas costosas. No solo poseían estas cosas sino que las daban en caridad, como lo hacía Nanda Maharaja”.
De acuerdo a las Escrituras védicas, la vaca es una de las siete madres: 1) la madre verdadera, 2) la esposa del maestro espiritual, 3) la esposa de un brahmana, 4) la esposa del rey, 5) la vaca, 6) la nodriza, y 7) la Tierra. Todas ellas son madres. Incluso según esta disposición de sastra, la madrastra, que es la esposa del padre, también se considera igual que la madre, porque el padre es además uno de los maestros espirituales. El Señor Krishna, hace el papel de un hijo ideal sólo para enseñarles a los demás a tratar a sus madrastras.
La vaca es el animal más importante para desarrollar el cuerpo humano perfectamente. El cuerpo puede ser mantenido por cualquier clase de alimento, pero la leche de vaca es particularmente esencial para desarrollar los tejidos más finos del cerebro humano, de modo que se puedan entender las complejidades del conocimiento trascendental. Y todos los derivados de la vaca se consideran sagrados y son incluso usados en la adoración de las Deidades.
Las vacas de Vrindavana
El Skanda Purana declara que ofrecer respeto a las vacas ayudará al devoto a disminuir las reacciones de sus actividades pecaminosas del pasado. Si uno quiere complacer a Krishna, puede adorar a las vacas mediante ofrendas de pasto y otros granos adecuados, y con parafernalias y productos para el placer y salud de las vacas, porque las vacas le son muy queridas a Krishna, y se dice que tienen una relación de vatsalya-bhava con Nandanandana Krishna, el hijo del Rey de Vraja. En el capítulo 21 del Bhakti-rasamrta-sindhu, Srila Rupa Goswami declara: “Las vacas son adoradas no sólo por los semidioses, sino que Krishna mismo adora a las vacas en varias ocasiones, en especial en los días de Gopastami y Govardhana-puja. Y en el significado del Srimad-Bhagavatam (10.8.16) Srila Prabhupada expresa lo siguiente:
“Krishna es el amigo supremo de los pastores de vacas y de las vacas. Por esa razón, es adorado con la oración: namo brahmanya-devaya go-brahmana-hitaya ca. En Sus pasatiempos en Gokula, Su dhama, siempre favorece a los brahmanas y a las vacas. Su principal ocupación es proporcionar la mayor comodidad a las vacas y a los brahmanas. De hecho, la comodidad de los brahmanas es secundaria, y Su mayor preocupación es el confort de las vacas…”.
Como se describe en el Brahma-samhita el Señor Krishna en Su planeta, Goloka Vrindavana, se ocupa en apacentar a las vacas Surabhi: surabhi abhipalayantam. Las vacas (go) son las mascotas del Señor. La identidad de las vacas que habitan en Bhauma Vrindavana (terrenal) durante los pasatiempos manifiestos de Krishna, es trascendental: incluso grandes risis, por la orden de Visnu, aparecieron en la forma de vacas y terneros, para complacer a la Suprema Personalidad de Dios entregando leche.
Los colores de las vacas lecheras: sus grupos y el llamado de Krishna
Las hermosas vacas de Vraja-dhama son de diversos colores: blanco, pardo, negro, rojo, verde, amarillo, ceniza, variopintas, etcétera. Y debido a sus colores y rasgos sonrientes y saludables, el clima era estimulante. Todas ellas son reconocidas por Krishna y ellas le muestran su afecto maternal junto a sus terneros
Mientras se arrastraban curioseando, Krishna y Balarama a veces solían agarrar las colas de los terneros, quienes, sintiendo que alguien los había aferrado, comenzaban a correr de un lado al otro, y los pequeños Krishna y Balarama se apretaban muy fuerte, temerosos de la forma en que los terneros se movían. Luego venían las damas (gopis mayores en la casa de Nanda y Yasoda) a rescatar a las crías de las vaquitas y se reían de estas travesuras.
El en Srimad-Bhagavatam (10.6.19) también se describe lo siguiente:
“Seguidamente, Madre Yasoda y Rohini, junto con las demás gopis mayores, agitaron el latiguillo de una vaca para brindar total protección al niño Sri Krishna. El niño fue acabadamente lavado con orina de vaca y untado con el polvo levantado por los movimientos de las vacas. Luego se aplicaron diferentes nombres del Señor con estiércol de vaca en doce partes diferentes del cuerpo de Krishna, comenzando en la frente, como se hace para aplicar tilaka. De esta forma, el niño recibió protección”.
Srimati Radharani también se conmueve misericordiosamente al ver cierta condición de los débiles terneros. En el Ujjvala-nilamani, Srila Rupa Goswami dice lo siguiente:
“Viendo un ternero con su boca herida por una hierba puntiaguda, Sri Radha se sintió muy infeliz. Con lágrimas en los ojos, Radha de inmediato vendó la herida del ternero con kunkuma rojo”.
Cada mañana, aproximadamente a las 6.30 am., Sri Gopala entra al establo de Nanda Maharaja a ordeñar las vacas trascendentales. A medida que Krishna llama a cada vaca, ellas responden mugiendo y de inmediato rodean a Krishna. Luego Sri Krishna se agacha, sosteniendo un balde dorado de Sus rodillas y ordeña algunas vacas. Krishna ordena a otros pastores que ordeñen otras vacas y El las acaricia con ternura. Govinda también se asegura que todos y cada uno de los terneros beban leche a su entera satisfacción. Estos pasatiempos de Krishna en Nandagrama en las primeras horas de la mañana, se describen en obras confidenciales sobre el asta-kaliya-lila, tales como el Govinda-lilamrta,Krishnanika-kaumudi, Krishna-bhavanamrta mahakavya, y Bhavanasara-sangraha, que es un compendio de más de 30 rasika-sastras.
En el Ujvala-nilamani, Srila Rupa Goswami describe como Visakha sakhi le cuienta a Radha acerca de estos pasatiempos de ordeño, mostrando donde estaba Gopal ordeñando a las vacas en las primeras horas de cada mañana: “Apoyado sobre Sus pies, asiendo la ubre entre Su pulgar y dedo índice, rociándose primero con dos o tres gotas, y haciendo que fluyera un hilo de leche encantadora en el balde en equilibrio entre Sus rodillas arqueadas, Damodhara ordeña la vaca Surabhi”.
En el Bhakti-rasamrta-sindu, Srila Rupa Goswami también dice: “Debido al amor extático de Srimati Radharani por Krishna, Ella a veces actuaba tal como una persona confundida e intentaba batir el yogur, aunque no había yogur en el pote. Y viendo esto, Krishna se encantaba tanto con Radha que comenzaba a ordeñar un toro en vez de una vaca”.
Llamando a las vacas
Cuando Krishna tenía ocho años (después del día de Gopastami, en Kartika) se le permitió supervisar las vacas. Entonces, acompañado por numerosos pastorcillos y miles de vacas, comenzó a viajar a partes distantes de Vrindavana. Cada pastorcillo, así como el propio Krishna y su hermano mayor Balarama, tenía un canutillo hecho de cuerno de búfalo y una flauta, y cada niño llamaba a sus respectivos terneros por sus nombres.
El capítulo 35 del décimo canto del Srimad-Bhagavatam hay un verso donde se habla acerca de las vacas de Krishna, Su relación con ellas y los diferentes grupos de vacas que El pastorea, cuida y llama de vuelta al establo con Su cuerno o Su flauta al final de la tarde. Srila Jiva Goswami explica que las gopis van nuevamente al patio de madre Yasoda, para animarla describiendo el regreso de Krishna a Vrindavana, después de haber pasado el día fuera pastoreando vacas y jugando con sus amigos vaqueros. Allí se dice que Sri Krishna, Gopala, El que cuida las vacas, tiene 108 tipos de vacas de diferentes colores.
Las descripciones más detalladas sobre la relación de Gopal con Sus vacas se encuentran en el Gopal-champu de Sri Jiva Goswami y en los comentarios de Srila Visvanatha Chakravarti Thakur. Allí se describe que cuando regresa a su casa al atardecer, Sri Krishna se vestía con ropas nuevas y luego salía a llamar a las vacas para llevarlas de regreso al hogar.
Srila Visvanatha Cakravarti Thakur brinda la siguiente información acerca de las vacas trascendentales de Vrindavana: “Para cada uno de los cuatro colores de vacas; blanco, rojo, negro y amarillo, hay 25 sub-divisiones, totalizando cien colores. Y cualidades tales como tener el color de la pulpa de madera de sándalo, tilaka, motas pintas, o una cabeza con forma de mrdanga, crean ocho grupos más [resultando así (25 x 4) + 8 = 108]. Para contar estos 108 grupos de vacas, distinguidas por el color y la forma, Krishna usa un collar de 108 cuentas enjoyadas (mani-mala)”. (Ver significado del Bhagavatam 10.35.18). Krishna apoya Su brazo sobre el hombro de un amigo y cuenta feliz las vacas Surabhi en el báculo de Su collar enjoyado con diversas piedras preciosas.
Cuando Krishna llama, “Eh, Dhavali” (el nombre de una vaca blanca), todo un grupo de vacas blancas se adelanta, y cuando Krishna llama, “Hamsi, Candani, Ganga, Mukta”, etc. vienen los otros veinticuatro grupos de vacas. Las vacas rojizas se llaman Aruni, Kunkuma, Sarasvati, etc.; las negruzcas, Syamala, Dhumala, Yamuna, etc. y las amarillentas son Pita, Pingala, Haritaki, etcétera. Las del grupo con las marcas de tilaka en sus frentes se llaman Citra, Citra-tilaka y Dirgha-tilaka y Tiryak-tilaka. Y hay grupos conocidos como Mrdanga-mukhi (cabeza de mrdanga), Simha-mukhi (cabeza de león) etcétera”.
Cada uno de los 108 diferentes rebaños, tiene un líder de manada, y cuando Krishna los llama con Su flauta cada rebaño acude corriendo felizmente al encuentro de Krishna. A medida que llegan, Krishna toca el hocico del líder de la manada con Su mano y cuenta cada cuenta en un collar de 108 cuentas enjoyadas. De faltar alguna vaca de las 900.000 vacas lecheras pertenecientes a Su padre, Nanda Maharaj, Krishna sale de inmediato a buscarla, llamándola por su nombre, porque Krishna conoce el nombre de todas y cada una de las vacas en todos los 108 distintos rebaños. Al oír sus nombres, las vacas acuden corriendo muy gozosas. Arreándolas, Krishna las lleva entonces al establo de Nandagrama.
En el Ujjvala-nilamani se cuenta como los vaqueritos gozaban de este intercambio de Gopal con las vacas de Vraja. Srimati Radharani dice a Lalita: “A las vacas Surabhi que se han alejado mucho, Krishna las llama: ‘¡Oh, Pisangi! ¡Ohm Manikastini! ¡Oh, Pranatasrngi! ¡Oh, Pingeksana! ¡Oh, Mrdanga-mukhi! ¡Oh, Dhumala! ¡Oh, Sobali! ¡Oh, Hamsi! ¡Oh, Vamsi-priya!’. Por eso Krishna ha robado mi corazón”.
Este pasatiempo diario del conteo de vacas por parte de Krishna es muy dulce, como todos Sus pasatiempos infantiles. Gopastami inaugura la actividad de Krishna como un verdadero vaquero cuidador de vacas. Y madre Yasoda teme cada día por lo que le pueda suceder a Krishna en el pastoreo por Govardhana y otros lugares de Vraja, aunque su hermano mayor, Sri Balarama, siempre está pendiente de cuidarlo y protegerlo.
Cuando Srila Prabhupada hizo el resumen de ese capítulo del Srimad-Bhagavatam al publicar el libro Krishna, La Suprema Personalidad de Dios, escribió lo siguiente:
“Krishna tenía miles de vacas y estas estaban divididas en grupos de acuerdo a sus colores. Ellas también tenían diferentes nombres de acuerdo a su color. Cuando El regresaba de los pastizales solía encontrar a todas las vacas reunidas. Así como los Vaisnavas cuentan 108 cuentas que representan a las 108 gopis individuales, de igual manera, Krishna cantaba los nombres de 108 diferentes grupos de vacas”.
El verso que Prabhupada resume en este pasaje del libro Krishna… (Cap.34: “Los sentimientos de separación de las gopis”), corresponde a los siguientes versos del Srimad-Bhagavatam (10.35.18-19), cuyos comentarios de Visvanatha Chakravarti Thakur explican con detalle los diferentes grupos de vacas de Krishna. Recordando las actividades de Krishna, las gopis dicen entre ellas lo siguiente:
mani-dharah kvacid aganayan ga
malaya dayita-gandha-tulasyah
pranayino ‘nucarasya kadamse
praksipan bhujam agayata yatra
kvanita-venu-rava-vañcita-cittah
krsnam anvasata krsna-grhnyah
guna-ganarnam anugatya harinyo
gopika iva vimukta-grhasah
“Ahora Krishna está en alguna parte contando Sus vacas [gah] en un cordón de gemas [mani-dharah]. El lleva una guirnalda de flores de Tulasi que tienen la fragancia [ghanda] de su amada, y ha pasado su brazo sobre el hombro de un querido amigo vaquero. Cuando Krishna juega y toca [agayata] Su flauta [kvanita-venu], la música atrae a las hembras del ciervo negro, quienes se acercan [anugatya] a ese océano de todas las cualidades trascendentales [guna-gana] y se sientan a Su lado. Así como nosotras, muchachas vaqueras [gopikah iva], ellas [las ciervas] han abandonado [vimukta] toda esperanza de felicidad en la vida familiar [grha]”.
De esta manera, siendo llamadas por su nombre, las vacas se acercan, y Krishna, pensando que es el tiempo de que regresen del bosque donde pastorean y ninguna debe perderse, las cuenta en Su collar de cuentas enjoyadas.
La palabra sánscrita go significa “vaca” o “sentidos”. La línea final del verso del Srimad-Bhagavatam (10.35.25) dice: mocayan vraja-gavam dina-tapam. Construida a partir de la palabra sánscrita go, la palabra gavam es traducida como “de las vacas, o de aquellos a quienes hay que tener misericordia”. El verso, hablado por las gopis en sus sentimientos de separación cuando Krishna se encuentra en el bosque durante el día (dina), se refiere al regreso de Krishna a la aldea de Vraja, aliviando a los habitantes de Vrindavana del pesar que sus ojos y otros sentidos sintieron durante el transcurso del día, debido a estar separados del contacto directo con El.
En el Néctar de la Devoción (Cap. 21), se dice que las vacas son adoradas no solo por los semidioses, sino que Krishna Mismo adora a las vacas en varias ocasiones, en especial en los días de Gopastami y Govardhana-puja”. La primera función de Krishna es brindar todo el confort a las vacas y a los brahmanas, aunque la protección de las vacas es primordial. (ver Bhagavatam, 10.8.16).
Las vacas de Vrindavana recuerdan constantemente los extáticos lilas del pastoreo. Por servir a las vacas se recibe un gran beneficio espiritual. Alimentar a las vacas con granos, ofrecerles puja o simplemente acariciarlas bajo el cuello, agradará a estas pacíficas personalidades y atraerá la atención de la Suprema Personalidad de Dios, Sri Govinda. ElGautamiya Tantra expresa: “Se debe palmear suavemente el cuerpo de una vaca, ofrecerle un bocado de hierba verde y circunvalarla con reverencia. Si las vacas están bien mantenidas y cómodas, el Señor Gopala estará complacido”.
En Su rol de devoto perfecto del Señor Supremo, Sri Chaitanya Mahaprabhu sentó el ejemplo sirviendo a las vacas de Vrindavana. En el significado del Chaitanya-charitamrta(Madhya 17.19), Srila Prabhupada expresa lo siguiente:
“Cuando Sri Chaitanya Mahaprabhu pasó por Vrindavana, manadas de vacas que pastaban lo vieron y de inmediato lo rodearon, mugiendo muy sonoramente. Al ver los rebaños acercarse a El, el Señor se pasmó de amor extático. Las vacas lamieron el cuerpo del Señor Chaitanya con gran afecto. Tranquilizándose, Sri Chaitanya Mahaprabhu acarició a las vacas y éstas, incapaces de dejar Su compañía, se fueron con El”.
Los toros también participan en los lilas de Krishna
En el Vraja-vilasa-stava de Srila Raghunatha das Gosvami, traducido al inglés por mi querido hermano espiritual Sripada Kusakratha Prabhu, fundador del Krsna Intitute (LA), hay una alabanza a Padamgandha, el todo mascota de Krishna:
“Todas las glorias al toro mascota del Señor Krishna, Padmagandha, cuyos atractivos cuernos están cubiertos de oro y tachonados de perlas; cuyas pezuñas están espléndidamente adornadas con zafiros y cuyo espléndido cuello está adornado con una guirnalda ondulante de flores rojizas”.
Y en el Vraja-riti-chintamani, Srila Visvanatha Chakravarti Thakur describe los graneros de las vacas surabhi de Vraja:
“En Vraja, los graneros de la vaca Surabhi tienen paredes de cristal, enormes columnas de oro y vigas de esmeralda en el techo. Los techos están hechos de diversas joyas con columnas coronadas. Blancas como la Deidad de la diosa Sarasvati y sobrias y graves como grandes ascetas, las espléndidas vacas Surabhi vagan por los patios de esos graneros. Estas vacas Surabhi son como joyas cintamani que satisfacen todos los deseos. Sus felices terneros son como placenteras estaciones de verano. Su mugido es la poesía más hermosa. Ellas alzan sus orejas para oír el sonido de la flauta de Krishna. Sus terneros parecen las rocas móviles en la cima del Monte Kailasa o los niños de la luz de la Luna. Mientras deambulan por la tierra, los terneros son como las burbujas del océano de leche de las risitas del Señor Siva.
¿Son éstos cantos rodados de la montaña de cristal? ¿Son acaso olas periódicas del océano de leche? Estos son los toros de Vraja. Durante el día, vagan libremente, tal como almas liberadas, y durante la noche se sientan pacíficamente en el hogar, tal como los grandes sabios, arrobados en la contemplación. Mugiendo orgullosos con sus colgajos de piel alrededor del cuello, los toros de Vraja parecen viejos sannyasis. Luego, nuevamente, sus miradas rojizas los asemejan a personas embriagadas”.
_____Continúa en la próxima nota: "Los pavos reales y otros animales de Vrindavana"
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