sábado, 8 de diciembre de 2012

109JC - Analogías





SRI

NRSIMHADEVA

MULTIPLY


juancas

SRI NRSIMHADEVA - MULTIPLY

Creado por juancas  del 08 de Diciembre del 2012

Analogías:

Analogías del árbol y el Señor: 
TEXT 20

wd& ih ivì& >aGavaiNaveTarae
YaTaae JaGaTSQaaNaiNaraeDaSaM>ava" )
TaiÖ SvYa& ved >ava&STaQaaiPa Tae
Pa[adeXaMaa}a& >avTa" Pa[diXaRTaMa( )) 20 ))

idaṁ hi viśvaṁ bhagavān ivetaro
yato jagat-sthāna-nirodha-sambhavāḥ
tad dhi svayaṁ veda bhavāṁs tathāpi te
prādeśa-mātraṁ bhavataḥ pradarśitam

idam—este; hi—todo; viśvam—cósmos; bhagavān—el Señor Supremo; iva—prácticamente el mismo; itaraḥ—diferente de; yataḥ—de quien; jagat—los mundos; sthāna—existen; nirodha—aniquilación; sambhavāḥ—creación; tat hi—todo acerca de; svayam—personalmente; veda—sabe; bhavān—tu buena persona; tathā api—aun así; te—a ti; prādeśa-mātram—sólo una sinopsis; bhavataḥ—a ti; pradarśitam—explicado.

TRADUCCIÓN

El propio Señor Supremo, la Personalidad de Dios, es este cosmos, y aun así está apartado de él. Esta manifestación cósmica ha emanado de Él únicamente, descansa en Él, y entra en Él después de la aniquilación. Tu buena persona conoce todo lo relacionado con esto. Yo sólo he dado una sinopsis.

SIGNIFICADO

Para un devoto puro, el concepto de Mukunda, el Señor Śrī Kṛṣṇa, es tanto personal como impersonal. La situación cósmica impersonal también es Mukunda, por ser la emanación de la energía de Mukunda. Por ejemplo, un árbol es una unidad completa, mientras que las hojas y las ramas del árbol son partes integrales que han emanado de él. Las hojas y ramas del árbol son también árbol, pero el árbol en sí no es ni las hojas ni las ramas. La versión védica de que toda la creación cósmica no es más que Brahman, significa que como todo emana del Brahman Supremo, nada está aparte de Él. De igual manera, las manos y las piernas, que son partes integrales del cuerpo, se denominan el cuerpo, pero éste como una unidad completa no es ni las manos ni las piernas. El Señor es la forma trascendental de la eternidad, el conocimiento y la belleza. Y, por ende, la creación de la energía del Señor parece ser parcialmente eterna, estar colmado de conocimiento y también ser hermosa. Por consiguiente, las cautivadas almas condicionadas que se hallan bajo la influencia de la energía externa, māyā, están atrapadas en la red de la naturaleza material. Ellas aceptan esto como lo máximo que existe, pues no tienen información alguna acerca del Señor, quien es la causa primordial. Ni tampoco tienen ellas información de que las partes integrales del cuerpo, al estar desprendidas del cuerpo entero, dejan de ser la misma mano o pierna que son cuando están unidas al cuerpo. De igual manera, una civilización atea, desprendida del amoroso servicio trascendental de la Suprema Personalidad de Dios, es exactamente igual que una mano o pierna desprendida. Esas partes integrales pueden que parezcan manos y piernas, pero no tienen eficacia alguna. El devoto del Señor, Śrīla Vyāsadeva, sabe muy bien eso. Śrīla Nārada le aconseja además que expanda la idea, de manera que las atrapadas almas condicionadas puedan recibir lecciones de él, para que lleguen a entender que el Señor Supremo es la causa primordial.

Según la versión védica, el Señor es plenamente poderoso por naturaleza, y, en consecuencia, Sus energías supremas siempre son perfectas e idénticas a Él. Tanto el cielo material como el espiritual, así como también sus enseres, son emanaciones de las energías interna y externa del Señor. La energía externa es comparativamente inferior, mientras que la potencia interna es superior. La energía superior es fuerza viviente, y, por lo tanto, ella es completamente idéntica; pero la energía externa, siendo inerte, es parcialmente idéntica. Mas, ninguna de las dos energías es ni igual ni más grande que el Señor, quien es el generador de todas las energías; dichas energías se encuentran siempre bajo Su control, tal como la energía eléctrica, que, por poderosa que sea, se halla siempre bajo el control del ingeniero.

El ser humano y todos los demás seres vivientes son productos de Sus energías internas. Así pues, el ser viviente también es idéntico al Señor. Pero él nunca es igual ni superior a la Personalidad de Dios. El Señor y los seres vivientes son todos personas individuales. Con la ayuda de las energías materiales, los seres vivientes también crean algo, pero ninguna de sus creaciones son iguales ni superiores a las creaciones del Señor. Puede que el ser humano cree un pequeño sputnik de juguete y lo lance al espacio sideral, pero eso no significa que pueda crear un planeta como la Tierra o la Luna y hacerlo flotar en el aire, como lo hace el Señor. Hombres con un escaso acopio de conocimiento dicen ser iguales al Señor. Ellos nunca son iguales al Señor. Eso nunca ocurrirá. El ser humano, después de lograr la perfección completa, puede que obtenga un gran porcentaje de las cualidades del Señor (digamos que hasta un setenta y ocho por ciento), pero nunca es posible sobrepasar al Señor o volverse igual a Él. Sólo en una condición enferma, la persona necia dice ser uno con el Señor, y por eso es engañada por la energía ilusoria. En consecuencia, los seres vivientes engañados deben aceptar la supremacía del Señor y acceder a prestarle a Él un servicio amoroso. Para eso han sido creados. Sin esto no puede haber ninguna paz ni tranquilidad en el mundo. Śrīla Nārada le aconseja a Śrīla Vyāsadeva que expanda esa idea en el Bhāgavatam. En El Bhagavad-gītā también se explica la misma idea: entregarse por completo a los pies de loto del Señor. Ése es el único deber e interés del ser humano perfecto. (S.B. 1º, Cap. 5, V. 20, págs. 232-234).

Analogía del azúcar cande y El Śrīmad-Bhāgavatam:   

TEXT 11

TaÜaiGvSaGaaeR JaNaTaagaivâvae
YaiSMaNa( Pa[iTaëaek-MabÖvTYaiPa )
NaaMaaNYaNaNTaSYa YaXaae_iªTaaiNa YaTa(
é*<viNTa GaaYaiNTa Ga*<aiNTa SaaDav" )) 11 ))

tad-vāg-visargo janatāgha-viplavo
yasmin prati-ślokam abaddhavaty api
nāmāny anantasya yaśo ’ṅkitāni yat
śṛṇvanti gāyanti gṛṇanti sādhavaḥ

tat—ese; vāk—vocabulario; visargaḥ—creación; janatā—la generalidad de la gente; agha—pecados; viplavaḥ—revolucionario; yasmin—en el cual; prati-ślokam—todas y cada una de las estrofas; abaddhavati—compuestas de manera irregular; api—a pesar de; nāmāni—nombres trascendentales, etc.; anantasya—del ilimitado Señor; yaśaḥ—glorias; aṅkitāni—descritas; yat—que; śṛṇvanti—oyen; gāyanti—cantan; gṛṇanti—aceptan; sādhavaḥ—los hombres purificados que son honestos.

TRADUCCIÓN

Por otro lado, aquella literatura que está colmada de descripciones acerca de las glorias trascendentales del nombre, la fama, las formas, los pasatiempos, etc., del ilimitado Señor Supremo, es una creación diferente, llena de palabras trascendentales destinadas a ocasionar una revolución en las vidas impías de la mal dirigida civilización de este mundo. Esa clase de obras literarias trascendentales, aunque estén compuestas de una manera imperfecta, las oyen, las cantan y las aceptan los hombres purificados que son completamente honestos.

SIGNIFICADO

Es una habilidad de los grandes pensadores tomar lo mejor, incluso de entre lo peor. Se dice que el hombre inteligente debe recoger néctar aun de entre una porción de veneno, debe aceptar oro aunque provenga de un lugar inmundo, debe aceptar por esposa a una mujer buena y capaz, aunque descienda de una familia desconocida, y debe aceptar una buena lección, aunque la reciba de un hombre o de un profesor que provenga de la clase de los intocables. Ésas son algunas de las instrucciones de ética para todo el mundo en todo lugar, sin excepción. Pero un santo se encuentra muy por encima del nivel del hombre ordinario. Él siempre está absorto en glorificar al Señor Supremo, debido a que mediante la difusión de los santos nombres y la santa fama del Señor Supremo, la contaminada atmósfera del mundo cambiará, y como resultado de divulgar obras literarias trascendentales tales como El Śrīmad-Bhāgavatam, la gente se volverá sensata en sus transaciones. Mientras preparamos este comentario acerca de este verso en particular de El Srimad-Bhāgavatam, tenemos una crisis ante nosotros. China, nuestro vecino amigo, ha atacado la frontera de la India con un espíritu militarista. Nosotros prácticamente no tenemos ningún interés en el campo de la política, mas, sin embargo, vemos que China y la India existían anteriormente, y ambas convivieron en paz durante muchos siglos, sin resentimientos. La razón de ello es que en esos días vivían en una atmósfera de conciencia de Dios, y cada país de la superficie del mundo sentía temor de Dios, la gente era sencilla y de corazón puro, y no había ninguna necesidad de la diplomacia política. No hay ninguna razón para que los dos países, China y la India, riñan por una tierra que no es muy adecuada para habitar, e indudablemente no hay ninguna razón para pelear por ese asunto. Pero debido a la era de riña, Kali, de la cual ya hemos hablado, siempre hay la posibilidad de reñir ante la más ligera provocacion. Esto no se debe al asunto en cuestión, sino a la contaminada atmósfera de esta era: sistemáticamente, un sector de la gente hace propaganda para detener la glorificación del nombre y la fama del Señor Supremo. En consecuencia, existe una gran necesidad de diseminar el mensaje de El Śrīmad-Bhāgavatam por todas partes del mundo. Es deber de todo hindú responsable difundir el trascendental mensaje de El Śrīmad-Bhāgavatam por el mundo entero, para hacerles el máximo bien a todos,  así como, además, hacer que en el mundo haya la paz deseada. La India ha fallado en el cumplimiento de su deber, al hacer caso omiso de esa tarea de tanta responsabilidad, y debido a eso hay tanta riña y tantos problemas en el mundo entero. Nosotros confiamos en que si tan sólo los dirigentes del mundo reciben el trascendental mensaje de El Śrīmad-Bhāgavatam, sin duda que habrá un cambio de sentimientos y, naturalmente, la generalidad de la gente seguirá a dichos líderes. La generalidad de las masas son herramientas en las manos de los modernos políticos y líderes de la gente. Si tan sólo ocurre un cambio de sentimientos en los líderes, habrá indudablemente un cambio radical en la atmósfera del mundo. Nosotros sabemos que nuestro honesto intento de presentar esta gran obra literaria, que lleva mensajes trascendentales para revivir la conciencia de Dios de la gente en general y reespiritualizar al atmósfera del mundo, está plagado de muchas dificultades. Nuestra presentación de esta materia en el lenguaje adecuado, especialmente en un idioma extranjero, sin duda que será imperfecta, y habrá muchísimas discrepancias literarias a pesar de nuestro honesto esfuerzo de presentarlo de la manera apropiada. Pero estamos seguros de que, pese a todas nuestras faltas en relación con esto, la seriedad del tema se tomará en consideración, y los líderes de la sociedad aun así lo aceptarán, por ser un intento honesto de glorificar al Todopoderoso Dios. Cuando en una casa hay un incendio, los residentes de la misma salen a buscar la ayuda de los vecinos, quienes puede que sean extranjeros; y, sin embargo, aun sin conocer el idioma, las victimas del incendio logran expresarse, y los vecinos comprenden la necesidad, aun a pesar de que no se haya expresado en la misma lengua. El mismo espíritu de cooperacion se necesita para difundir este trascendental mensaje de El Śrīmad-Bhāgavatam a través de toda la contaminada atmósfera del mundo. Al fin y al cabo, es una ciencia técnica de valores espirituales, y, por consiguiente, estamos interesados en las técnicas y no en el lenguaje. Si la gente del mundo entiende las técnicas de esta gran obra literaria, se logrará el éxito.

Cuando en todas partes del mundo la gente en general está realizando demasiadas actividades materialistas, no hay nada asombroso en el hecho de que una persona o una nación ataque a otra persona o nación ante la más ligera provocación. Ésa es la regla de esta era de Kali o riña. La atmósfera ya está contaminada con toda clase de corrupciones, y todo el mundo lo sabe muy bien. Existe muchísima literatura poco recomendable, llena de ideas materialistas para la complacencia de los sentidos. En muchos países existen organismos nombrados por el Estado para detectar y censurar literatura obscena. Eso significa que ni el gobierno ni los líderes responsables de la gente quieren esa clase de literatura, más aún así se encuentran en el mercado, porque la gente quiere leer (ése es un instinto natural), pero debido a que su mente está contaminada, quiere esa clase de literatura. Bajo tales circunstancias, literatura trascendental tal como El Śrīmad-Bhāgavatam no sólo disminuirá las actividades de la corrupta mente de la gente en general, sino que además le suministrará alimento al anhelo que ellos tienen de leer alguna literatura interesante. Al principio puede que no les guste, pues aquel que sufre de ictericia es reacio a comer azúcar cande, pero debemos saber que el azúcar cande es el único remedio para la ictericia. De igual modo, hágase propaganda sistemática para popularizar la lectura de El Bhagavad-gītā y El Śrīmad-Bhāgavatam, lo cual actuará como azúcar cande para la condición de ictericia que es la complacencia de los sentidos. Cuando a los hombres les guste esta literatura, toda la demás literatura, la cual le está administrando veneno a la sociedad, cesará entonces automáticamente.

Por lo tanto, estamos seguros de que, pese a que ahora El Śrīmad-Bhāgavatam se está presentando con tantas faltas, todos los miembros de la sociedad humana le darán la bienvenida, pues está recomendado por Śrī Nārada, quien muy bondadosamente ha aparecido en este capítulo. (S.B. 1º, Cap. 5, V. 11, págs. 217-219).

Analogía del cuerpo y el Señor Supremo:

TEXT 20

wd& ih ivì& >aGavaiNaveTarae
YaTaae JaGaTSQaaNaiNaraeDaSaM>ava" )
TaiÖ SvYa& ved >ava&STaQaaiPa Tae
Pa[adeXaMaa}a& >avTa" Pa[diXaRTaMa( )) 20 ))

idaṁ hi viśvaṁ bhagavān ivetaro
yato jagat-sthāna-nirodha-sambhavāḥ
tad dhi svayaṁ veda bhavāṁs tathāpi te
prādeśa-mātraṁ bhavataḥ pradarśitam

idam—este; hi—todo; viśvam—cósmos; bhagavān—el Señor Supremo; iva—prácticamente el mismo; itaraḥ—diferente de; yataḥ—de quien; jagat—los mundos; sthāna—existen; nirodha—aniquilación; sambhavāḥ—creación; tat hi—todo acerca de; svayam—personalmente; veda—sabe; bhavān—tu buena persona; tathā api—aun así; te—a ti; prādeśa-mātram—sólo una sinopsis; bhavataḥ—a ti; pradarśitam—explicado.

TRADUCCIÓN

El propio Señor Supremo, la Personalidad de Dios, es este cosmos, y aun así está apartado de él. Esta manifestación cósmica ha emanado de Él únicamente, descansa en Él, y entra en Él después de la aniquilación. Tu buena persona conoce todo lo relacionado con esto. Yo sólo he dado una sinopsis.

SIGNIFICADO

Para un devoto puro, el concepto de Mukunda, el Señor Śrī Kṛṣṇa, es tanto personal como impersonal. La situación cósmica impersonal también es Mukunda, por ser la emanación de la energía de Mukunda. Por ejemplo, un árbol es una unidad completa, mientras que las hojas y las ramas del árbol son partes integrales que han emanado de él. Las hojas y ramas del árbol son también árbol, pero el árbol en sí no es ni las hojas ni las ramas. La versión védica de que toda la creación cósmica no es más que Brahman, significa que como todo emana del Brahman Supremo, nada está aparte de Él. De igual manera, las manos y las piernas, que son partes integrales del cuerpo, se denominan el cuerpo, pero éste como una unidad completa no es ni las manos ni las piernas. El Señor es la forma trascendental de la eternidad, el conocimiento y la belleza. Y, por ende, la creación de la energía del Señor parece ser parcialmente eterna, estar colmado de conocimiento y también ser hermosa. Por consiguiente, las cautivadas almas condicionadas que se hallan bajo la influencia de la energía externa, māyā, están atrapadas en la red de la naturaleza material. Ellas aceptan esto como lo máximo que existe, pues no tienen información alguna acerca del Señor, quien es la causa primordial. Ni tampoco tienen ellas información de que las partes integrales del cuerpo, al estar desprendidas del cuerpo entero, dejan de ser la misma mano o pierna que son cuando están unidas al cuerpo. De igual manera, una civilización atea, desprendida del amoroso servicio trascendental de la Suprema Personalidad de Dios, es exactamente igual que una mano o pierna desprendida. Esas partes integrales pueden que parezcan manos y piernas, pero no tienen eficacia alguna. El devoto del Señor, Śrīla Vyāsadeva, sabe muy bien eso. Śrīla Nārada le aconseja además que expanda la idea, de manera que las atrapadas almas condicionadas puedan recibir lecciones de él, para que lleguen a entender que el Señor Supremo es la causa primordial.

Según la versión védica, el Señor es plenamente poderoso por naturaleza, y, en consecuencia, Sus energías supremas siempre son perfectas e idénticas a Él. Tanto el cielo material como el espiritual, así como también sus enseres, son emanaciones de las energías interna y externa del Señor. La energía externa es comparativamente inferior, mientras que la potencia interna es superior. La energía superior es fuerza viviente, y, por lo tanto, ella es completamente idéntica; pero la energía externa, siendo inerte, es parcialmente idéntica. Mas, ninguna de las dos energías es ni igual ni más grande que el Señor, quien es el generador de todas las energías; dichas energías se encuentran siempre bajo Su control, tal como la energía eléctrica, que, por poderosa que sea, se halla siempre bajo el control del ingeniero.

El ser humano y todos los demás seres vivientes son productos de Sus energías internas. Así pues, el ser viviente también es idéntico al Señor. Pero él nunca es igual ni superior a la Personalidad de Dios. El Señor y los seres vivientes son todos personas individuales. Con la ayuda de las energías materiales, los seres vivientes también crean algo, pero ninguna de sus creaciones son iguales ni superiores a las creaciones del Señor. Puede que el ser humano cree un pequeño sputnik de juguete y lo lance al espacio sideral, pero eso no significa que pueda crear un planeta como la Tierra o la Luna y hacerlo flotar en el aire, como lo hace el Señor. Hombres con un escaso acopio de conocimiento dicen ser iguales al Señor. Ellos nunca son iguales al Señor. Eso nunca ocurrirá. El ser humano, después de lograr la perfección completa, puede que obtenga un gran porcentaje de las cualidades del Señor (digamos que hasta un setenta y ocho por ciento), pero nunca es posible sobrepasar al Señor o volverse igual a Él. Sólo en una condición enferma, la persona necia dice ser uno con el Señor, y por eso es engañada por la energía ilusoria. En consecuencia, los seres vivientes engañados deben aceptar la supremacía del Señor y acceder a prestarle a Él un servicio amoroso. Para eso han sido creados. Sin esto no puede haber ninguna paz ni tranquilidad en el mundo. Śrīla Nārada le aconseja a Śrīla Vyāsadeva que expanda esa idea en el Bhāgavatam. En El Bhagavad-gītā también se explica la misma idea: entregarse por completo a los pies de loto del Señor. Ése es el único deber e interés del ser humano perfecto. (S.B. 1º, Cap. 5, V. 20, págs. 232-234).

Analogía de la electricidad y la energía del Señor: 

TEXTO 34

YaÛezaeParTaa devq MaaYaa vEXaardq MaiTa" )
SaMPaà WveiTa ivduMaRihiMan Sve MahqYaTae )) 34 ))

yady eṣoparatā devī
māyā vaiśāradī matiḥ
sampanna eveti vidur
mahimni sve mahīyate

yadi—si, sin embargo; eṣā—ellos; uparatā—apaciguado; devī māyā—energía ilusoria; vaiśāradī—colmado de conocimiento; matiḥ—iluminación; sampannaḥ—enriquecido con; eva—indudablemente; iti—de esa manera; viduḥ—estando consciente de; mahimni—en las glorias; sve—del ser; mahīyate—estando situado en.

TRADUCCIÓN

Si por la gracia del Señor la energía ilusoria se apacigua y la entidad viviente se enriquece plenamente con conocimiento, entonces ésta se ilumina de inmediato con la autorrealización, y se sitúa así en su propia gloria.

SIGNIFICADO

Debido a que el Señor es la Trascendencia Absoluta, todas Sus formas, nombres, pasatiempos, atributos, asociados y energías son idénticos a Él. Su energía trascendental actúa de acuerdo con Su omnipotencia. La misma energía actúa como Sus energías externa, interna y marginal, y mediante Su omnipotencia Él puede realizar absolutamente cualquier cosa, por intermedio de cualquiera de las energías anteriores. Él puede convertir la energía externa en interna a voluntad. En consecuencia, por Su gracia, la energía externa, que se emplea en engañar a aquellos seres vivientes que quieren ser engañados, se apacigua por la voluntad del Señor, en función del arrepentimiento y la penitencia del alma condicionada. Y la misma energía actúa entonces de manera de ayudar al ser viviente purificado a progresar en el sendero de la autorrealización. El ejemplo de la energía eléctrica es muy apropiado en relación con esto. El electricista experto, con sólo unos ajustes, puede utilizar la energía eléctrica tanto para calentar como para enfriar. De igual manera, la energía externa, que ahora confunde al ser viviente para que continúe el nacimiento y la muerte, se transforma en potencia interna por la voluntad del Señor, para conducir al ser viviente a la vida eterna. Cuando un ser viviente recibe así la gracia del Señor, es puesto en su posición constitucional correcta, para disfrutar de la vida espiritual eterna. (S.B. 1º, Cap. 3, V. 34, págs. 162-163).

Analogía de la mantequilla y la Superalma: 

TEXTO 32

YaQaa ùvihTaae viödaRåZvek-" SvYaaeiNazu )
NaaNaev >aaiTa ivìaTMaa >aUTaezu c TaQaa PauMaaNa( )) 32 ))

yathā hy avahito vahnir
dāruṣv ekaḥ sva-yoniṣu
nāneva bhāti viśvātmā
bhūteṣu ca tathā pumān

yathā—tanto como; hi—exactamente igual que; avahitaḥ—sobrecargado de; vahniḥ—fuego; dāruṣu—en la madera; ekaḥ—uno; sva-yoniṣu—la fuente de la manifestación; nānā iva—como entidades diferentes; bhāti—ilumina; viśva-ātmā—el Señor en la forma de Paramātmā; bhūteṣu—en la estidades vivientes; ca—y; tathā—de la misma manera; pumān—la Personalidad Absoluta.

TRADUCCIÓN

El Señor, en forma de la Superalma, se difunde por todas las cosas, tal como el fuego se difunde por la madera, y por eso Él parece ser muy variado, aunque es la persona absoluta que no tiene igual.

SIGNIFICADO

El Señor Vāsudeva, la Suprema Personalidad de Dios, mediante una de Sus partes plenarias, se expande por todo el mundo material, y Su existencia puede percibirse incluso dentro de la energía atómica. La materia, la antimateria, el protón, el neutrón, etc., son todos efectos diferentes del aspecto Paramātmā del Señor. Así como puede hacerse que el fuego se manifieste de entre la madera, o como puede hacerse mantequilla de batir la leche, así mismo la presencia del Señor como Paramātmā puede sentirse mediante el proceso de oír y cantar legítimamente acerca de los temas trascendentales que en especial se tratan en las Escrituras védicas, tales como los Upaniṣads y el Vedānta. El Śrīmad-Bhāgavatam es la explicación genuina de esas Escrituras védicas. El Señor puede ser comprendido por medio de la recepción auditiva del mensaje trascendental, y ésa es la única manera de experimentar el tema trascendental. Así como el fuego se enciende en la madera mediante otro fuego, de forma similar la conciencia divina de un hombre puede ser encendida mediante otra gracia divina. Su Divina Gracia el maestro espiritual puede encender el fuego espiritual en la entidad viviente cual madera, al impartir mensajes espirituales apropiados que se inyectan a través del oído receptivo. Por lo tanto, es necesario que uno se acerque al maestro espiritual correcto únicamente con oídos receptivos, y de esa forma se llega a comprender de modo gradual la existencia divina. La diferencia entre lo animal y lo humano radica sólo en este proceso. Un ser humano puede oír de la manera correcta, mientras que un animal no puede hacerlo. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 32, págs. 120-121).

Analogía de la mina de oro y el Señor: 

TEXT 1

p NaMaae >aGavTae vaSaudevaYa
JaNMaaÛSYa YaTaae_NvYaaidTarTaêaQaeRZvi>aj" Svra$(
TaeNae b]ø ôda Ya Aaidk-vYae MauùiNTa YaTSaUrYa" )
TaeJaaevairMa*da& YaQaa iviNaMaYaae Ya}a i}aSaGaaeR_Ma*za
DaaMana SveNa Sada iNarSTaku-hk&- SaTYa& Par& DaqMaih )) 1 ))

oṁ namo bhagavate vāsudevāya
janmādy asya yato ’nvayād itarataś cārtheṣv abhijñaḥ svarāṭ
tene brahma hṛdā ya ādi-kavaye muhyanti yat sūrayaḥ
tejo-vāri-mṛdāṁ yathā vinimayo yatra tri-sargo ’mṛñā
dhāmnā svena sadā nirasta-kuhakaṁ satyaṁ paraṁ dhīmahi

om—¡oh mi Señor!; namaḥ—ofreciendo mis reverencias; bhagavate—a la Personalidad de Dios; vāsudevāya—a Vāsudeva [el hijo de Vasudeva], o el Señor Śrī Kṛṣṇa, el Señor primordial; janma-ādi—creación, conservación y destrucción; asya—de los universos manifestados; yataḥ—de quien; anvayāt—directamente; itarataḥ—indirectamente; ca—y; artheṣu—propósitos; abhijñaḥ—plenamente consciente; sva-rāṭ—totalmente independiente; tene—impartió; brahma—el conocimiento védico; hṛdā—la conciencia del corazón; yaḥ—aquel que; ādi-kavaye—al primer ser creado; muhyanti—están engañados; yat—respeto al cual; sūrayaḥ—grandes sabios y semidioses; tejaḥ—fuego; vāri—agua; mṛdām—tierra; yathā—tanto como; vinimayaḥ—acción y reacción; yatra—con lo cual; tri-sargaḥ—las tres modalidades de la creación, las facultades creadoras; amṛṣā—casi real; dhāmnā—junto con todos los enseres trascendentales; svena—de forma autosuficiente; sadā—siempre; nirasta—negación por la ausencia de; kuhakam—ilusión; satyam—verdad; param—absoluta; dhīmahi—yo medito en.

TRADUCCIÓN

¡Oh, mi Señor, Śrī Kṛṣṇa, hijo de Vasudeva!, ¡oh, Personalidad de Dios omnipresente!, a Ti Te ofrezco mis respetuosas reverencias. Yo medito en el Señor Śrī Kṛṣṇa, porque Él es la Verdad Absoluta y la causa primordial de todas las causas de la creación, conservación y destrucción de los universos manifestados. Él está directa e indirectamente consciente de todas las manifestaciones, y es independiente, pues no existe ninguna otra causa más allá de Él. En el principio fue únicamente Él quien impartió el conocimiento védico en el corazón de Brahmājī, el ser viviente original. Él hace que hasta los grandes sabios y semidioses se engañen, tal como a uno lo confunden las representaciones ilusorias del agua que se ven en el fuego, o de la tierra que se ve en el agua. Únicamente debido a Él, los universos materiales, manifestados temporalmente por las reacciones de las tres modalidades de la naturaleza, parecen reales, aunque son irreales. Por consiguiente, yo medito en Él, el Señor Śrī Kṛṣṇa, quien existe eternamente en la morada trascendental, la cual siempre está libre de las representaciones ilusorias del mundo material. Yo medito en Él, pues Él es la Verdad Absoluta.

SIGNIFICADO

Las reverencias a la Personalidad de Dios, Vāsudeva, denotan directamente al Señor Śrī Kṛṣṇa, quien es el divino hijo de Vasudeva y Devakī. Este hecho se explicará más explícitamente en el texto de esta obra. Śrī Vyāsadeva afirma aquí que Śrī Kṛṣṇa es la Personalidad de Dios original, y que todas las demás son Sus porciones plenarias directas o indirectas, o bien porciones de la porción. Śrīla Jīva Gosvāmī, en su Kṛṣṇa-sandarbha, ha explicado el tema en cuestión de una forma aún más explícita. Y Brahma, el ser viviente original, en su tratado llamado El Brahma-saṁhitā, ha explicado sustancialmente el tema que trata de Śrī Kṛṣṇa. En El Sāma-veda Upaniṣad, también se declara que el Señor Śrī Kṛṣṇa es el divino hijo de Devakī. Por lo tanto, en esta oración, la primera proposición sostiene que el Señor Śrī Kṛṣṇa es el Señor primordial, y si ha de entenderse que existe alguna nomeclatura trascendental propia de la Absoluta Personalidad de Dios, ha de ser el nombre indicado por la palabra Kṛṣṇa, que significa “el supremamente atractivo.” En muchos lugares de El Bhagavad-gītā, el Señor afirma que Él es la Personalidad de Dios original, y esto lo confirma Arjuna, y también grandes sabios, tales como Nārada, Vyāsa, y muchos otros. En El Padma Purāṇa también se declara que, de los innumerables nombres del Señor, el nombre de Kṛṣṇa es el principal. Vāsudeva denota la porción plenaria de la Personalidad de Dios, y todas las diferentes formas del Señor, siendo idénticas a Vāsudeva, se indican en este texto. El nombre Vāsudeva denota en particular al divino hijo de Vasudeva y Devakī. Los paramahaṁsas, que son aquellos miembros de la orden de vida de renuncia que se han perfeccionado, siempre meditan en Śrī Kṛṣṇa.

Vāsudeva, o el Señor Śrī Kṛṣṇa, es la causa de todas las causas. Todo lo que existe emana del Señor. La manera en que ello ocurre, se explica en capítulos posteriores de esta obra. Mahāprabhu Śrī Caitanya ha descrito esta obra como el Purāṇa inmaculado, debido a que contiene la narración trascendental acerca de la Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa. La historia de El Śrīmad-Bhāgavatam también es muy gloriosa. Fue recopilado por Śrī Vyāsadeva, después de éste haber alcanzado la madurez en el conocimiento trascendental. Él lo escribió bajo las instrucciones de Śrī Nāradajī, su maestro espiritual. Vyāsadeva recopiló toda la literatura védica, que contiene las cuatro divisiones de los Vedas, los Vedānta-sūtras (o los Brahma-sūtras), los Purāṇas, El Mahābhārata, etc. Mas, no obstante, no estaba satisfecho con ello. Nārada, su maestro espiritual, advirtió su descontento, y, por lo tanto, le aconsejó que escribiera acerca de las actividades trascendentales del Señor Śrī Kṛṣṇa. Esas actividades trascendentales se describen específicamente en el Décimo Canto de esta obra. Pero, a fin de poder llegar hasta su propia esencia, uno tiene que proceder gradualmente, mediante el desarrollo de conocimiento de las categorías.

Es natural que una mente filosófica quiera saber del origen de la creación. De noche ve las estrellas en el cielo, y naturalmente especula acerca de sus habitantes. Esa clase de preguntas son naturales en el hombre, pues éste tiene una conciencia desarrollada, más elevada que la de los animales. El autor de El Śrīmad-Bhāgavatam da una respuesta directa a esas preguntas. Él dice que el Señor Śrī Kṛṣṇa es el origen de todas las creaciones. No sólo es el creador del universo, sino también el destructor del mismo. Por la voluntad del Señor, la naturaleza cósmica manifestada es creada en un cierto período, es conservada por algún tiempo, y luego, también por la voluntad de Él, es aniquilada. Por consiguiente, la voluntad suprema se halla tras todas las actividades cósmicas. Desde luego que existen ateos de varias categorías que no creen en un creador, pero ello se debe a un escaso acopio de conocimiento. Por ejemplo, el científico moderno ha creado satélites espaciales, y mediante uno que otro dispositivo estos satélites son lanzados al espacio sideral, a volar por algún tiempo bajo el control del científico, que se encuentra muy lejos de ellos. De igual modo, todos los universos, con sus innumerables estrellas y planetas, los controla la inteligencia de la Personalidad de Dios.

En las Escrituras védicas se dice que la Verdad Absoluta, la Personalidad de Dios, es la principal de todas las personalidades vivientes. Todos los seres vivientes, desde Brahmā, el primer ser creado, hasta la más pequeña de las hormigas, son seres vivientes individuales. Por encima de Brahmā existen incluso otros seres vivientes con capacidades individuales, y también la Personalidad de Dios es un ser viviente de ese tipo. Y Él es un individuo, tal como también lo son los demás seres vivientes. Pero el Señor Supremo, o el ser viviente supremo, tiene la mayor inteligencia, y posee las más inconcebible energías de toda clase de diferentes variedades. Si el cerebro de un hombre puede producir un satélite espacial, uno puede imaginar muy fácilmente cómo cerebros más elevados que los hombres pueden producir cosas igual de maravillosas y muy superiores. La persona sensata aceptará fácilmente este argumento, pero hay ateos obstinados que jamás estarán de acuerdo. Sin embargo, Śrīla Vyāsadeva acepta de inmediato que la inteligencia suprema es el parameśvara. Él le ofrece sus respetuosas reverencias a la inteligencia suprema, a quien se le da el tratamiento de para, o parameśvara, o Suprema Personalidad de Dios. Y ese parameśvara es Śrī Kṛṣṇa, como se reconoce en El Bhagavad-gītā y otras Escrituras presentadas por Śrī Vyāsadeva, y específicamente en este Śrīmad-Bhāgavatam. En El Bhagavad-gītā, el Señor dice que no existe ningún otro para-tattva (summum bonum) aparte de Él mismo. Por consiguiente, Śrī Vyāsadeva adora de inmediato al para-tattva, Śrī Kṛṣṇa, cuyas actividades trascendentales se describen en el Décimo Canto.

Algunas personas inescrupulosas van inmediatamente al Décimo Canto, y especialmente a los cinco capítulos que describen la danza rāsa del Señor. Esa porción de El Śrīmad-Bhāgavatam es la parte más íntima de esta gran obra literaria. A menos que uno esté totalmente versado en el conocimiento trascendental del Señor, es seguro que entenderá equivocadamente los venerables pasatiempos trascendentales del Señor conocidos con el nombre de la danza rāsa, y Sus amoríos con las gopīs. Este tema es altamente espiritual, y sólo las personas liberadas que han llegado gradualmente a la etapa de paramahaṁsa, pueden saborear de modo trascendental esa danza rāsa. Por lo tanto, Śrīla Vyāsadeva le da al lector la oportunidad de desarrollar de manera paulatina su comprensión espiritual, antes de saborear de hecho la esencia de los pasatiempos del Señor. En consecuencia, él invoca a propósito un mantra Gāyatrī, dhīmahi. Este mantra Gāyatrī está hecho para la gente adelantada espiritualmente. Cuando uno canta con éxito el mantra Gāyatrī, puede entender la posición trascendental del Señor. De manera que, uno debe adquirir cualidades brahmínicas o encontrarse perfectamente situado bajo la cualidad de la bondad, para poder cantar con éxito el mantra Gāyatrī y alcanzar luego la etapa en la que comprenda trascendentalmente al Señor, Su nombre, Su fama, Sus cualidades, etc.

El Śrīmad-Bhāgavatam es la narración acerca del svarūpa del Señor que Su potencia interna manifiesta, y esta potencia se diferencia de la potencia externa que ha manifestado al mundo cósmico, el cual está al alcance de nuestra experiencia. En este śloka, Śrīla Vyāsadeva hace una clara distinción entre las dos. Śrī Vyāsadeva dice aquí que la potencia interna manifestada es real, mientras que la energía externa manifestada en la forma de la existencia material, es únicamente temporal e ilusoria, como el espejismo que aparece en el desierto. En el espejismo del desierto no hay verdadera agua, sino únicamente la apariencia de agua. El agua verdadera se encuentra en algún otro lugar. La creación cósmica manifestada parece la realidad, pero no es más que una sombra de ella, pues la realidad se encuentra en el mundo espiritual. La Verdad Absoluta está en el cielo espiritual, no en el cielo material. En el cielo material, todo es verdad relativa, es decir, una verdad depende de alguna otra cosa. Esta creación cósmica es el resultado de la interación de las tres modalidades de la naturaleza, y las manifestaciones temporales están creadas de forma tal que le presenten una ilusión de la realidad a la mente confundida del alma condicionada, quien aparece en muchísimas especies de vida, incluso entre los semdioses superiores, tales como Brahmā, Indra, Candra, etc. De hecho, no existe realidad en el mundo manifestado. Sin embargo, parece haber realidad, a causa de la verdadera realidad que existe en el mundo espiritual, en donde la Personalidad de Dios existe eternamente con Sus enseres trascendentales.

El ingeniero jefe de una complicada construcción no participa personalmente en la misma, pero conoce cada rincón y escondrijo de ella, porque todo se hace bajo su dirección. Él conoce todo lo referente a dicha construcción, tanto directa como indirectamente. De forma similar, la Personalidad de Dios, que es el ingeniero supremo de esta creación cósmica, conoce cada rincón y escondrijo de ella, aunque los asuntos los llevan a cabo los semidioses. En la relación material, desde Brahmā hasta la insignificante hormiga, nadie es independiente. La mano del Señor se ve por doquier. Todos los elementos materiales, así como también todas las chispas espirituales, emanan únicamente de Él. Y todo lo que se crea en este mundo material no es más que la interación de dos energías, la material y la espiritual, que emanan de la Verdad Absoluta, la Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa. Un químico puede producir agua en el laboratorio químico, mezclando hidrógeno y oxígeno. Mas, en realidad, la entidad viviente trabaja en el laboratorio bajo la dirección del Señor Supremo, y los materiales con los que trabaja, también los proporciona el Señor. El Señor conoce todo directa e indirectamente, está consciente de todos los detalles diminutos y es completamente independiente. De Él se dice que se asemeja a una mina de oro, y las creaciones cósmicas, que tienen tantas formas diferentes, se asemejan a objetos hechos de ese oro, como anillos, collares, etc. El anillo de oro y el collar de oro son cualitativamente iguales que el oro de la mina, pero cuantitativamente el oro de la mina es diferente. Por lo tanto, la Verdad Absoluta es simultáneamente idéntica y diferente. Nada es absolutamente igual a la Verdad Absoluta, pero, al mismo tiempo, nada es indenpendiente de la Verdad Absoluta.

Todas las almas condicionadas están creando - desde Brahmā, el ingeniero de todo el universo, hasta la insignificante hormiga -, pero ninguna de ellas es independiente del Señor Supremo. El materialista piensa equivocadamente que no hay ningún otro creador aparte de él mismo. Eso se denomina māyā, o ilusión. A causa de su escaso acopio de conocimiento, el materialista no puede ver más allá del alcance de sus imperfectos sentidos, y, en consecuencia, piensa que la materia adopta su propia forma automáticamente, sin la ayuda de una inteligencia superior. Śrīla Vyāsadeva refuta esto en el śloka:   “Como el todo completo, o la Verdad Absoluta, es la fuente de todo, nada puede ser independiente del cuerpo de la Verdad Absoluta.” Todo lo que le ocurre al cuerpo, llega a ser conocido rápidamente por el que está dentro del cuerpo. De igual manera, la creación es el cuerpo del todo absoluto, y, por ende, el Absoluto conoce directamente e indirectamente todo lo que ocurre en la creación.

En el śruti-mantra, también se declara que el todo absoluto, o Brahman, es la fuente última de todas las cosas. Todo emana de Él y todo es mantenido por Él, y al final, todo entra en Él. Ésa es la ley de la naturaleza. En el smṛti-mantra se confirma lo mismo. Se dice que la Verdad Absoluta, o Brahman, es la fuente de donde todo emana al comienzo del milenio de Brahmā, y el depósito en el que todo finalmente entra. Los científicos materialistas dan por sentados que el Sol es la fuente máxima del sistema planetario, pero son incapaces de explicar la fuente del Sol. Aquí se explica la fuente máxima. De acuerdo con las Escrituras védicas, Brahmā, que puede decirse que es como el Sol, no es el creador último. En este śloka se declara que la Personalidad de Dios le enseñó el conocimiento védico a Brahmā. Uno podría argüir que Brahmā, siendo el ser viviente original, no podía ser inspirado, porque en esa época no había ningún otro ser viviente. Aquí se declara que el Señor Supremo inspiró a Brahmā, el creador secundario, para que Brahmā pudiera desempeñar sus funciones creadoras. De manera que, la inteligencia suprema que se encuentra detrás de todas las creaciones es Śrī Kṛṣṇa, la Divinidad Absoluta. En El Bhagavad-gītā, el Señor Śrī Kṛṣṇa declara que únicamente Él supervisa la energía creadora, prakṛti,  que constituye la totalidad de la materia. Por eso, Śrī Vyāsadeva no adora a Brahmā, sino al Señor Supremo, que es quien guía a Brahmā en sus actividades creadoras. En este śloka, las palabras abhijñaḥ y svarāṭ, en particular, son muy significativas. Estas dos palabras distinguen al Señor Supremo de todas las demás entidades vivientes. Ninguna otra entidad viviente es ni abhijñaḥ ni svarāṭ. Es decir, nadie está plenamente consciente, ni nadie es totalmente independiente. Hasta Brahmā tiene que meditar en el Señor Supremo para poder crear. ¡Qué decir, entonces, de los grandes científicos como Einstein! Desde luego, la inteligencia de un científico como ése no es producto de ningún ser humano. Los científicos no pueden fabricar un cerebro como ése, y, ¿qué decir de los tontos ateos que desafían la autoridad del Señor? Aun los impersonalistas māyāvādīs que se jactan de que pueden volverse uno con el Señor, no son abhijñaḥ ni svarāṭ. Esos impersonalistas se somenten a severas austeridades, para adquirir el conocimiento con el cual volverse uno con el Señor. Pero finalmente, se vuelven dependientes de algún discípulo rico que les provee de dinero para construir monasterios y templos. Ateos como Rāvaṇa o Hiraṇyakaśipu tuvieron que someterse a severas penitencias antes de que pudieran burlarse de la autoridad del Señor. Pero, en fin de cuentas, se hizo que fueran impotentes, y no pudieron salvarse cuando el Señor apareció ante ellos en forma de la cruel muerte. Esto es lo que ocurre también con los ateos moderos que se atreven a burlarse de la autoridad del Señor. Dichos ateos serán tratados de forma similar, pues la historia siempre se repite. Cada vez que los hombres desdeñan la autoridad del Señor, la naturaleza y sus leyes se encargan de castigarlos. Esto se confirma en El Bhagavad-gītā, en el conocido verso yadā yadā hi dharmasya glāniḥ. “Cuando quiera que hay una declinación del dharma y un aumento del adharma, ¡oh, Arjuna!, en ese entonces Yo Me encarno” (Bg. 4.7).

En todos los śruti-mantras se confirma que el Señor Supremo es supremamente perfecto. Se dice en los śruti-mantras que el supremamente perfecto Señor lanzó una mirada sobre la materia, y creó así a todos los seres vivientes. Los seres vivientes son partes integrales del Señor, y Él impregna de semillas de chispas espirituales la vasta creación material, y de esa manera las energías creadoras son puestas en movimiento para realizar las muchas y maravillosas creaciones. Un ateo podría argüir que Dios no es más experto que un relojero, pero por supuesto que Dios es más grande, ya que Él puede crear máquinas en formas dobles, masculinas y femeninas. Las formas masculinas y femeninas de los diferentes tipos de maquinarias continúan produciendo innumerables máquinas similares, sin la necesidad de la atención adicional de Dios. Si un hombre pudiera fabricar un conjunto semejante de máquinas que pudieran producir otras máquinas sin su atención, podría entonces acercarse a la inteligencia de Dios. Pero eso no es posible, pues cada máquina tiene que ser manipulada individualmente. En consecuencia, nadie puede crear tan bien como Dios. Otro nombre de Dios es asamordhva, que significa que nadie es igual ni más grande que Él. Paraṁ satyam, o la Verdad Suprema, es Aquel ante el cual nadie es igual ni superior. Esto se confirma en los śruti-mantras. Se dice que antes de la creación del universo material existía únicamente el Señor, quien es el amo de todos. Ese Señor instruyó a Brahmā en lo referente al conocimiento védico. Ese Señor tiene que ser obedecido en todo aspecto. Cualquiera que desee deshacerse del enredo material, debe entregarse a Él. Esto también se confirma en El Bhagavad-gītā.

A menos que uno se entregue a los pies de loto del Señor Supremo, es seguro que estará confundido. Cuando un hombre inteligente se entrega a los pies de loto de Kṛṣṇa y entiende completamente que Kṛṣṇa es la causa de todas las causas, como se confirma en El Bhagavad-gītā, sólo entonces puede un hombre así de inteligente volverse un mahātmā,  o una gran alma. Pero un alma tan grande se ve muy rara vez. Sólo los mahātmās pueden entender que el Señor Supremo es la causa primordial de todas las creaciones. Él es parama, o la verdad última, porque todas las demás verdades están relacionadas con Él. Él es omnisciente. Para Él no existe ilusión alguna.

Algunos eruditos māyāvādīs arguyen que El Śrīmad-Bhāgavatam no fue recopilado por Śrī Vyāsadeva, y otros sugieren además que este libro es una creación moderna, escrita por un tal Vopadeva. Para refutar semejantes argumentos insensatos, Śrī Śrīdhara Svāmī señala que en muchos de los Purāṇas más antiguos se hace referencia al Bhāgavatam. Este primer śloka del Bhāgavatam comienza con el mantra Gāyatrī. En El Matsya Purāṇa, que es el más antiguo de todos los Purāṇas, se hace referencia a esto. En relación con el mantra Gāyatrī del Bhāgavatam, en ese Purāṇa se dice que existen muchas narraciones de instrucciones espirituales que comienzan con el mantra Gāyatrī. Y existe la historia de Vṛtrāsura. Todo aquel que regale esta gran obra en un día de Luna Llena, alcanzará la perfección más elevada de la vida, que consiste en regresar a Dios. También se hace referencia al Bhāgavatam en otros Purāṇas, en los que se afirma claramente que esta obra fue completada en doce cantos, que comprenden dieciocho mil ślokas. En el Padma Purāṇa también se hace referencia al Bhāgavatam, en una conversación entre Gautama y Mahārāja Ambarīṣa. Allí se le aconsejó al Rey que, si deseaba liberarse del cautiverio material, leyera regularmente El Srimad-Bhāgavatam. En los últimos quinientos años, muchos eruditos sabios y ācāryas, tales como Jīva Gosvāmī, Sanātana Gosvāmī, Viśvanātha Cakravartī, Vallabhācārya,  y muchos otros distinguidos eruditos, incluso después de la época del Señor Caitanya, elaboraron detallados comentarios acerca del Bhāgavatam. El estudiante sincero haría bien en tratar de examinarlos, para saborear con mayor deleite los mensajes trascendentales.

Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura trata específicamente la psicología sexual original y pura (ādi-rasa) , despojada de toda embriaguez mundana. Toda la creación material se mueve bajo el principio de la vida sexual. En la civilización moderna, la vida sexual es el punto focal de todas las actividades. Adondequiera que uno mire, ve que la vida sexual es lo preponderante. Por consiguiente, la vida sexual no es irreal. Su realidad se experimenta en el mundo espiritual. La vida sexual material no es más que un reflejo pervertido del hecho original. El hecho original se halla en la Verdad Absoluta, y por eso la Verdad Absoluta no puede ser impersonal. No es posible ser impersonal y contener vida sexual pura. De manera que, los filósofos impersonalistas le han dado un impulso indirecto a la abominable vida sexual mundana, por haber hecho demasiado énfasis en el carácter impersonal de la verdad última. Como consecuencia de ello, el hombre ha aceptado la pervertida vida sexual material como lo máximo que existe, por no tener información de la verdadera forma espiritual de la vida sexual. Existe una diferencia entre la vida sexual en la enferma condición material, y la vida sexual espiritual.

Este Śrīmad-Bhāgavatam elevará gradualmente al lector imparcial a la más elevada y perfecta etapa de la trascendencia. Lo capacitará para trascender las tres modalidades de las actividades materiales: las acciones fruitivas, la filosofía especulativa y la adoración de deidades funcionales tal como se inculca en los versos védicos. (S.B. 1º, Cap. 1, V. 1, págs. 39-46).

Analogía de la mujer y la naturaleza material: 

TEXTO 2

YaSYaaM>aiSa XaYaaNaSYa YaaeGaiNad]a& ivTaNvTa" )
Naai>ahdaMbuJaadaSaqd(b]øa ivìSa*Jaa& PaiTa" )) 2 ))

yasyāmbhasi śayānasya
yoga-nidrāṁ vitanvataḥ
nābhi-hradāmbujād āsīd
brahmā viśva-sṛjāṁ patiḥ

yasya—cuyo; ambhasi—en el agua; śayānasya—acostándose; yoga-nidrām—durmiendo en meditación; vitanvataḥ—suministrando; nābhi—ombligo; hrada—del lago; ambujāt—del loto; āsīt—se manifestó; brahmā—el abuelo de los seres vivientes; viśva—el universo; sṛjām—los ingenieros; patiḥ—amo.

TRADUCCIÓN

Una parte del puruṣa se acuesta en el agua del universo, del lago umbilical de Su cuerpo brota un tallo de loto, y de la flor de loto que hay sobre ese tallo se manifiesta Brahmā, el amo de todos los ingenieros del universo.

SIGNIFICADO

El primer puruṣa es el Kāraṇodakaśāyī Viṣṇu. De los poros de Su piel han emanado infinidad de universos. En todos y cada uno de los universos, el puruṣa entra como el Garbhodakaśāyī Viṣṇu. Él está acostado en la mitad del universo que está llena de agua de Su cuerpo. Y del ombligo de Garbhodakaśāyī Viṣṇu ha brotado el tallo de la flor de loto, que es el lugar natal de Brahmā, el padre de todos los seres vivientes y el amo de todos los semidioses ingenieros que se dedican al diseño y funcionamiento perfectos del orden universal. Dentro del tallo del loto hay catorce divisiones de sistemas planetarios, y los planetas terrenales están situados en el medio. Hacia arriba hay otros sistemas planetarios que son mejores, y el sistema más elevado se denomina Brahmaloka o Satyaloka. Por debajo del sistema planetario terrestre hay siete sistemas planetarios inferiores, habitados por los asuras y otros seres vivientes materialistas similares.

A partir de Garbhodakaśāyī Viṣṇu ocurre la expansión del Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, quien es el Paramātmā colectivo de todos los seres vivientes. Él recibe el nombre de Hari, y a partir de Él se expanden todas las expansiones que hay en el universo.

Por lo tanto, se concluye que el puruṣa-avatāra  se manifiesta en tres aspectos: primero, el Karaṇodakaśāyī, que crea en el mahat-tattva el conjunto de los ingredientes materiales; segundo, el Garbhodakaśāyī, que entra en todos y cada uno de los universos; y tercero, el Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, que es el Paramātmā de todo objeto material, orgánico e inorgánico. Aquel que conoce estos aspectos plenarios de la Personalidad de Dios, conoce a Dios correctamente, y, en consecuencia, el conocedor se libera de las condiciones materiales en la forma de nacimiento, muerte, vejez y enfermedades, tal como se confirma en El Bhagavad-gītā. En este śloka se resume lo referente a Mahā-Viṣṇu. El Mahā-Viṣṇu se acuesta en alguna parte del cielo espiritual por su propio y libre albedrío. Así pues, Él se acuesta en el océano de kāraṇa, desde donde le lanza una mirada a Su naturaleza material, y el mahat-tattva se crea de inmediato. Electrizada así por el poder del Señor, la naturaleza crea al instante infinidad de universos, tal como a su debido tiempo un árbol se adorna con infinidad de frutos maduros. El agricultor cultiva la semilla del árbol, y el árbol o enredadera, a su debido tiempo, se manifiesta con muchísimos frutos. Nada puede ocurrir sin ninguna causa. El océano Kāraṇa recibe por ello el nombre del océano Causal. Kāraṇa significa “causal.” No debemos aceptar neciamente la teoría atea de la creación. En El Bhagavad-gītā se da la descripción de los ateos. El ateo no cree en el creador, pero no puede proporcionar una buena teoría para explicar la creación. La naturaleza material no tiene ningún poder para crear sin el poder del puruṣa, tal como una prakṛti, o mujer, no puede procrear un niño sin relacionarse con un puruṣa, u hombre. El puruṣa fecunda, y la prakṛti da a luz. No debemos creer que obtendremos leche de los sacos carnosos que hay en el cuello de una cabra, aunque éstos se parezcan a los pezones de la ubre. De igual manera, no debemos esperar que haya ningún poder creativo en los ingredientes materiales; debemos creer en el poder del puruṣa, el cual fecunda a prakṛti,  o la naturaleza. Debido a que el Señor deseó acostarse a meditar, la energía material creó de una vez una infinidad de universos, en cada uno de ellos el Señor se acostó, y, de esa forma, todos los planetas y los diferentes enseres fueron creados al mismo tiempo por la voluntad del Señor. El Señor tiene potencias ilimitadas, y, por ende, puede actuar como guste mediante un planteamiento perfecto, aunque, personalmente, Él no tiene obligación de hacer nada. Nadie es ni más grande ni igual a Él. Ése es el veredicto de los Vedas. (S.B. 1º, Cap. 3, V. 2, págs. 127-128).

Analogía de la prisión y el mundo material: 

TEXTO 23

Satv& rJaSTaMa wiTa Pa[k*-TaeGauR<aaSTaE‚
YauR¢-" Par" Pauåz Wk- whaSYa Datae )
iSQaTYaadYae hiriviriÄhreiTa Sa&ja"
é[eYaa&iSa Ta}a %lu/ SatvTaNaaeNa*R<aa& SYau" )) 23 ))

sattvaṁ rajas tama iti prakṛter guṇās tair
yuktaḥ paraḥ puruṣa eka ihāsya dhatte
sthity-ādaye hari-viriñci-hareti saṁjñāḥ
śreyāṁsi tatra khalu sattva-tanor nṛṇāṁ syuḥ

sattvam—bondad; rajaḥ—pasión; tamaḥ—la oscuridad de la ignorancia; iti—así pues; prakṛteḥ—de la naturaleza material; guṇāḥ—cualidades; taiḥ—mediante ellas; yuktaḥ—asociado con; paraḥ—trascendental; puruṣaḥ—la personalidad; ekaḥ—uno; iha asya—de este mundo material; dhatte—acepta; sthiti-ādaye—para el asunto de la creación, conservación y destrucción, etc.; hari—Viṣṇu, la Personalidad de Dios; viriñci—Brahmā; hara—el Señor Śiva; iti—así pues; saṁjñāḥ—diferentes aspectos; śreyāṁsi—beneficio máximo; tatra—ahí; khalu—por supuesto; sattva—bondad; tanoḥ—forma; nṛṇām—del ser humano; syuḥ—obtenido.

TRADUCCIÓN

La trascendental Personalidad de Dios está indirectamente asociado con las tres modalidades de la naturaleza material - es decir, pasión, bondad e ignorancia -, y únicamente para la creación, conservación y destrucción del mundo material, Él adopta las tres formas cualitativas de Brahmā, Viṣṇu y Śiva. De estas tres, todos los seres humanos pueden recibir de Viṣṇu - la forma de la cualidad de la bondad - el beneficio máximo.

SIGNIFICADO

Tal como se explicó anteriormente, esta declaración confirma que al Señor Śrī Kṛṣṇa debe prestársele servicio devocional a través de Sus partes plenarias. El Señor Śrī Kṛṣṇa y todas Sus partes plenarias son viṣṇu-tattva, o la Señoría de Dios. La siguiente manifestación de Śrī Kṛṣṇa es Baladeva. La de Baladeva es Saṅkarṣaṇa,  la de Saṅkarṣaṇa es Nārāyaṇa, la de Nārāyaṇa es el segundo Saṅkarṣaṇa, y de este Saṅkarṣaṇa surgen los Viṣṇus puruṣa-avatāras. El Viṣṇu o la Deidad de la cualidad de la bondad del mundo material es el puruṣa-avatāra conocido como Kṣīrodakaśāyī  Viṣṇu o Paramātmā. Brahmā es la deidad de rajas (pasión), y Śiva es la deidad de la ignorancia. Ellos son tres directores de los departamentos de las tres modalidades de este mundo material. La creación la hace posible la bondad de Viṣṇu, y cuando se requiere que sea destruida, el Señor Śiva lo hace mediante el tāṇḍava-nṛtya. Los materialistas y los seres humanos necios adoran a Brahmā y a Śiva, respectivamente. Pero los trascendentalistas puros adoran la forma de la bondad, Viṣṇu, en Sus diversas formas. Viṣṇu se manifiesta mediante Sus millones y billones de formas integradas y formas separadas. Las formas integradas se denominan Dios, y las formas separadas se denominan entidades vivientes o jīvas. Tanto las jīvas como Dios tienen sus formas espirituales originales. A veces, las jīvas están sujetas al control de la energía material, pero las formas Viṣṇu son siempre las controladoras de esa energía. Cuando Viṣṇu, la Personalidad de Dios, aparece en el mundo material, viene a redimir a los seres vivientes condicionados que se hallan bajo el control de la energía material. Esos seres vivientes aparecen en el mundo material con intenciones de ser señores, y, en consecuencia, quedan atrapados por las tres modalidades de la naturaleza. Debido a esto, las estidades vivientes tienen que cambiar sus coberturas materiales para someterse a diferentes períodos de encarcelamiento. La prisión del mundo material es creada por Brahmā bajo la instrucción de la Personalidad de Dios, y al concluir un kalpa, todo ello es destruido por Śiva. Pero en lo que respecta a la manutención de la prisión, la realiza Viṣṇu, de la misma manera en que el Estado mantiene la prisión estatal. Por lo tanto, cualquiera que desee salirse de esta prisión de la existencia material - la cual está llena de sufrimientos tales como la repetición del nacimiento, la muerte, las enfermedades y la vejez -, debe complacer al Señor Viṣṇu para obtener dicha liberación. El Señor Viṣṇu es adorado únicamente mediante el servicio devocional, y si alguien tiene que continuar una vida de prisión en el mundo material, puede perdirles a semidioses tales como Śiva, Brahmā, Indra y Varuṇa, facilidades relativas para un alivio temporal. Ningún semidiós, sin embargo, puede liberar de la vida condicionada de la existencia material al ser viviente encarcelado. Esto únicamente lo puede hacer Viṣṇu. Así que el beneficio máximo puede recibirse de Viṣṇu, la Personalidad de Dios. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 23, págs. 108-109).

Analogía de las bombillas y las encarnaciones de Dios: 

TEXTO 28

WTae ca&Xak-l/a" Pau&Sa" k*-Z<aSTau >aGavaNa( SvYaMa( )
wNd]airVYaaku-l&/ l/aek&- Ma*@YaiNTa YauGae YauGae )) 28 ))

ete cāṁśa-kalāḥ puṁsaḥ
kṛṣṇas tu bhagavān svayam
indrāri-vyākulaṁ lokaṁ
mṛḍayanti yuge yuge

ete—todas estas; ca—y; aṁśa—porciones plenarias; kalāḥ—porciones de las porciones plenarias; puṁsaḥ—del Supremo; kṛṣṇaḥ—el Señor Kṛṣṇa; tu—pero; bhagavān—la Personalidad de Dios; svayam—en persona; indra-ari—los enemigos de Indra; vyākulam—perturbaron; lokam—todos los planetas; mṛḍayanti—da protección; yuge yuge—en diferentes épocas.

TRADUCCIÓN

Todas las encarnaciones anteriormente mencionadas son, o bien porciones plenarias, o porciones de las porciones plenarias del Señor, pero el Señor Śrī Kṛṣṇa es la Personalidad de Dios original. Todas ellas aparecen en los planetas, siempre que hay un disturbio creado por los ateos. El Señor se encarna para proteger a los teístas.

SIGNIFICADO

En esta estrofa en particular, al Señor Śrī Kṛṣṇa, la Personalidad de Dios, se le distingue de las demás encarnaciones. A Él se le incluye entre los avatāras (encarnaciones), debido a que, por Su misericordia sin causa, Él desciende de Su morada trascendental. Avatāra significa “aquel que desciende”. Todas las encarnaciones del Señor, incluyendo al propio Señor, descienden a los diferentes planetas del mundo material, así como también en diferentes especies de vida, para cumplir con misiones específicas. Algunas veces Él Mismo viene, y otras veces Sus diferentes porciones plenarias o partes de las porciones plenarias, o Sus porciones diferenciadas - directa o indirectamente apoderadas por Él -,  descienden a este mundo material para ejecutar ciertas funciones específicas. Originalmente, el Señor está colmado de todas las opulencias: pleno valor, plena fama, plena belleza, pleno conocimiento y plena renunciación. Cuando éstas se manifiestan parcialmente a través de las porciones plenarias o partes de las porciones plenarias, debe notarse que para esas funciones específicas se requiere de ciertas manifestaciones de Su diferentes poderes. Cuando en la habitación se encienden las pequeñas bombillas eléctricas, ello no significa que la planta eléctrica queda limitada por las pequeñas bombillas. La misma planta puede proporcionar potencia para operar dinamos industriales a gran escala con voltajes mucho mayores. De forma similar, las encarnaciones del Señor despliegan poderes limitados, pues ésa es la cantidad de poder que se necesita en ese momento en particular.

Por ejemplo, el Señor Paraśurāma y el Señor Nṛsiṁha exhibieron una opulencia poco usual, el primero al matar veintiuna veces a los kṣatriyas desobedientes, y el segundo al matar al muy poderoso ateo Hiraṇyakaśipu. Hiraṇyakaśipu era tan poderoso, que incluso los semidioses de otros planetas temblaban cuando él simplemente fruncía el ceño. Los semidioses de los niveles superiores de existencia material superan en mucho a los seres humanos más acaudalados, tanto en duración de la vida, como en belleza, riqueza, enseres de que disponen, y en todos los demás aspectos. Aun así, ellos le temían a Hiraṇyakaśipu. De manera que, simplemente podemos imaginarnos cuán poderoso era Hiraṇyakaśipu en este mundo material. Pero hasta Hiraṇyakaśipu fue cortado en pequeños pedazos por las uñas del Señor Nṛsiṁha. Esto significa que nadie que se poderoso materialmente, puede soportar la fuerza de las uñas del Señor. De igual modo, Jāmadagnya exhibió el poder del Señor para matar a todos los reyes desobedientes y poderosamente situados en sus respectivos Estados. Nārada, la apoderada encarnación del Señor, y Varāha, la encarnación plenaria, así como el Señor Buda, apoderado indirectamente, crearon fe en las grandes masas. Las encarnaciones de Rāma y Dhanvantari exhibieron Su fama, y Balarāma, Mohiṇī y Vāmana exhibieron Su belleza. Dattātreya, Matsya, Kumāra y Kapila exhibieron Su conocimiento trascendental. Los Rṣis Nara y Nārāyaṇa exhibieron Su renunciación. De modo que todas las diferentes encarnaciones del Señor manifestaron directa o indirectamente diferentes características, pero el Señor Kṛṣṇa, el Señor primordial, exhibió todas las características de Dios, y así queda confirmado que Él es la fuente de todas las demás encarnaciones. Y la característica más extraordinaria que exhibió el Señor Kṛṣṇa fue la manifestación de Sus pasatiempos con las pastorcillas de vacas, manifestación realizada por Su energía interna. Sus pasatiempos con las gopīs son todos exhibiciones de existencia, bienaventuranza y conocimiento trascendentales, aunque se manifiestan aparentemente como amor sexual. El atractivo específico de Sus pasatiempos con las gopīs nunca debe ser mal entendido. El Bhāgavatam relata esos pasatiempos trascendentales en el Décimo Canto. Y para que se pueda llegar a la posición de entender la naturaleza trascendental de los pasatiempos del Señor Kṛṣṇa con las gopīs, el Bhāgavatam promueve gradualmente al estudiante a través de los nueve cantos anteriores.

Según la declaración de Śrīla Jīva Gosvāmī, de conformidad con las fuentes autoritativas, el Señor Kṛṣṇa es la fuente de todas las demás encarnaciones. No ha de creerse que el Señor Kṛṣṇa tiene alguna fuente a partir de la cual se encarna. Todas las señales de la Verdad Suprema o se hallan presentes en pleno en la persona del Señor Śrī Kṛṣṇa, y en El Bhagavad-gītā el Señor declara enfáticamente que no hay verdad mayor ni igual que Él. En esta estrofa, la palabra svayam se menciona particularmente para confirmar que el Señor Kṛṣṇa no tiene ninguna otra fuente aparte de Sí Mismo. Aunque en otros lugares a las encarnaciones se las describe como bhagavān debido a sus funciones específicas, en ninguna parte se declara que son la Personalidad Suprema. En esta estrofa, la palabra svayam denota a la supremacía como el summum bonum.

Kṛṣṇa, el summum bonum, no tiene igual. Él Mismo se ha expandido en varias partes, porciones y partículas, como svayaṁ-rūpa, svayaṁ-prakāśa, tad-ekātmā, prābhava, vaibhava, vilāsa, avatāra, āveśa y jīva,  provistas todas de innumerables energías que son precisamente las adecuadas para las personas y personalidades respectivas. Eruditos entendidos en los temas trascendentales han analizado cuidadosamente a Kṛṣṇa, el summum bonum, indicando que tiene sesenta y cuatro atributos principales. Todas las expansiones o categorías del Señor poseen únicamente ciertos porcentajes de estos atributos. Pero Śrī Kṛṣṇa posee los atributos en un cien por ciento. Y Sus expansiones personales, tales como svayaṁ-prakāśa, tad-ekātmā, hasta las categorías de los avatāras – que son todos viṣṇu-tattva -, poseen hasta un noventa y tres por ciento de estos atributos trascendentales. El Señor Śiva, que ni es avatāra ni , āveśa, ni se encuentra entre los dos, posee casi el ochenta y cuatro por ciento de los atributos. Pero los jīvas, o los seres vivientes individuales de los diferentes niveles de vida, poseen hasta el límite de setenta y ocho por ciento de los atributos. En el estado condicionado de la existencia material, el ser viviente posee estos atributos en una cantidad muy pequeña, que varía en términos de su vida piadosa. El ser viviente más perfecto de todos es Brahmā, el administrador supremo de un universo. Él posee en pleno setenta y ocho por ciento de los atributos. Todos los demás semidioses tienen los mismos atributos en menor cantidad, mientras que los seres humanos poseen los atributos en una cantidad muy diminuta. La pauta de la perfección para un ser humano es la de desarrollar en pleno los atributos hasta el setenta y ocho por ciento. El ser viviente nunca puede poseer atributos como Śiva, Viṣṇu o el Señor Kṛṣṇa. Un ser viviente puede adquirir carácter divino mediante el desarrollo en pleno del setenta y ocho por ciento de los atributos trascendentales, pero nunca puede volverse un Dios como Śiva, Viṣṇu o Kṛṣṇa. Él puede volverse un Brahmā a su debido tiempo. Los seres vivientes divinos, que residen todos en los planetas del cielo espiritual, son asociados eternos de Dios en diferentes planetas espirituales, denominados Hari-dhāma y Maheśa-dhāma. La morada del Señor Kṛṣṇa, que se halla por encima de todos los planetas espirituales, se llama Kṛṣṇaloka o Goloka Vṛndāvana, y el ser viviente que se ha perfeccionado mediante el desarrollo del sesenta y ocho por ciento de todos los atributos anteriormente mencionados, puede entrar en el planeta de Kṛṣṇaloka después de deja el cuerpo material actual. (S.B. 1º, Cap. 3, V. 28, págs. 154-156).

Analogía de los sacos en el cuello de la cabra y la creación: 

TEXTO 2

YaSYaaM>aiSa XaYaaNaSYa YaaeGaiNad]a& ivTaNvTa" )
Naai>ahdaMbuJaadaSaqd(b]øa ivìSa*Jaa& PaiTa" )) 2 ))

yasyāmbhasi śayānasya
yoga-nidrāṁ vitanvataḥ
nābhi-hradāmbujād āsīd
brahmā viśva-sṛjāṁ patiḥ

yasya—cuyo; ambhasi—en el agua; śayānasya—acostándose; yoga-nidrām—durmiendo en meditación; vitanvataḥ—suministrando; nābhi—ombligo; hrada—del lago; ambujāt—del loto; āsīt—se manifestó; brahmā—el abuelo de los seres vivientes; viśva—el universo; sṛjām—los ingenieros; patiḥ—amo.

TRADUCCIÓN

Una parte del puruṣa se acuesta en el agua del universo, del lago umbilical de Su cuerpo brota un tallo de loto, y de la flor de loto que hay sobre ese tallo se manifiesta Brahmā, el amo de todos los ingenieros del universo.

SIGNIFICADO

El primer puruṣa es el Kāraṇodakaśāyī Viṣṇu. De los poros de Su piel han emanado infinidad de universos. En todos y cada uno de los universos, el puruṣa entra como el Garbhodakaśāyī Viṣṇu. Él está acostado en la mitad del universo que está llena de agua de Su cuerpo. Y del ombligo de Garbhodakaśāyī Viṣṇu ha brotado el tallo de la flor de loto, que es el lugar natal de Brahmā, el padre de todos los seres vivientes y el amo de todos los semidioses ingenieros que se dedican al diseño y funcionamiento perfectos del orden universal. Dentro del tallo del loto hay catorce divisiones de sistemas planetarios, y los planetas terrenales están situados en el medio. Hacia arriba hay otros sistemas planetarios que son mejores, y el sistema más elevado se denomina Brahmaloka o Satyaloka. Por debajo del sistema planetario terrestre hay siete sistemas planetarios inferiores, habitados por los asuras y otros seres vivientes materialistas similares.

A partir de Garbhodakaśāyī Viṣṇu ocurre la expansión del Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, quien es el Paramātmā colectivo de todos los seres vivientes. Él recibe el nombre de Hari, y a partir de Él se expanden todas las expansiones que hay en el universo.

Por lo tanto, se concluye que el puruṣa-avatāra  se manifiesta en tres aspectos: primero, el Karaṇodakaśāyī, que crea en el mahat-tattva el conjunto de los ingredientes materiales; segundo, el Garbhodakaśāyī, que entra en todos y cada uno de los universos; y tercero, el Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, que es el Paramātmā de todo objeto material, orgánico e inorgánico. Aquel que conoce estos aspectos plenarios de la Personalidad de Dios, conoce a Dios correctamente, y, en consecuencia, el conocedor se libera de las condiciones materiales en la forma de nacimiento, muerte, vejez y enfermedades, tal como se confirma en El Bhagavad-gītā. En este śloka se resume lo referente a Mahā-Viṣṇu. El Mahā-Viṣṇu se acuesta en alguna parte del cielo espiritual por su propio y libre albedrío. Así pues, Él se acuesta en el océano de kāraṇa, desde donde le lanza una mirada a Su naturaleza material, y el mahat-tattva se crea de inmediato. Electrizada así por el poder del Señor, la naturaleza crea al instante infinidad de universos, tal como a su debido tiempo un árbol se adorna con infinidad de frutos maduros. El agricultor cultiva la semilla del árbol, y el árbol o enredadera, a su debido tiempo, se manifiesta con muchísimos frutos. Nada puede ocurrir sin ninguna causa. El océano Kāraṇa recibe por ello el nombre del océano Causal. Kāraṇa significa “causal.” No debemos aceptar neciamente la teoría atea de la creación. En El Bhagavad-gītā se da la descripción de los ateos. El ateo no cree en el creador, pero no puede proporcionar una buena teoría para explicar la creación. La naturaleza material no tiene ningún poder para crear sin el poder del puruṣa, tal como una prakṛti, o mujer, no puede procrear un niño sin relacionarse con un puruṣa, u hombre. El puruṣa fecunda, y la prakṛti da a luz. No debemos creer que obtendremos leche de los sacos carnosos que hay en el cuello de una cabra, aunque éstos se parezcan a los pezones de la ubre. De igual manera, no debemos esperar que haya ningún poder creativo en los ingredientes materiales; debemos creer en el poder del puruṣa, el cual fecunda a prakṛti,  o la naturaleza. Debido a que el Señor deseó acostarse a meditar, la energía material creó de una vez una infinidad de universos, en cada uno de ellos el Señor se acostó, y, de esa forma, todos los planetas y los diferentes enseres fueron creados al mismo tiempo por la voluntad del Señor. El Señor tiene potencias ilimitadas, y, por ende, puede actuar como guste mediante un planteamiento perfecto, aunque, personalmente, Él no tiene obligación de hacer nada. Nadie es ni más grande ni igual a Él. Ése es el veredicto de los Vedas. (S.B. 1º, Cap. 3, V. 2, págs. 127-128).

Analogía del alma y el pájaro en la jaula: 

TEXT 8

DaMaR" SvNauiïTa" Pau&Saa& ivZvKSaeNak-QaaSau Ya" )
NaaeTPaadYaeÛid riTa& é[Ma Wv ih ke-vl/Ma( )) 8 ))

dharmaḥ svanuṣṭhitaḥ puṁsāṁ
viṣvaksena-kathāsu yaḥ
notpādayed yadi ratiṁ
śrama eva hi kevalam

dharmaḥ—ocupación; svanuṣṭhitaḥ—ejecutada en términos de la posición propia de uno; puṁsām—de la humanidad; viṣvaksena—la Personalidad de Dios [porción plenaria]; kathāsu—en el mensaje de; yaḥ—lo que es; na—no; utpādayet—produce; yadi—si; ratim—atracción; śramaḥ—labor inútil; eva—únicamente; hi—indudablemente; kevalam—completamente.

TRADUCCIÓN

Las actividades y ocupaciones que desempeña un hombre conforme a su propia posición, no son más que una labor inútil, si no provocan la atracción por el mensaje de la Personalidad de Dios.

SIGNIFICADO

Existen diferentes actividades y ocupaciones en términos de los diferentes conceptos de vida que el hombre tiene. Para el muy materialista que no puede ver nada más allá del cuerpo material burdo, no existe nada más allá de los sentidos. Por lo tanto, sus actividades y ocupaciones se limitan al egoísmo concentrado y al extendido. El egoísmo concentrado se centra alrededor del cuerpo individual; esto se ve generalmente entre los animales inferiores. El egoísmo extendido se manifiesta en la sociedad humana, y se centra alrededor de la familia, la sociedad, la comunidad, la nación y el mundo, en aras de la comodidad corporal burda. Por encima de estas personas muy materialistas se hallan los especuladores mentales, que revolotean en las alturas de las esferas mentales, y los deberes y ocupaciones de éstos comprenden actividades tales como escribir poesía y filosofía, o propagar algún ismo con el mismo objetivo del egoísmo limitado al cuerpo y a la mente. Pero por encima del cuerpo y la mente se halla el alma espiritual durmiente, cuya ausencia del cuerpo hace que todo lo que el egoísmo corporal y mental abarcan, queden completamente nulo y sin efecto. Mas, la gente poco inteligente no tiene ninguna información acerca de las necesidades del alma espiritual.

La gente necia no se satisface con la ejecución de los deberes propios de sus ocupaciones, debido a que no tiene información alguna acerca del alma y de cómo ésta se encuentra más allá del alcance del cuerpo y de la mente. Aquí se plantea la cuestión de la satisfacción del yo. El yo está más allá del cuerpo burdo y la mente sutil. Él es el principio potente y activo de la mente y el cuerpo. Uno no puede ser feliz simplemente con el beneficio de la mente y el cuerpo, sin conocer la necesidad del alma durmiente. El cuerpo y la mente no son más que superfluas coberturas externas del alma espiritual. Las necesidades del alma espiritual deben ser complacidas. Con sólo limpiar la jaula del pájaro, uno no satisface al pájaro. Uno debe conocer de hecho las necesidades del propio pájaro.

La necesidad del alma espiritual consiste en que quiere salirse de la limitada esfera del cautiverio material y complacer su deseo de tener una libertad total. El alma espiritual quiere salirse de las paredes que cubren el gran universo. El alma espiritual quiere ver la luz libre y el espíritu. Esa completa libertad se logra cuando ella se reúne con el espíritu total, la Personalidad de Dios. Existe un afecto latente por Dios dentro de todo el mundo; a través del cuerpo burdo y la mente, la existencia espiritual se manifiesta en la forma de afecto pervertido por la materia burda y por la materia sutil. En consecuencia, tenemos que dedicarnos a ocupaciones y labores que evoquen nuestra conciencia divina. Esto se logra únicamente cantando y oyendo hablar acerca de las divinas actividades del Señor Supremo, y cualquier actividad u ocupación que no lo ayude a uno a sentir apego por cantar y oír hablar acerca del mensaje trascendental de Dios, se dice aquí que es simplemente una pérdida de tiempo. Esto se debe a que los demás deberes y ocupaciones (cualquiera que sea el ismo al que pertenezcan) no pueden darle al alma la liberación. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 8, págs. 87-88).

TEXT 31

TaYaa ivl/iSaTaeZvezu Gau<aezu Gau<avaiNav )
ANTa"Pa[iví Aa>aaiTa ivjaNaeNa ivJa*iM>aTa" )) 31 ))

tayā vilasiteṣv eṣu
guṇeṣu guṇavān iva
antaḥ-praviṣṭa ābhāti
vijñānena vijṛmbhitaḥ

tayā—por ellos; vilasiteṣu—aunque en su función; eṣu—estas; guṇeṣu—las modalidades de la naturaleza material; guṇavān—afectado por las modalidades; iva—como si estuviera; antaḥ—dentro; praviṣṭaḥ—entró en; ābhāti—parece ser; vijñānena—mediante la conciencia trascendental; vijṛmbhitaḥ—plenamente iluminado.

TRADUCCIÓN

Después de crear la sustancia material, el Señor (Vāsudeva) se expande y entra en ella. Y aunque Él está dentro de las modalidades de la naturaleza y parece ser uno de los seres creados, aun así siempre está plenamente iluminado y en Su posición trascendental.

SIGNIFICADO

Las entidades vivientes son partes integrales separadas del Señor, y las entidades vivientes condicionadas, que no son aptas para entrar en el reino espiritual, son esparcidas dentro del mundo material para disfrutar de la materia al máximo. El Señor, como Paramātmā y amigo eterno de las entidades vivientes, y mediante una de Sus porciones plenarias, acompaña a las entidades vivientes para guiarlas en su disfrute material y para ser testigo de todas las actividades. Mientras las entidades vivientes disfrutan de las condiciones materiales, el Señor mantiene Su posición trascendental, sin ser afectado por la atmósfera material. En las Escrituras védicas (śruti) se dice que hay dos pájaros en un árbol *. Uno de ellos está comiendo el fruto del árbol, mientras que el otro se halla presenciando las acciones. El testigo es el Señor, y el que come la fruta es la entidad viviente. El que come la fruta (la entidad viviente) ha olvidado su verdadera identidad y está agobiado en medio de las actividades fruitivas de las condiciones materiales, pero el Señor (Paramātmā) siempre está colmado de conocimiento trascendental. Ésa es la diferencia entre la Superalma y el alma condicionada. El alma condicionada, la entidad viviente, es controlada por las leyes de la naturaleza, mientras que el Paramātmā, o la Superalma, es el controlador de la energía material. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 31, págs. 119-120).

Analogía del árbol y Viṣṇu: 

TEXTO 4

NaEiMaze_iNaiMaz+ae}ae ‰zYa" XaaENak-adYa" )
Sa}a& SvGaaRYal/aek-aYa SahóSaMaMaaSaTa )) 4 ))

naimiṣe ’nimiṣa-kṣetre
ṛṣayaḥ śaunakādayaḥ
satraṁ svargāya lokāya
sahasra-samam āsata

naimiṣe—en el bosque conocido como Naimiṣāraṇya; animiṣa-kṣetre—el lugar que, de forma especial, es uno de los favoritos de Viṣṇu [quien no cierra Sus párpados]; ṛṣayaḥ—sabios; śaunaka-ādayaḥ—encabezados por el sabio Śaunaka; satram—sacrificio; svargāya—el Señor que es glorificado en el cielo; lokāya—y para los devotos que siempre están en contacto con el Señor; sahasra—mil; samam—años; āsata—realizaron.

TRADUCCIÓN

Una vez, en un lugar sagrado del bosque de Naimiṣāraṇya y en aras de la satisfacción del Señor y Sus devotos, unos grandes sabios, encabezados por el sabio Śaunaka, se reunieron a fin de realizar un gran sacrificio de mil años de duración.

SIGNIFICADO

El preludio de El Śrīmad-Bhāgavatam se expuso en los tres ślokas anteriores. Ahora se está presentando el tema principal de esta gran obra literarita. El Śrīmad-Bhāgavatam, después de que Śrīla Śukadeva Gosvāmī lo explicó por primera vez, se repitió por segunda vez en Naimiṣāraṇya.

En El Vāyavīya Tantra se dice que Brahmā, el ingeniero de este universo en particular, contempló una gran rueda que podía encerrar el universo. El eje de ese gran círculo se fijó en un lugar especial, conocido como Naimiṣāraṇya. De igual manera, El Varāha Purāṇa  se encuentra otra alusión al bosque de Naimiṣāraṇya. En ese Purāṇa  se declara que, por realizar sacrificios en ese lugar, se merma la fuerza de la gente demoníaca. Así pues, los brāhmaṇas prefieren Naimiṣāraṇya para esas ejecuciones de sacrificios.

Los devotos del Señor Viṣṇu ofrecen toda clase de sacrificios para placer de Él. Los devotos siempre están apegados al servicio del Señor, mientras que las almas caídas están apegadas a los placeres de la existencia material. En El Bhagavad-gītā se dice que, cualquier cosa que se realice en el mundo material por alguna razón que no sea para placer de Viṣṇu, le ocasiona un mayor cautiverio al ejecutor. Por consiguiente, se ordena que todos los actos se realicen a manera de sacrificio, para la satisfacción de Viṣṇu y Sus devotos. Esto le traerá paz y prosperidad a todo el mundo.

Los grandes sabios siempre están ansiosos de hacerle el bien a la gente en general, y por eso los sabios encabezados por Śaunaka y otros se reunieron en ese sagrado lugar de Naimiṣāraṇya, con el plan de realizar una gran y continua cadena de ceremonias de sacrificio. Los hombres olvidadizos no conocen el sendero correcto para la paz y la prosperidad. Sin embargo, los sabios lo conocen  bien, y, en consecuencia, por el bien de todos los hombres, siempre están ansiosos de realizar actos que tengan por resultado la paz del mundo. Ellos son amigos sinceros de todas las entidades vivientes, y, a riesgo de grandes inconvenientes personales, se dedican siempre al servicio del Señor por el bien de toda la gente. El Señor Viṣṇu es exactamente igual que un enorme árbol, y todos los demás, incluso los semidioses, los hombres, los Siddhas, los Cāraṇas, los Vidyādharas y otras entidades vivientes, son como ramas, ramitas y hojas de ese árbol. Al regar la raíz del árbol, todas las partes de éste se nutren automáticamente. Sólo aquellas ramas y hojas que están desprendidas, no pueden ser satisfechas así. Las ramas y hojas desprendidas se secan gradualmente, a pesar de que se haga toda clase de intentos de regarlas. De forma similar, cuando la sociedad humana se halla desprendida de la Personalidad de Dios como ramas y hojas desprendidas, no puede ser regada, y aquel que intenta hacerlo, simplemente está desperdiciando su energía y recursos.

La sociedad materialista moderna está desprendida de su relación con el Señor Supremo, y es seguro que todos sus planes, elaborados por líderes ateos, fracasaran a cada paso. Aun así, la gente no se da cuenta de ello.

En esta era, el canto en congregación de los santos nombres del Señor es el método prescrito para despertarse y darse cuenta. El Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu presenta los medios de forma sumamente científica, y las personas inteligentes pueden sacar provecho de Sus enseñanzas, para hacer que haya paz y prosperidad reales. El Śrīmad-Bhāgavatam se presenta también con el mismo propósito, y posteriormente ello se explicará en el texto de una manera más específica. (S.B. 1º, Cap. 1, V. 4, págs. 54-56).

Analogía del auto y la forma universal del Señor: 

TEXTO 31

YaQaa Na>aiSa MaegaaEgaae re<auvaR PaaiQaRvae_iNale/ )
Wv& d]íir d*XYaTvMaaraeiPaTaMabuiÖi>a" )) 31 ))

yathā nabhasi meghaugho
reṇur vā pārthivo ’nile
evaṁ draṣṭari dṛśyatvam
āropitam abuddhibhiḥ

yathā—tal como es; nabhasi—en el cielo; megha-oghaḥ—una masa de nubes; reṇuḥ—polvo; —así como también; pārthivaḥ—turbulencia; anile—en el aire; evam—de esa manera; draṣṭari—al que ve; dṛśyatvam—con el propósito de ver; āropitam—se supone; abuddhibhiḥ—por las personas poco inteligentes.

TRADUCCIÓN

Las nubes y el polvo son transportado por el aire, pero las personas poco inteligentes dicen que el cielo está nublado y que el aire está sucio. De forma similar, ellas también le atribuyen conceptos materiales y corporales al ser espiritual.

                                                                 SIGNIFICADO                        

Aquí se confirma, además, que con nuestros ojos y sentidos materiales no podemos ver al Señor, el cual es todo espíritu. Ni siquiera podemos detectar la chispa espiritual que existe dentro del cuerpo material del ser viviente. Nosotros miramos la cobertura externa del cuerpo o la mente sutil del ser viviente, pero no podemos ver la chispa espiritual que está dentro del cuerpo. Así que tenemos que aceptar la presencia del ser viviente en virtud de la presencia de su cuerpo burdo. De igual manera, a aquellos que quieren ver al Señor con sus actuales ojos materiales o con los sentidos materiales, se les aconseja meditar en el gigantesco aspecto externo denominado virāṭ-rūpa. Por ejemplo, cuando un cierto caballero va en su automóvil, el cual puede ser visto muy fácilmente, identificamos el automóvil con el hombre que va dentro. Cuando el Presidente sale en su carro particular, decimos: “Ahí está el Presidente.” Temporalmente, identificamos el automóvil con el Presidente. De igual modo, a los hombres poco inteligentes que quieren ver a Dios cuanto antes sin la aptitud necesaria para ello, se les muestra primero como la forma del Señor el gigantesco cosmos material, aunque el Señor está dentro y fuera. El ejemplo de las nubes del cielo y el azul del cielo puede ayudarnos a entender esto mejor. Aunque el tinte azulado del cielo y el propio cielo son diferentes, creemos que el color del cielo es azul. Pero ése es un concepto general, únicamente para el profano. (S.B. 1º, Cap. 3, V. 31, págs. 158-159).

Analogía del camello y el materialista: 

TEXT 3

Ya" SvaNau>aavMai%l/é[uiTaSaarMaek-‚
MaDYaaTMadqPaMaiTaiTaTaqzRTaa& TaMaae_NDaMa( )
Sa&Saair<aa& k-å<aYaah Paura<aGauù&
Ta& VYaaSaSaUNauMauPaYaaiMa Gauå& MauNaqNaaMa( )) 3 ))

yaḥ svānubhāvam akhila-śruti-sāram ekam
adhyātma-dīpam atititīrṣatāṁ tamo ’ndham
saṁsāriṇāṁ karuṇayāha purāṇa-guhyaṁ
taṁ vyāsa-sūnum upayāmi guruṁ munīnām

yaḥ—aquel que; sva-anubhāvam—asimilado por uno mismo [experimentado]; akhila—por todas partes; śruti—los Vedas; sāram—crema; ekam—el único; adhyātma—trascendental; dīpam—antorcha; atititīrṣatām—deseando superar; tamaḥ andham—la muy oscura existencia material; saṁsāriṇām—de los hombres materialistas; karuṇayā—por misericordia sin causa; āha—dijo; purāṇa—suplemento de los Vedas; guhyam—muy confidencial; tam—a él; vyāsa-sūnum—el hijo de Vyāsadeva; upayāmi—permítaseme ofrecer mis reverencias; gurum—el maestro espiritual; munīnām—de los grandes sabios.

TRADUCCIÓN

Permítaseme ofrecerle mis respetuosas reverencias a él (Śuka), el maestro espiritual de todos los sabios, el hijo de Vyāsadeva, quien, por su gran compasión para con esa gente muy materialista que lucha por atravesar las regiones más oscuras de la existencia material, habló este suplemento muy confidencial de la crema del conocimiento védico, después de haberlo asimilado personalmente por la experiencia.

SIGNIFICADO

En esta oración, Śrīla Sūta Gosvāmī prácticamente resume toda la introducción de El Śrīmad-Bhāgavatam. El Śrīmad-Bhāgavatam es el comentario natural y complementario de los Vedānta-sūtras, o los Brahma-sūtras, fueron recopilados por Vyāsadeva con miras a presentar únicamente la crema del conocimiento védico. El Śrīmad-Bhāgavatam es el comentario natural acerca de esa crema. Śrīla Śukadeva Gosvāmī era un maestro que había comprendido perfectamente El Vedānta-sūtra, y, por ende, también había comprendido personalmente el comentario, El Śrīmad-Bhāgavatam. Y tan sólo para conferirles su ilimitada misericordia a los confundidos hombres materialistas que quieren cruzar por completo la nesciencia, recitó por vez primera este conocimiento confidencial.

Argüir que un hombre materialista puede ser feliz, carece de sentido. Ninguna criatura materialista - ya sea el gran Brahmā o una insignificante hormiga - puede ser feliz. Todo el mundo trata de hacer un plan permanente en aras de la felicidad, pero las leyes de la naturaleza material hacen que todo el mundo fracase. Por lo tanto, el mundo materialista se denomina la región más oscura de la creación de Dios. Sin embargo, los infelices materialistas pueden salirse de él simplemente con desearlo. Desafortunadamente, son tan necios, que no quieren escaparse. Debido a eso, se dice que se asemajan al camello, al cual le encantan las ramas espinosas, porque le gusta el sabor de las ramas mezcladas con sangre. Él no se da cuenta de que se trata de su propia sangre y de que su lengua está siendo rasgada por las espinas. De igual manera, para el materialista, su propia sangre es tan dulce como la miel, y aunque está siempre acosado pro sus propias creaciones materiales, no desea escaparse. Dichos materialistas reciben el nombre de karmīs. De cientos de miles de karmīs, sólo unos cuantos puede que se sientan cansados de estar dedicados a lo material y deseen salirse del laberinto. Esas personas inteligentes reciben el nombre de jñānīs. El Vedānta-sūtra está dirigido a dichos jñānīs. Pero Śrīla Vyāsadeva, siendo la encarnación del Señor Supremo, pudo prever que hombres inescrupulosos harían mal uso de El Vedānta-sūtra, y, por lo tanto, complementó personalmente El Vedānta-sūtra con El Bhāgavata Purāṇa. Se dice claramente que este Bhāgavatam es el comentario original acerca de los Brahma-sūtras. Śrīla Vyāsadeva también le enseñó el Bhāgavatam a su propio hijo, Śrīla Śukadeva Gosvāmī, el cual ya se encontraba en la etapa liberada de la trascendencia. Śrīla Śukadeva Gosvāmī lo comprendió personalmente y luego lo explicó. Por la misericordia de Śrīla Śukadeva, El Bhāgavata-vedānta-sūtra está disponible para todas aquellas almas sinceras que quieren salirse de la existencia material.

El Śrīmad-Bhāgavatam es el único comentario sin rival acerca de El Vedānta-sūtra, Śrīpāda Śaṅkarācārya intencionalmente evitó tocarlo, porque sabía que le sería difícil superar el comentario natural. Él escribió su Śārīraka-bhāṣya, y sus supuestos seguidores despreciaron el Bhāgavatam, diciendo que era una presentación “nueva”. Uno no debe dejarse desencaminar por esa clase de propaganda que la escuela māyāvāda dirige en contra del Bhāgavatam. Este śloka introductorio le hace saber al estudiante neófito, que El Śrīmad-Bhāgavatam es la única obra literaria trascendental que está hecha para aquellos que son paramahaṁsas y que están completamente libres de la enfermedad material llamada malicia. Los māyāvādīs están envidiosos de la Personalidad de Dios, a pesar de que Śrīpāda Śaṅkarācārya admitió que Nārāyaṇa, la Personalidad de Dios, está por encima de la creación material. El envidioso māyāvādī no puede tener acceso al Bhāgavatam, pero aquellos que están verdaderamente ansiosos de salirse de esta existencia material pueden refugiarse en este Bhāgavatam, pues lo profiere el liberado Śrīla Śukadeva Gosvāmī. El Śrīmad-Bhāgavatam es la antorcha trascendental mediante la cual uno puede ver perfectamente la trascendental Verdad Absoluta, que se comprende como Brahman, Paramātmā y Bhagavān. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 3, págs. 79-81).

Analogía del carpintero y Nṛsiṁhadeva: 

TEXTO 18

cTaudRXa& NaariSa&h& ib>a]ÕETYaeNd]MaUiJaRTaMa( )
ddar k-rJaEæraverk-a& k-$=k*-ÛQaa )) 18 ))

caturdaśaṁ nārasiṁhaṁ
bibhrad daityendram ūrjitam
dadāra karajair ūrāv
erakāṁ kaṭa-kṛd yathā

caturdaśam—la decimocuarta en la línea; nāra-siṁham—la encarnación del Señor como mitad hombre y mitad león; bibhrat—apareció; daitya-indram—el rey de los ateos; ūrjitam—de constitución fuerte; dadāra—bifurcó; karajaiḥ—con las uñas; ūrau—en el regazo; erakām—cañas; kaṭa-kṛt—carpintero; yathā—así como.

TRADUCCIÓN

En la decimocuarta encarnación, el Señor apareció como Nṛsiṁha, y con Sus uñas bifurcó el fuerte cuerpo del ateo Hiraṇyakaśipu, tal como un carpintero corta la caña. (S.B. 1º, Cap. 3, V. 18, págs. 143-144)

Analogía del cielo “azul” y la forma universal: 

TEXTO 31

YaQaa Na>aiSa MaegaaEgaae re<auvaR PaaiQaRvae_iNale/ )
Wv& d]íir d*XYaTvMaaraeiPaTaMabuiÖi>a" )) 31 ))

yathā nabhasi meghaugho
reṇur vā pārthivo ’nile
evaṁ draṣṭari dṛśyatvam
āropitam abuddhibhiḥ

yathā—tal como es; nabhasi—en el cielo; megha-oghaḥ—una masa de nubes; reṇuḥ—polvo; —así como también; pārthivaḥ—turbulencia; anile—en el aire; evam—de esa manera; draṣṭari—al que ve; dṛśyatvam—con el propósito de ver; āropitam—se supone; abuddhibhiḥ—por las personas poco inteligentes.

TRADUCCIÓN

Las nubes y el polvo son transportado por el aire, pero las personas poco inteligentes dicen que el cielo está nublado y que el aire está sucio. De forma similar, ellas también le atribuyen conceptos materiales y corporales al ser espiritual.

                                                                 SIGNIFICADO                        

Aquí se confirma, además, que con nuestros ojos y sentidos materiales no podemos ver al Señor, el cual es todo espíritu. Ni siquiera podemos detectar la chispa espiritual que existe dentro del cuerpo material del ser viviente. Nosotros miramos la cobertura externa del cuerpo o la mente sutil del ser viviente, pero no podemos ver la chispa espiritual que está dentro del cuerpo. Así que tenemos que aceptar la presencia del ser viviente en virtud de la presencia de su cuerpo burdo. De igual manera, a aquellos que quieren ver al Señor con sus actuales ojos materiales o con los sentidos materiales, se les aconseja meditar en el gigantesco aspecto externo denominado virāṭ-rūpa. Por ejemplo, cuando un cierto caballero va en su automóvil, el cual puede ser visto muy fácilmente, identificamos el automóvil con el hombre que va dentro. Cuando el Presidente sale en su carro particular, decimos: “Ahí está el Presidente.” Temporalmente, identificamos el automóvil con el Presidente. De igual modo, a los hombres poco inteligentes que quieren ver a Dios cuanto antes sin la aptitud necesaria para ello, se les muestra primero como la forma del Señor el gigantesco cosmos material, aunque el Señor está dentro y fuera. El ejemplo de las nubes del cielo y el azul del cielo puede ayudarnos a entender esto mejor. Aunque el tinte azulado del cielo y el propio cielo son diferentes, creemos que el color del cielo es azul. Pero ése es un concepto general, únicamente para el profano. (S.B. 1º, Cap. 3, V. 31, págs. 158-159).

Analogía del cielo nublado o sucio y el virāṭ-rūpa: 

TEXTO 30

WTad]UPa& >aGavTaae ùæPaSYa icdaTMaNa" )
MaaYaaGau<aEivRricTa& Mahdaidi>araTMaiNa )) 30 ))

etad rūpaṁ bhagavato
hy arūpasya cid-ātmanaḥ
māyā-guṇair viracitaṁ
mahadādibhir ātmani

etat—todas estas; rūpam—formas; bhagavataḥ—del Señor; hi—indudablemente; arūpasya—de aquel que no tiene forma material; cit-ātmanaḥ—de la trascendencia; māyā—la energía material; guṇaiḥ—mediante las cualidades; viracitam—fabricado; mahat-ādibhiḥ—con los ingredientes de la materia; ātmani—en el ser.

TRADUCCIÓN

El concepto de la forma virāṭ del Señor, o la forma universal, tal como aparece en el mundo material, es imaginario. Su objeto es permitirles a los pocos inteligentes (y neófitos) que se adapten a la idea de que el Señor tiene forma. Pero, de hecho, el Señor no tiene forma material.

SIGNIFICADO

El concepto del Señor conocido como el viśva-rūpa o el virāṭ-rūpa, adrede no se menciona junto con las diversas encarnaciones del Señor, porque todas las encarnaciones del Señor que se mencionaron ateriormente son trascendentales, y no hay en sus cuerpos ni un solo vestigio de materialismo. No hay en ellas ninguna diferencia entre el cuerpo y el ser, como la hay en el alma condicionada. El virāṭ-rūpa se concibe para aquellos que son sólo adoradores neófitos. El virāṭ-rūpa material se presenta para ellos, y será explicado en el Segundo Canto. En el virāṭ-rūpa, las manifestaciones materiales de los diferentes planetas se han concebido como Sus piernas, manos, etc. En verdad, todas esas clases de descripciones son para los neófitos. Los neófitos no pueden concebir nada más allá de la materia. El concepto material del Señor no se cuenta en la lista de Sus formas reales. Como Paramātmā, o la Superalma, el Señor está dentro de todas y cada una de las formas materiales, incluso dentro de los átomos; pero la forma material externa no es sino una imaginación, tanto para el Señor como para el ser viviente. Las formas actuales de las almas condicionadas tampoco son verdaderas. Se concluye, entonces, que el concepto material del cuerpo del Señor como virāṭ, es imaginario. Tanto el Señor como los seres vivientes son espíritus vivientes, y tienen cuerpos espirituales originales. (S.B. 1º, Cap. 3, V. 30, págs. 157-158).

TEXTO 31

YaQaa Na>aiSa MaegaaEgaae re<auvaR PaaiQaRvae_iNale/ )
Wv& d]íir d*XYaTvMaaraeiPaTaMabuiÖi>a" )) 31 ))

yathā nabhasi meghaugho
reṇur vā pārthivo ’nile
evaṁ draṣṭari dṛśyatvam
āropitam abuddhibhiḥ

yathā—tal como es; nabhasi—en el cielo; megha-oghaḥ—una masa de nubes; reṇuḥ—polvo; —así como también; pārthivaḥ—turbulencia; anile—en el aire; evam—de esa manera; draṣṭari—al que ve; dṛśyatvam—con el propósito de ver; āropitam—se supone; abuddhibhiḥ—por las personas poco inteligentes.

TRADUCCIÓN

Las nubes y el polvo son transportado por el aire, pero las personas poco inteligentes dicen que el cielo está nublado y que el aire está sucio. De forma similar, ellas también le atribuyen conceptos materiales y corporales al ser espiritual.

                                                                 SIGNIFICADO                        

Aquí se confirma, además, que con nuestros ojos y sentidos materiales no podemos ver al Señor, el cual es todo espíritu. Ni siquiera podemos detectar la chispa espiritual que existe dentro del cuerpo material del ser viviente. Nosotros miramos la cobertura externa del cuerpo o la mente sutil del ser viviente, pero no podemos ver la chispa espiritual que está dentro del cuerpo. Así que tenemos que aceptar la presencia del ser viviente en virtud de la presencia de su cuerpo burdo. De igual manera, a aquellos que quieren ver al Señor con sus actuales ojos materiales o con los sentidos materiales, se les aconseja meditar en el gigantesco aspecto externo denominado virāṭ-rūpa. Por ejemplo, cuando un cierto caballero va en su automóvil, el cual puede ser visto muy fácilmente, identificamos el automóvil con el hombre que va dentro. Cuando el Presidente sale en su carro particular, decimos: “Ahí está el Presidente.” Temporalmente, identificamos el automóvil con el Presidente. De igual modo, a los hombres poco inteligentes que quieren ver a Dios cuanto antes sin la aptitud necesaria para ello, se les muestra primero como la forma del Señor el gigantesco cosmos material, aunque el Señor está dentro y fuera. El ejemplo de las nubes del cielo y el azul del cielo puede ayudarnos a entender esto mejor. Aunque el tinte azulado del cielo y el propio cielo son diferentes, creemos que el color del cielo es azul. Pero ése es un concepto general, únicamente para el profano. (S.B. 1º, Cap. 3, V. 31, págs. 158-159).

Analogía del fuego y la conciencia divina: 

TEXTO 32

YaQaa ùvihTaae viṭdaRåZvek-" SvYaaeiNazu )
NaaNaev >aaiTa ivìaTMaa >aUTaezu c TaQaa PauMaaNa( )) 32 ))

yathā hy avahito vahnir
dāruṣv ekaḥ sva-yoniṣu
nāneva bhāti viśvātmā
bhūteṣu ca tathā pumān

yathā—tanto como; hi—exactamente igual que; avahitaḥ—sobrecargado de; vahniḥ—fuego; dāruṣu—en la madera; ekaḥ—uno; sva-yoniṣu—la fuente de la manifestación; nānā iva—como entidades diferentes; bhāti—ilumina; viśva-ātmā—el Señor en la forma de Paramātmā; bhūteṣu—en la estidades vivientes; ca—y; tathā—de la misma manera; pumān—la Personalidad Absoluta.

TRADUCCIÓN

El Señor, en forma de la Superalma, se difunde por todas las cosas, tal como el fuego se difunde por la madera, y por eso Él parece ser muy variado, aunque es la persona absoluta que no tiene igual.

SIGNIFICADO

El Señor Vāsudeva, la Suprema Personalidad de Dios, mediante una de Sus partes plenarias, se expande por todo el mundo material, y Su existencia puede percibirse incluso dentro de la energía atómica. La materia, la antimateria, el protón, el neutrón, etc., son todos efectos diferentes del aspecto Paramātmā del Señor. Así como puede hacerse que el fuego se manifieste de entre la madera, o como puede hacerse mantequilla de batir la leche, así mismo la presencia del Señor como Paramātmā puede sentirse mediante el proceso de oír y cantar legítimamente acerca de los temas trascendentales que en especial se tratan en las Escrituras védicas, tales como los Upaniṣads y el Vedānta. El Śrīmad-Bhāgavatam es la explicación genuina de esas Escrituras védicas. El Señor puede ser comprendido por medio de la recepción auditiva del mensaje trascendental, y ésa es la única manera de experimentar el tema trascendental. Así como el fuego se enciende en la madera mediante otro fuego, de forma similar la conciencia divina de un hombre puede ser encendida mediante otra gracia divina. Su Divina Gracia el maestro espiritual puede encender el fuego espiritual en la entidad viviente cual madera, al impartir mensajes espirituales apropiados que se inyectan a través del oído receptivo. Por lo tanto, es necesario que uno se acerque al maestro espiritual correcto únicamente con oídos receptivos, y de esa forma se llega a comprender de modo gradual la existencia divina. La diferencia entre lo animal y lo humano radica sólo en este proceso. Un ser humano puede oír de la manera correcta, mientras que un animal no puede hacerlo. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 32, págs. 120-121).

Analogía del requesón y la devoción por el Señor: 

TEXT 8

Ta*TaqYaMa*izSaGa| vE devizRTvMauPaeTYa Sa" )
TaN}a& SaaTvTaMaací NaEZk-MYa| k-MaR<aa& YaTa" )) 8 ))

tṛtīyam ṛṣi-sargaṁ vai
devarṣitvam upetya saḥ
tantraṁ sātvatam ācaṣṭa
naiṣkarmyaṁ karmaṇāṁ yataḥ

tṛtīyam—la tercera; ṛṣi-sargam—el milenio de los ṛṣis; vai—indudablemente; devarṣitvam—la encarnación del ṛṣi entre los semidioses; upetya—habiendo asumido; saḥ—él; tantram—exposición de los Vedas; sātvatam—que está hecho especialmente para el servicio devocional; ācaṣṭa—reunió; naiṣkarmyam—no fruitivo; karmaṇām—de trabajo; yataḥ—del cual;.

TRADUCCIÓN

En el milenio de los ṛṣis, la Personalidad de Dios asumió la tercera encarnación apoderada, en la forma de Devarṣi Nārada, quien es un gran sabio entre los semidioses. Él reunió exposiciones de los Vedas que tratan del servicio devocional y que inspiran la acción no fruitiva.

SIGNIFICADO

El gran Rṣi Nārada, que es una encarnación apoderada de la Personalidad de Dios, propaga el servicio devocional por todo el universo. Todos los grandes devotos del Señor de todo el universo y de diferentes planetas y especies de vida, sin discípulos de él. Śrīla Vyāsadeva, el recopilador de El Srimad-Bhāgavatam, es también uno de sus discípulos. Nārada es el autor de El Nārada-pañcarātra, que es la exposición de los Vedas particularmente dedicada al servicio devocional del Señor. Este Nārada-pañcarātra prepara a los karmīs, o trabajadores fruitivos, para que logren liberarse del cautiverio del trabajo fruitivo. Las almas condicionadas están principalmente atraídas por el trabajo fruitivo, debido a que quieren disfrutar de la vida con el sudor de su propia frente. Todo el universo está lleno de trabajadores fruitivos en todas las especies de vida. Los trabajos fruitivos incluyen todas las clases de planes de desarrollo económico. Pero la ley de la naturaleza estipula que cada acción tiene su reacción resultante, y el ejecutor del trabajo está atado por dichas reacciones, ya sean éstas buenas o malas. La reacción del trabajo malo es la aflicción material relativa. Pero las condiciones materiales, bien sea en la supuesta felicidad o en la supuesta aflicción, tienen todas en definitiva la finalidad de sólo hacer sufrir. Los necios materialistas no tienen información alguna de cómo obtener felicidad eterna en el estado no condicionado. Śrī Nārada les informa a esos necios trabajadores fruitivos cómo hacer realidad el aspecto verdadero de la felicidad. Él les da indicaciones a los enfermos hombres del mundo de cómo su ocupación actual puede conducirlos a la senda de la emancipación espiritual. El médico le indica al paciente que tome leche preparada en la forma de cuajada, si sufre de una indigestión causada por haber ingerido otra preparación láctea. Así que la causa y el remedio de la enfermedad puede que sean iguales, pero la enfermedad debe ser tratada por un médico tan experto como Nārada. El Bhagavad-gītā también da la misma solución, es decir, servir al Señor mediante los frutos de la labor de uno. Eso lo llevará a uno a la senda de naiṣkarmya, o la liberación. (S.B. 1º, Cap. 3, V. 8, págs. 135-136).

Analogía de la electricidad y la energía del Señor: 

TEXT 20

wd& ih ivì& >aGavaiNaveTarae
YaTaae JaGaTSQaaNaiNaraeDaSaM>ava" )
TaiÖ SvYa& ved >ava&STaQaaiPa Tae
Pa[adeXaMaa}a& >avTa" Pa[diXaRTaMa( )) 20 ))

idaṁ hi viśvaṁ bhagavān ivetaro
yato jagat-sthāna-nirodha-sambhavāḥ
tad dhi svayaṁ veda bhavāṁs tathāpi te
prādeśa-mātraṁ bhavataḥ pradarśitam

idam—este; hi—todo; viśvam—cósmos; bhagavān—el Señor Supremo; iva—prácticamente el mismo; itaraḥ—diferente de; yataḥ—de quien; jagat—los mundos; sthāna—existen; nirodha—aniquilación; sambhavāḥ—creación; tat hi—todo acerca de; svayam—personalmente; veda—sabe; bhavān—tu buena persona; tathā api—aun así; te—a ti; prādeśa-mātram—sólo una sinopsis; bhavataḥ—a ti; pradarśitam—explicado.

TRADUCCIÓN

El propio Señor Supremo, la Personalidad de Dios, es este cosmos, y aun así está apartado de él. Esta manifestación cósmica ha emanado de Él únicamente, descansa en Él, y entra en Él después de la aniquilación. Tu buena persona conoce todo lo relacionado con esto. Yo sólo he dado una sinopsis.

SIGNIFICADO

Para un devoto puro, el concepto de Mukunda, el Señor Śrī Kṛṣṇa, es tanto personal como impersonal. La situación cósmica impersonal también es Mukunda, por ser la emanación de la energía de Mukunda. Por ejemplo, un árbol es una unidad completa, mientras que las hojas y las ramas del árbol son partes integrales que han emanado de él. Las hojas y ramas del árbol son también árbol, pero el árbol en sí no es ni las hojas ni las ramas. La versión védica de que toda la creación cósmica no es más que Brahman, significa que como todo emana del Brahman Supremo, nada está aparte de Él. De igual manera, las manos y las piernas, que son partes integrales del cuerpo, se denominan el cuerpo, pero éste como una unidad completa no es ni las manos ni las piernas. El Señor es la forma trascendental de la eternidad, el conocimiento y la belleza. Y, por ende, la creación de la energía del Señor parece ser parcialmente eterna, estar colmado de conocimiento y también ser hermosa. Por consiguiente, las cautivadas almas condicionadas que se hallan bajo la influencia de la energía externa, māyā, están atrapadas en la red de la naturaleza material. Ellas aceptan esto como lo máximo que existe, pues no tienen información alguna acerca del Señor, quien es la causa primordial. Ni tampoco tienen ellas información de que las partes integrales del cuerpo, al estar desprendidas del cuerpo entero, dejan de ser la misma mano o pierna que son cuando están unidas al cuerpo. De igual manera, una civilización atea, desprendida del amoroso servicio trascendental de la Suprema Personalidad de Dios, es exactamente igual que una mano o pierna desprendida. Esas partes integrales pueden que parezcan manos y piernas, pero no tienen eficacia alguna. El devoto del Señor, Śrīla Vyāsadeva, sabe muy bien eso. Śrīla Nārada le aconseja además que expanda la idea, de manera que las atrapadas almas condicionadas puedan recibir lecciones de él, para que lleguen a entender que el Señor Supremo es la causa primordial.

Según la versión védica, el Señor es plenamente poderoso por naturaleza, y, en consecuencia, Sus energías supremas siempre son perfectas e idénticas a Él. Tanto el cielo material como el espiritual, así como también sus enseres, son emanaciones de las energías interna y externa del Señor. La energía externa es comparativamente inferior, mientras que la potencia interna es superior. La energía superior es fuerza viviente, y, por lo tanto, ella es completamente idéntica; pero la energía externa, siendo inerte, es parcialmente idéntica. Mas, ninguna de las dos energías es ni igual ni más grande que el Señor, quien es el generador de todas las energías; dichas energías se encuentran siempre bajo Su control, tal como la energía eléctrica, que, por poderosa que sea, se halla siempre bajo el control del ingeniero.

El ser humano y todos los demás seres vivientes son productos de Sus energías internas. Así pues, el ser viviente también es idéntico al Señor. Pero él nunca es igual ni superior a la Personalidad de Dios. El Señor y los seres vivientes son todos personas individuales. Con la ayuda de las energías materiales, los seres vivientes también crean algo, pero ninguna de sus creaciones son iguales ni superiores a las creaciones del Señor. Puede que el ser humano cree un pequeño sputnik de juguete y lo lance al espacio sideral, pero eso no significa que pueda crear un planeta como la Tierra o la Luna y hacerlo flotar en el aire, como lo hace el Señor. Hombres con un escaso acopio de conocimiento dicen ser iguales al Señor. Ellos nunca son iguales al Señor. Eso nunca ocurrirá. El ser humano, después de lograr la perfección completa, puede que obtenga un gran porcentaje de las cualidades del Señor (digamos que hasta un setenta y ocho por ciento), pero nunca es posible sobrepasar al Señor o volverse igual a Él. Sólo en una condición enferma, la persona necia dice ser uno con el Señor, y por eso es engañada por la energía ilusoria. En consecuencia, los seres vivientes engañados deben aceptar la supremacía del Señor y acceder a prestarle a Él un servicio amoroso. Para eso han sido creados. Sin esto no puede haber ninguna paz ni tranquilidad en el mundo. Śrīla Nārada le aconseja a Śrīla Vyāsadeva que expanda esa idea en el Bhāgavatam. En El Bhagavad-gītā también se explica la misma idea: entregarse por completo a los pies de loto del Señor. Ése es el único deber e interés del ser humano perfecto. (S.B. 1º, Cap. 5, V. 20, págs. 232-234).

Analogía del estómago y el Señor: 

TEXTO 14

TaTaae_NYaQaa ik-ÄNa YaiÜv+aTa"
Pa*QaGd*XaSTaTk*-TaæPaNaaMai>a" )
Na k-ihRicTKvaiPa c du"iSQaTaa MaiTa‚
lR/>aeTa vaTaahTaNaaEirvaSPadMa( )) 14 ))

tato ’nyathā kiñcana yad vivakṣataḥ
pṛthag dṛśas tat-kṛta-rūpa-nāmabhiḥ
na karhicit kvāpi ca duḥsthitā matir
labheta vātāhata-naur ivāspadam

tataḥ—de eso; anyathā—aparte; kiñcana—algo; yat—todo lo que; vivakṣataḥ—deseando describir; pṛthak—separadamente; dṛśaḥ—visión; tat-kṛta—reacciona ante eso; rūpa—forma; nāmabhiḥ—mediante nombres; na karhicit—nunca; kvāpi—cualquier; ca—y; duḥsthitā matiḥ—mente oscilante; labheta—gana; vāta-āhata—perturbado por el viento; nauḥ—bote; iva—como; āspadam—lugar.

TRADUCCIÓN

Todo lo que quieras describir que sea de una visión que se aparte del Señor, simplemente reacciona, con diferentes formas, nombres y resultados, de manera de agitar la mente, tal como el viento agita un bote que no tiene un lugar en que apoyarse.

SIGNIFICADO

Śrī Vyāsadeva es el editor de todas las clases de Escrituras védicas, y por eso él ha descrito la comprensión trascendental de diferentes maneras, a saber, mediante las activiades fruitivas, el conocimiento especulativo, el poder místico y el servicio devocional. Además de eso, en sus diversos Purāṇas, él ha recomendado la adoración de muchísimos semidioses con diferentes formas y nombres. El resultado de ello es que la generalidad de la gente está intrigada en cuanto a cómo fijar la mente en el servicio del Señor; ello siempre están preocupados por encontrar el verdadero sendero de la autorrelización. Śrīla Nāradadeva está recalcando ese defecto en particular de las Escrituras védicas recopiladas por Vyāsadeva, y, en consecuencia, está tratando de enfatizar que todo debe describirse en relación con el Señor Supremo, y nadie más. En efecto, nada existe con excepción del Señor. El Señor se manifiesta en diferentes expansiones. Él es la raíz de todo el árbol. Él es el estómago de todo el cuerpo. Verter agua en la raíz es el proceso correcto para regar el árbol, de la misma manera en que alimentar el estómago le suministra energía a todas las partes del cuerpo. De manera que, Śrīla Vyāsadeva no debió haber recopilado ningún otro Purāṇa más que El Bhāgavatam Purāṇa, debido a que apartarse de ello ligeramente puede crear estragos en la autorrealización. Si una ligera desviación puede crear un estrago tal, entonces ni hablar de la deliberada expansión de las ideas que están separadas de la Absoluta Verdad y Personalidad de Dios. La parte mas defectuosa de la adoración de los semidioses consiste en que crea una concepción definida de panteísmo, lo cual termina desastrosamente en muchas sectas religiosas que van en detrimento del progreso de los principios del Bhāgavatam. Y éstos últimos son los únicos que pueden proporcionar la dirección precisa para la autorrealización en una relación eterna con la Personalidad de Dios, por medio del servicio devocional con amor trascendental. El ejemplo del bote que es perturbado por un torbellino es idóneo a este respecto. La desviada mente del panteísta nunca puede llegar a la perfección de la autorrealización, debido a la perturbada condición de la selección del objeto. (S.B. 1º, Cap. 5, V. 14, págs. 222-224).

Analogía del juez y brahma-bandhus: 

TEXTO 35

MaENa& PaaQaaRhRiSa }aaTau& b]øbNDauiMaMa& Jaih )
Yaae_SaavNaaGaSa" SauáaNavDaqiàiXa bal/k-aNa( )) 35 ))

mainaṁ pārthārhasi trātuṁ
brahma-bandhum imaṁ jahi
yo ’sāv anāgasaḥ suptān
avadhīn niśi bālakān

mā enam—nunca a él; pārtha—¡oh, Arjuna!; arhasi—has de; trātum—liberar; brahma-bandhum—un pariente de un brāhmaṇa; imam—él; jahi—mata; yaḥ—él (quien ha); asau—esos; anāgasaḥ—sin culpa; suptān—mientras dormían; avadhīt—mató; niśi—de noche; bālakān—los niños.

TRADUCCIÓN

El Señor Śrī Kṛṣṇa dijo: ¡Oh, Arjuna!, no debes exhibir misericordia y liberar a este familiar de un brāhmaṇa (brahma-bandhu), pues él ha matado a unos niños inocentes mientras dormían.

SIGNIFICADO

La palabra brahma-bandhu es significativa. A una persona que por alguna razón nace en la familia de un brāhmaṇa pero que no es apta para recibir el nombre de brāhmaṇa, se le da el tratamiento de pariente de un brāhmaṇa, y no de brāhmaṇa. El hijo de un juez de un tribunal superior no es de hecho un juez del tribunal, pero no hay nada de malo en referirse a él como familiar del Honorable Magistrado. Por consiguiente, así como uno no se convierte en juez del tribunal superior sólo en virtud del nacimiento, así mismo uno no se convierte en brāhmaṇa simplemente por derecho de nacimiento, sino mediante la adquisición de las cualidades esenciales de un brāhmaṇa. Así como la magistratura del tribunal superior es un puesto que se le da al hombre capacitado, así mismo el puesto de brāhmaṇa se obtiene únicamente por aptitud. El śāstra ordena que incluso si se ven buenas cualidades en una persona nacida en cualquier otra familia que no sea la de un brāhmaṇa, el hombre apto tiene que ser aceptado como brāhmaṇa, e igualmente si una persona nacida en la familia de un brāhmaṇa está desprovista de la aptitud brahmínica, debe entonces ser tratada como un no-brāhmaṇa o, mejor dicho, como pariente de un brāhmaṇa. El Señor Śrī Kṛṣṇa, la autoridad suprema de todos los principios religiosos, los Vedas, ha señalado personalmente esas diferencias, y en los siguientes ślokas va a explicar la razón de ello. (S.B. 1º, Cap. 7, V. 35, págs. 332-333).

Analogía del hijo del rey, de los huérfanos, de los devotos del Señor y de los karmis: 

TEXTO 19

Na vE JaNaae JaaTau k-QaÄNaav]Jae‚
NMauku-NdSaeVYaNYavd® Sa&Sa*iTaMa( )
SMarNMauku-Ndax(ga]yuPaGaUhNa& PauNa‚
ivRhaTauiMaC^eà rSaGa]hae JaNa" )) 19 ))

na vai jano jātu kathañcanāvrajen
mukunda-sevy anyavad aṅga saṁsṛtim
smaran mukundāṅghry-upagūhanaṁ punar
vihātum icchen na rasa-graho janaḥ

na—nunca; vai—indudablemente; janaḥ—una persona; jātu—en cualquier momento; kathañcana—de una forma u otra; āvrajet—no experimenta; mukunda-sevī—el devoto del Señor; anyavat—como otros; aṅga—¡oh, querido mío!; saṁsṛtim—existencia material; smaran—recordando; mukunda-aṅghri—los pies de loto del Señor; upagūhanam—abrazando; punaḥ—de nuevo; vihātum—dispuesto a dejar; icchet—deseo; na—nunca; rasa-grahaḥ—aquel que ha saboreado la melosidad; janaḥ—persona.

TRADUCCIÓN

Mi querido Vyāsa, aun a pesar de que un devoto del Señor Kṛṣṇa a veces caiga de una forma u otra, indudablemente que no experimenta la existencia material como los demás (los trabajadores fruitivos, etc.), por que una persona que se ha deleitado una vez con el sabor de los pies de loto del Señor, no puede sino recordar ese éxtasis una y otra vez.

SIGNIFICADO

Un devoto del Señor automáticamente pierde interés en el encanto de la existencia material, debido a que él es rasa-graha, o alguién que ha probado la dulzura de los pies de loto del Señor Kṛṣṇa. Existen sin duda muchos casos en que devotos del Señor han caído a causa de una mala asociación, tal como los trabajadores fruitivos, que están siempre propensos a degradarse. Pero aunque el devoto caiga, nunca ha de ser considerado igual que un caído karmī. El karmī sufre el resultado de sus propias reacciones fruitivas, mientras que el devoto es reformado por medio de un castigo que el propio Señor dirige. Los sufrimientos de un huérfano y los sufrimientos del querido hijo de un rey no son exactamente iguales. El huérfano es verdaderamente pobre porque no tiene a nadie que cuide de él, pero el querido hijo de un hombre rico, aunque parezca estar en el mismo nivel que el huérfano, se halla siempre bajo la vigilancia de su apto padre. Un devoto del Señor, debido a la asociación equivocada, a veces imita a los trabajadores fruitivos. Los trabajadores fruitivos quieren enseñorearse del mundo material, y de la misma manera un devoto neófito piensa tontamente en acumular algún poder material a cambio del servicio devocional. A veces, el propio Señor pone en dificultades a esos devotos necios. Como un favor especial, puede que Él les quite todas las cosas materiales. Mediante una acción tal, el confundido devoto es abandonado por todos los amigos y familiares, y, en consecuencia, recobra de nuevo su buen juicio, por la misericordia del Señor, y es encaminado correctamente en la ejecución de su servicio devocional.

En El Bhagavad-gītā se dice también que esos devotos caídos reciben la oportunidad de nacer en una familia de brāhmaṇas altamente capacitados o en una familia de ricos mercaderes. Un devoto que está en una posición de esa índole, no es tan afortunado como aquel que es castigado por el Señor y puesto en una posición de aparente desamparo. El devoto que queda desamparado por la voluntad del Señor, es más afortunado que aquellos que nacen en buenas familias. Los devotos caídos que nacen en una buena familia puede que olviden los pies de loto del Señor, pues son poco afortunados; pero el devoto que es puesto en una condición desoladora es más afortunado, porque regresa rápidamente a los pies de loto del Señor, creyendo estar completamente desvalido.

El servicio devocional puro es tan delicioso en sentido espiritual, que de manera automática el devoto pierde interés en el disfrute material. Ése es el signo de la perfección en el servicio devocional progresivo. Un devoto puro recuerda continuamente los pies de loto del Señor Śrī Kṛṣṇa, y no lo olvida a Él ni por un momento, ni siquiera a cambio de toda la opulencia de los tres mundos. (S.B. 1º, Cap. 5, V. 19, págs. 230-232).

Analogía del hombre rico y de los devotos del Señor: 

TEXT 27

Wv& k*-Z<aMaTaeb]RøàaSa¢-SYaaMal/aTMaNa" )
k-al/" Pa[adur>aUTk-ale/ Tai@TSaaEdaMaNaq YaQaa )) 27 ))

evaṁ kṛṣṇa-mater brahman
nāsaktasyāmalātmanaḥ
kālaḥ prādurabhūt kāle
taḍit saudāmanī yathā

evam—así pues; kṛṣṇa-mateḥ—aquel que está plenamente absorto en pensar en Kṛṣṇa; brahman—¡oh, Vyāsadeva!; na—no; āsaktasya—de aquel que está apegado; amala-ātmanaḥ—aquel que está completamente libre de toda suciedad material; kālaḥ—muerte; prādurabhūt—hacerse visible; kāle—en el transcurso del tiempo; taḍit—relámpago; saudāmanī—iluminando; yathā—tal como es.

TRADUCCIÓN

Y así, ¡oh, Brāhmaṇa Vyāsadeva!, a su debido tiempo, yo, que estaba plenamente absorto en pensar en Kṛṣṇa y que por consiguiente no tenía apego alguno, estando completamente liberado de todas las manchas materiales, me encontré con la muerte, tal como el relámpago y la iluminación ocurren de manera simultánea.

SIGNIFICADO

Estar plenamente absorto en pensar en Kṛṣṇa implica la eliminación de los anhelos o suciedades materiales. Así como un hombre muy rico no anhela cosas pequeñas e insignificantes, así mismo un devoto del Señor Kṛṣṇa – el cual tiene garantizado su traslado al reino de Dios, donde la vida es eterna, plenamente consciente y bienaventurada -, de modo natural no anhela las insignificantes cosas materiales, que son como muñecas o sombras de la realidad, sin valor permanente. Ése es el signo característico de las personas enriquecidas espiritualmente. Y a su debido tiempo, cuando un devoto puro está completamente preparado, ocurre de súbito el cambio de cuerpo, comúnmente llamado muerte. Y para el devoto puro dicho cambio tiene lugar tal como el relámpago, y la iluminación aparece simultáneamente. Es decir, el devoto cambia su cuerpo material y desarrolla un cuerpo espiritual simultáneamente, por la voluntad del Supremo. Incluso antes de que llegue la muerte, el devoto puro no tiene ningún afecto material, ya que su cuerpo está espiritualizado tal como un hierro al rojo vivo en contacto con el fuego. (S.B. 1º, Cap. 6, V. 27, págs. 282-283).

Analogía de la piedra de toque y el servicio al Señor: 

TEXT 28

Pa[YauJYaMaaNae MaiYa Taa& éuÖa& >aaGavTaq& TaNauMa( )
AarBDak-MaRiNavaR<aae NYaPaTaTa( PaaÄ>aaEiTak-" )) 28 ))

prayujyamāne mayi tāṁ
śuddhāṁ bhāgavatīṁ tanum
ārabdha-karma-nirvāṇo
nyapatat pāñca-bhautikaḥ

prayujyamāne—habiendo sido otorgado; mayi—a mí; tām—ese; śuddhām—trascendental; bhāgavatīm—idóneo para asociarse con la Personalidad de Dios; tanum—cuerpo; ārabdha—adquirido; karma—trabajo fruitivo; nirvāṇaḥ—prohibitivo; nyapatat—dejar; pāñca-bhautikaḥ—cuerpo hecho de cinco elementos materiales.

TRADUCCIÓN

Habiéndose otorgado un cuerpo trascendental propio de un asociado de la Personalidad de Dios, abandoné el cuerpo hecho de cinco elementos materiales, y así cesaron todos los resultados fruitivos que yo había adquirido del trabajo (karma).

SIGNIFICADO

Informado por la Personalidad de Dios de que se le conferiría un cuerpo trascendental idóneo para asociarse con el Señor. Nārada obtuvo su cuerpo espiritual en cuanto dejó su cuerpo material. Ese cuerpo trascendental está libre de la atracción material y está dotado de tres cualidades trascendentales principales, es decir, es eterno, está libre de la influencia de las modalidades materiales, y está libre de las reacciones de las actividades fruitivas. Al cuerpo material siempre lo aflige la ausencia de esas tres cualidades. El cuerpo del devoto se recarga de inmediato de las cualidades trascendentales, tan pronto como el devoto se dedica al servicio devocional del Señor. Ello actúa como la influencia magnética que la piedra de toque ejerce sobre el hierro. La influencia del trascendental servicio devocional es así. Por lo tanto, cambio de cuerpo significa cese de la influencia que sobre el devoto puro ejerce la reacción de las tres modalidades cualitativas de la naturaleza material. Hay muchos ejemplos de estos en las Escrituras reveladas. Dhruva Mahārāja, Prahlāda Mahārāja y muchos otros devotos pudieron ver cara a cara a la Personalidad de Dios, aparentemente en el mismo cuerpo. Esto significa que la calidad del cuerpo del devoto cambia, pasando de lo material a la trascendencia. Ésa es la opinión de los Gosvāmīs autorizados que se encuentran en las Escrituras auténticas. En El Brahma-saṁhitā se dice que desde el germen indragopa hasta el gran Indra, el rey del cielo, todos los seres vivientes están sometidos a la ley del karma y están destinados a sufrir y disfrutar de los resultados fruitivos de su propio trabajo. Únicamente el devoto está exento de tales reacciones, por la misericordia sin causa de la autoridad suprema, la Personalidad de Dios. (S.B. 1º, Cap. 6, V. 28, págs. 283-284).

Analogía de la raíz del árbol y el Señor: 

TEXTO 14

TaTaae_NYaQaa ik-ÄNa YaiÜv+aTa"
Pa*QaGd*XaSTaTk*-TaæPaNaaMai>a" )
Na k-ihRicTKvaiPa c du"iSQaTaa MaiTa‚
lR/>aeTa vaTaahTaNaaEirvaSPadMa( )) 14 ))

tato ’nyathā kiñcana yad vivakṣataḥ
pṛthag dṛśas tat-kṛta-rūpa-nāmabhiḥ
na karhicit kvāpi ca duḥsthitā matir
labheta vātāhata-naur ivāspadam

tataḥ—de eso; anyathā—aparte; kiñcana—algo; yat—todo lo que; vivakṣataḥ—deseando describir; pṛthak—separadamente; dṛśaḥ—visión; tat-kṛta—reacciona ante eso; rūpa—forma; nāmabhiḥ—mediante nombres; na karhicit—nunca; kvāpi—cualquier; ca—y; duḥsthitā matiḥ—mente oscilante; labheta—gana; vāta-āhata—perturbado por el viento; nauḥ—bote; iva—como; āspadam—lugar.

TRADUCCIÓN

Todo lo que quieras describir que sea de una visión que se aparte del Señor, simplemente reacciona, con diferentes formas, nombres y resultados, de manera de agitar la mente, tal como el viento agita un bote que no tiene un lugar en que apoyarse.

SIGNIFICADO

Śrī Vyāsadeva es el editor de todas las clases de Escrituras védicas, y por eso él ha descrito la comprensión trascendental de diferentes maneras, a saber, mediante las activiades fruitivas, el conocimiento especulativo, el poder místico y el servicio devocional. Además de eso, en sus diversos Purāṇas, él ha recomendado la adoración de muchísimos semidioses con diferentes formas y nombres. El resultado de ello es que la generalidad de la gente está intrigada en cuanto a cómo fijar la mente en el servicio del Señor; ello siempre están preocupados por encontrar el verdadero sendero de la autorrelización. Śrīla Nāradadeva está recalcando ese defecto en particular de las Escrituras védicas recopiladas por Vyāsadeva, y, en consecuencia, está tratando de enfatizar que todo debe describirse en relación con el Señor Supremo, y nadie más. En efecto, nada existe con excepción del Señor. El Señor se manifiesta en diferentes expansiones. Él es la raíz de todo el árbol. Él es el estómago de todo el cuerpo. Verter agua en la raíz es el proceso correcto para regar el árbol, de la misma manera en que alimentar el estómago le suministra energía a todas las partes del cuerpo. De manera que, Śrīla Vyāsadeva no debió haber recopilado ningún otro Purāṇa más que El Bhāgavatam Purāṇa, debido a que apartarse de ello ligeramente puede crear estragos en la autorrealización. Si una ligera desviación puede crear un estrago tal, entonces ni hablar de la deliberada expansión de las ideas que están separadas de la Absoluta Verdad y Personalidad de Dios. La parte mas defectuosa de la adoración de los semidioses consiste en que crea una concepción definida de panteísmo, lo cual termina desastrosamente en muchas sectas religiosas que van en detrimento del progreso de los principios del Bhāgavatam. Y éstos últimos son los únicos que pueden proporcionar la dirección precisa para la autorrealización en una relación eterna con la Personalidad de Dios, por medio del servicio devocional con amor trascendental. El ejemplo del bote que es perturbado por un torbellino es idóneo a este respecto. La desviada mente del panteísta nunca puede llegar a la perfección de la autorrealización, debido a la perturbada condición de la selección del objeto. (S.B. 1º, Cap. 5, V. 14, págs. 222-224).

Analogía del Sol y Kṛṣṇa:  

TEXTO 23

TvMaaÛ" Pauåz" Saa+aadqìr" Pa[k*-Tae" Par" )
MaaYaa& VYaudSYa icC^¢-ya kE-vLYae iSQaTa AaTMaiNa )) 23 ))

tvam ādyaḥ puruṣaḥ sākṣād
īśvaraḥ prakṛteḥ paraḥ
māyāṁ vyudasya cic-chaktyā
kaivalye sthita ātmani

tvam ādyaḥ—Tú eres el original; puruṣaḥ—la personalidad disfrutadora; sākṣāt—directamente; īśvaraḥ—el controlador; prakṛteḥ—de la naturaleza material; paraḥ—trascendental; māyām—la energía material; vyudasya—alguien que ha echado a un lado; cit-śaktyā—a fuerza de potencia interna; kaivalye—con bienaventuranza y conocimiento eternos y puros; sthitaḥ—colocado; ātmani—propio ser.

TRADUCCIÓN

Tú eres la Personalidad de Dios original que se expande por todas las creaciones y que es trascendental a la energía material. Tú has anulado los efectos de la energía material a fuerza de Tu potencia espiritual. Tú siempre estás situado en el estado de bienaventuranza eterna y conocimiento trascendental.

SIGNIFICADO

El Señor dice en El Bhagavad-gītā que aquel que se entrega a los pies de loto de Él, puede liberarse de las garras de la nesciencia. Kṛṣṇa es como el Sol, y māyā, o la existencia material, es como la oscuridad. Dondequiera que está la luz del Sol, la oscuridad, o la ignorancia, desaparece de inmediato. Aquí se sugiere el mejor medio para salirse del mundo de la ignorancia. Al Señor se le refiere aquí como la Personalidad de Dios original. De Él se expanden todas las demás Personalidades de Dios. El Señor Viṣṇu que está dentro de todo es la porción plenaria, o expansión, del Señor Kṛṣṇa. El Señor se expande en innumerables formas de Dios y seres vivientes, junto con Sus diferentes energías. Pero Śrī Kṛṣṇa es el Señor original y primordial de quien todo emana. El aspecto omnipresente del Señor que se percibe dentro del mundo manifestado, es también una representación parcial del Señor. Paramātmā, por lo tanto, está incluido en Él. Él es la Absoluta Personalidad de Dios. Él no tiene nada que ver con las acciones y reacciones de la manifestación material, debido a que se encuentra muy por encima de la creación material. La oscuridad es una representación pervertida del Sol, y, por consiguiente, la existencia de la oscuridad depende de la existencia del Sol, pero en el Sol propiamente dicho no hay vestigio alguno de oscuridad. Así como el Sol está lleno únicamente de luz, de igual modo la absoluta Personalidad de Dios, más allá de la existencia material, está colmado de bienaventuranza. No sólo está Él colmado de bienaventuranza, sino que también está colmado de variedad trascendental. La trascendencia no es estática en absoluto, sino que más bien está colmada de una variedad dinámica. Él es distinto de la naturaleza material, que se complica con sus tres modalidades. Él es parama, o el principal, y, por ende, es absoluto. Él tiene multiples energías, y a través de Sus energías crea, manifiesta, mantiene y destruye el mundo material. Sin embargo, en Su propia morada, todo es eterno y absoluto. Al mundo no lo conducen las energías o los poderosos agentes por sí solos, sino el potente todopoderoso con todas las energías. (S.B. 1º, Cap. 7, V. 23, págs. 322-323).

Analogía de Srila Bhaktivedanta Swami Prabhupada:


juancas

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