viernes, 11 de septiembre de 2015

Argentina, "Día del Maestro" de Swami Padmanabha

Hoy me han llegado algunos saludos que me hicieron caer en cuenta que, al menos aquí en Argentina, hoy se celebra el "Día del Maestro"...
Naturalmente podemos, como con todo festejo o acontecimiento que llegue a nuestras vidas, hacer de esto un mero intercambio superficial, un evento social o familiar sin mayor trascendencia, una mención protocolar que no se ve acompañada de una profunda sustancia o, idealmente, volver incluso cada suceso insignificante en toda una excusa ideal para conectarnos con lo más excelso de lo excelso. Y el Día del Maestro no es una excepción a la regla.
Al recibir saludos y agradecimientos de estudiantes y personas que consideran que aprenden algo de mi persona, me veo naturalmente en la situación de preguntarme cómo abordar correctamente todo esto sin sucumbir al falso encanto de la glorificación, el aplauso y demás sub-productos que surjen del uno aceptar una posición de enseñanza o guía.
Naturalmente viene a mi mente la famosa frase de Srila B.R. Sridhara Maharaja: "Somos todos estudiantes, eternamente". Este tipo de conceptos nos enseñan qué significa realmente convertirse en un guru de algún tipo (pues a todos nos corresponde volvernos maestros de una forma u otra, en una situación u otra), y llegamos a la conclusión de que ser maestro significa ser estudiante. Buen estudiante. En última instancia, maestro y estudiante se convierten en sinónimos, pues un verdadero estudiante inevitablemente se convierte en maestro a través de su ejemplo y conducta ideales, así como de los preceptos que comparte en semejante contexto.
Muy en especial la idea de maestro se aplica ante todo al conocimiento espiritual, pues existen diversos tipos y niveles de maestros, pero aquellos que nos entreguen las enseñanzas más valiosas, permanentes y conectadas a nuestra necesidad real, se volverán naturalmente nuestros referentes más importantes en esta vida. Y es sólo sobre la base de dicho compromiso e intento de agradecimiento que uno acepta en cierta medida el rol de enseñar a otros, pues en definitiva enseñar a otros no es otra cosa que compartir todo aquello que ha llegado a uno por la gracia y enseñanza de toda una serie de maestros.
Así, aceptar volverse maestro significa incrementar el nivel de disciplina en uno mismo, volverse más y más discípulo. Pues para realmente ser guru y no perecer en el intento, uno debe ver a todos los demás como nuestros gurus. Y si poseo dicha visión, más que aceptar estudiantes o discípulos sólo sentiré que estoy aceptando más y más gurus, más y más almas que mi guru me envía para ocuparme responsablemente en su servicio. Y todo esto me hará sentirme más y más discípulo, quedando así protegidos del falso envanecimiento que siempre está a la orden del día.
Entonces, un día como hoy somos universalmente invitados a meditar y reflexionar con profunda introspección acerca de qué tan buenos estudiantes/maestros estamos siendo, qué tan fervientemente estamos anhelando representar nuestra escuela de pensamiento a través de palabra y precepto, y qué tan preocupados nos encontramos en recibir una mayor misericordia que nos permita involucrarnos más intensamente con los aspectos más profundos y confidenciales de la enseñanzas. Pues no olvidemos, somos estudiantes eternos, y más aún vinculado a una temática inacabable como lo es la espiritual, y de esta forma un verdadero maestro se sentirá siempre invitado a un nuevo nivel de experiencia y realización, y desde ya a luego compartir todo ello con plena disposición al sacrificio, humildad y valentía.
Aprovecho entonces esta oportunidad para agradecer a todos aquellos maestros que han marcado mi existencia y lo seguirán haciendo, muy en especial también a aquellas almas que en esta vida se consideran mis adversarios o me consideran a mí algo por el estilo, y que por ende a través de tal actitud me invitan a aplicar al máximo el sagrado tercer sloka del Siksastakam de Mahaprabhu, donde la plena humildad, tolerancia y respeto nos son concedidos como una condición irreversible para ocuparnso apropiadamente en nuestra práctica devocional. Así que muchas gracias a todos ellos, y oro por poder situarme cada día un poco más apropiadamente en todo lo que implica el ser un aspirante a maestro, y por ende más aún en todo lo que implica el convertirse en un buen discípulo y estudiante.
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    • Nicolás Huljich Por estas palabras y sus constantes demostraciones al respecto, creo estar plenamente en lo cierto al decirle: ¡Feliz día MAESTRO! Todas las glorias, vitatrones de amor, paz y rendicion inunden los corazones de usted y de Sripad BV Swami Giri Ji. Un enorme abrazo y reverencias a la distancia. Como siempre he considerado, la mejor forma de agradecer y honrar es mantenerse practicando (acar y pracar).
    • Luis Di Paula Feliz Dia Swamiji. El ser Maestro es enseñar y ser didactico asi la gente capta mejor las consignas de la enseñansa. Usted enseña asi no por el mero conocimiento libresco sino con su ejemplo, forma de ser y el amor que pone en hacerlo. Hare Krshna Gaura Premananda. Su sirviente

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