¿Por qué Krishna no se casó con Radha?
el sábado, 5 de febrero de 2011 a la(s) 17:28
__________Visuddha-sattva dasa
¿Por qué Krishna no se casó con Radha?
En vista de que muchas veces ha surgido esta pregunta entre los devotos, con sus distintas variantes, doy a continuación una explicación exhaustiva sobre este asunto, relacionado con los aspectos svakiya y parakiya del madhurya-tattva.
Al final, unos fragmentos de Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakur aquí traducidos, nos brindan mayor iluminación sobre este íntimo tema del Radha-Krishna-lila, tan exquisito como delicado.
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¿Se casaron o no se casaron Radha y Krishna?
Aunque la relación de Krishna con Radharani no es una relación conyugal formal desde el punto de vista ordinario, algunas referencias dicen que Ellos si se casaron, y que fue para evitar las críticas de los demás. En el Gopal Campu se declara que Radha y Krishna se casaron bajo el árbol llamado Bhandiravat, en la región llamada Bhandiravan, y que Brahma fue el sacerdote que ofició la ceremonia, a la cual asistieron otros semidioses.
Bhandiravan queda a 19 millas (unos 35 Km.) de Mathura y abarca un perímetro de parikrama de unos 7.5 Km. Es un conocido lugar de peregrinaje donde también se encuentra Bhandir Kupa, un pozo creado por Krishna cuando Sus amigos vaqueros le dijeron que tenían sed. Krishna simplemente hundió su flauta en la tierra y creó el pozo (así como el Venu Kupa en el área de los 64 samadhis de Vrindavana). En las noches de Luna llena (purnima) el agua de este pozo se vuelve blanca. Después de que Balarama mató a Pralambhasura, fue a este pozo a descansar. La impresión de su corona (Balarama-mukut) aún puede ver en ese lugar.
El asunto del casamiento entre Radha y Krishna es un tema muy delicado que no debe tratarse en forma indebida ni frívola. Pero debido a las preguntas que han surgido sobre este punto, incluso públicamente en Internet, es preciso aclararlo en base a la opinón de las autoridades y las referencias del sastra.
Al igual que otras gopis, es sabido que Radharani estaba oficialmente casada, y que su esposo era Ahimanyu, el hijo de Jatila. En el nivel del lila, todo es trascendental y muy distinto a la concepción material que pueda tenerse sobre las relaciones o la rasa divina en Vraja-dhama.
Incluso Candravali, la gopi rival de Radha por excelencia, es una expansión de la misma Radha, y juega su rol específico en el lila de Krishna para que Krishna pueda saborear íntimos aspectos esotéricos del ujjvala-rasa. Eso ocurre para que se active cierto bhava y El pueda saborear el celoso sentimiento que Radharani manifiesta con Krishna en relación a Chandravali. De esta manera, el madhurya-rasa de Krishna es completo, y así Krishna-rasaraj, el emperador del rasa, puede experimentar plenamente las variedades de intercambios amorosos (purnan-rasa).
La relación de Krishna con Radharani es de una naturaleza llamada técnicamente parakiya-rasa. Sobre este punto ya hemos publicado algunas reflexones en otros artículos, teniendo en cuenta y/o traducciendo las profundas explicaciones que sobre este punto ha dado Srila Visvanatha-Chakravarti Thakur. Sri Sri Radha-Govinda, la divina pareja de Vraja-dhama mantienen una apsaionada relación como amantes: Ellos no tienen una relación conyugal formal o svakiya-rasa. Sin embargo, Srila Jiva Goswami dice que Radha y Krishna se casaron en los pasatiempos no manifestados (aprakrata-lila), con el propósito de acentuar o enfatizar el siddhanta (la conclusión de que todas las almas (jivas) pertenecen únicamente a Krishna, debido a que El es el Supremo Purusa y disfrutador. Por eso se considera que Krishna es el Supremo esposo y que en toda relación de pareja el tercer elemento entre los cónyugies es Krishna, la Suprema Personalidad de Dios.
El amor “prohibido” entre amantes se considera más intenso, dulce y atractivo, con todos sus riesgos y trasgresiones sociales al convencionalismo formal. Con el propósito de que Krishna pudiera probar este tipo de intercambo amoroso en su prakata-lila (los pasatiempos manifestados), bajo el pretexto de consideraciones astrológicas, Paurnamasi (Yogamaya) hizo los arreglos para que Krishna y Radharani no se casaran, aunque consideró incluso secretamente los aspectos astrológicos en relación a que se casarían con otros. Es por ello que se conoce que el esposo formal de Radharani es Abhimanyu.
Los Vaisnavas han discutido este punto durante siglos y han determinado que parakiya bhava (la relación amorosa entre quienes no están casados), le da a Krishna el mayor placer, y por ello es considerada la forma suprema del dharma. Lo que haga Krishna, el Supremo autócrata, es la moral que debe aceptarse. Aunque esto quizás sea dificil de entender desde el punto de vista mundano y considerando los cánones morales sociales, las acciones de Krishna asientan la conducta moral indiscutible, lo cual no implica que deban ser imitadas Sus divinas acciones. Su danza con las gopis y sus relaciones con las pastorcillas de Vrndavana no pueden ser imitadas por los seres humanos ordinarios.
El parakiya-rasa existe tanto en los prakata como en los aprakrata-lilas. Sin embargo, no tiene nada que ver con el amor de amantes que existe entre los humanos ordinarios. Si pudiera establecerse una débil comparación analógica, sería únicamente por el hecho que esta clase de amor ilícito (parakiya), contiene un elemento de excitación y riesgo que añade una mayor intensidad a la íntima relación conyugal convencional (svakiya), elevando o agrandando la experiencia, para decirlo de alguna manera comprensible en el lenguaje de las almas condicionadas.
Todos sabemos o intuimos lo que este aspecto transgresor implica en las relaciones mundanas de este tipo, y como los integrantes de la pareja que entra en ese tipo de correspondencia como amantes ilícitos experimentan una mayor excitación. Eso se debe a la naturaleza misma del riesgo derivado al experimentar el aspecto transgresor o “prohibido”, introducido en tal relación, y la intensidad que motiva en ambas partes (la amante y el amado), dicha trasgresión de un vínculo conyugal formal u oficial entre la pareja, como esposa y esposo formales (svakiya-bhava), reconocidos formalmente ante la sociedad. Pero el escenario convencional de las apariencias formales mundanas nada tiene que ver conla excelencia y el aspecto trascendental del ujjvala-lila de Vraja-dhama.
Las relaciones o el vínculo pasional entre amantes, referido en Inglés con el término paramour, o amor entre la querida y su amante (no entre esposa y esposo oficialmente casados), es la expresión más elevada del drama o relación amorosa en el mundo espiritual. Eso se debe a que tal relación (parakiya-rasa), está centrada en Krishna, y realza una clase de intensidad parecida a las relaciones amorosas entre los amantes mundanos, a la cual no puede jamás ser comparada, pues parakiya-rasa es completamente espiritual y la relación mundana ilícita es un reflejo pervertido de esa relación suprema en el madhurya-lila de Sri Goloka.
Tal comparación sólo oficiaría a manera de un tímido y pervertido reflejo analógico, para que se pueda tener alguna idea de la magnitud de esta suprema relación trascendental de Radha y Krishna en parakiya-rasa. En el dramático escenario amoroso del Krishna-lila, el parakiya-rasa sólo parece ser una relación ilícita, creando así una mística ilusión espiritual de que Radha no pertenece a Krishna, para el placer de ambos, Radha y Krishna. Pero el juego erótico espiritual entre la divina Pareja de Vraja, no puede ser considerado ni analizado bajo los conceptos mundanos ordinarios de la psicología erótica convencional, ni tampoco mediante el análisis ético-moral convenional del Psicoanalisis ni las convenciones socio-religiosas del mundo material.
Analistas expertos han concluído que el éxtasis trascendental de la dulce relación parakiya es superior, porque conlleva más entusiasmo. Esta fase del amor conyugal se encuentra entre aquellos que se han rendido al Señor con amor intenso, sabiendo bien que la sociedad no aprueba moralmente este amor ilícito con un amante. Los riesgos que entraña este amor por Dios hacen que esta emoción sea superior a la relación que no supone este riesgo. La validez de este riesgo, sin embargo, sólo es posible en la esfera trascendental. El amor conyugal por Dios svakiya y parakiya no existen en el mundo material, y parakiya no se muestra en Vaikuntha, sino solamente en la parte de Goloka Vrndavana, conocida como Vraja. Estas son las explicaciones dadas por Srila Prabhupada en su comentario al verso 50 (Adi-lila) del Sri Chaitanya-charitamrta.
Algunos devotos creen que Krishna es eternamente el disfrutador en Goloka Vrndavana, pero que sólo va a veces al nivel de Vraja para disfrutar el parakiya-rasa. Sin embargo, los seis Gosvamis de Vrindavana han explicado que los pasatiempos de Krishna en Vraja son eternos, lo mismo que el resto de Sus actividades en Goloka Vrindavana. Vraja es una parte íntima de Goloka Vrndavana. Krishna exhibió Sus pasatiempos de Vraja en la superficie de este mundo, y pasatiempos semejantes se exhiben eternamente en Vraja, en Goloka Vrndavana, donde el parakiya-rasa existe eternamente.
El sentimiento parakiya existe sólo en aquella esfera trascendental y en ningún otro lugar. Esta forma de éxtasis más elevada sólo puede existir en el lugar más íntimo del mundo trascendental, pero por la misericordia inmotivada del Señor, podemos tener un atisbo de ese Vraja invisible. Así como el Señor adviene por Su propia potencia interna (antaranga-sakti, paramatma-maya), trae también, todos Sus enseres y aprafernalia mediante esta misma potencia interna, sin ninguna ayuda externa.
La dulzura del madhurya-rasa trascendental que saborean las gopis en Vraja se caracteriza de la manera más excelente en Srimati Radhika. La asimilación madura del sentimiento trascendental de amor conyugal está representada por Radharani, cuyos sentimientos son incomprensibles incluso para el Señor mismo. Por eso desciendo como Sri Gauranga. La intensidad amorosa del servicio de Radha es la más elevada forma de éxtasis. Nadie puede suerarla en saborear las (64) dulces cualidades trascendentales del Sri Krishna. Por consiguiente, el asumió la posición de Radharani en la forma del Señor Gauranga. Así pudo saborear el más alto grado del parakiya-rasa, tal como se muestra en Vraja, la morada trascendental (parama-dhama).
Considerando las opiniones de los previos Vaisnava-acharyas, Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakur ha ofrecido importantes explicaciones sobre este tema del parakiya-rasa, algunas de las cuales traduzco en los siguientes fragmentos:
“La relación como amante es la más desafortunada analogía desde el punto de vista de la moral de la gente. El amor mundano ilícito no es apoyado por ningún credo religioso en el mundo. La santidad del nudo del matrimonio es también reconocido universalmente como el sello y corona de la intimidad civilizada entre los sexos. De la misma manera, el amor sexual libre es universalmente denunciado y aceptado como el signo de la animalidad. Nosotros no pensamos contradecir esos puntos de vista, indudablemente apropiados en relación con la forma legítima de la relación sexual de todas las sociedades civilizadas. Pero aunque pueda sonar paradójico, es sin embargo cierto que lo que es más malsano en este mundo, es análogamente lo mas saludable en el reino del absoluto, donde todo es perfecto. No hay tal institución como el matrimonio convencional en el reino espiritual de Sri Krsna. Las vaqueritas están absolutamente libres de toda mancha de sensualidad. Ellas poseen cuerpos espirituales formados de tal manera para poder ser completamente usados en el exclusivo servicio de Sri Krsna.
La verdadera dificultad en la forma de nuestra realización de la naturaleza del Amor Trascendental, es que nosotros no podemos tener el concepto básico necesario de la naturaleza del cuerpo espiritual mismo. No es posible proyectar el concepto corporal mundano en las relaciones de las almas puras, quienes no están estorbadas por lo burdo y las limitaciones de los anillos físicos defectuosos. Las ideas de lo burdo, inmoralidad, etc., se aplican únicamente al plano mundano. La personalidad espiritual de las vaqueritas espirituales de la Vraja trascendental, necesita ser realizada en vez de ser criticada por fuentes inadecuadas de nuestra experiencia mundana.
El hecho de que un considerable número de gente ha sido mal dirigida tratando de seguir los predicadores de la religión del amor espiritual no convencional, no amerita acusación alguna contra la religión misma. Desafortunadamente, ha habido muchos seudo-predicadores de la religión quienes han hecho uso de las enseñanzas del Bhagavatam para condonar y alentar la carnalidad ilícita. Estos predicadores son a indudablemente un gran fastidio y perturbación, y caen bajo las cláusulas penales de la Ley Civil para salvaguardar la decencia y la moral. Pero esos seudo-predicadores también representan la demanda popular de las doctrinas perniciosas que ellos expandieron entre la gente común. No hacemos nada con simplemente ignorar este deplorable estado de cosas, ni tampoco permitiendo el crecimiento de tal tendencia. En una era democrática y racional, es necesario proveer la dirección correcta para una actitud, mediante una intensa acción contra propagandística.
Prácticamente, todas las religiones actuales guardan silencio sobre este asunto en particular. Pero por el hecho de ser ignorado por los religiosos, no ha dejado de ser importante. Los métodos preventivos y desanimadores no ofrecen ninguna cura positiva y es un hecho comprobado que han sido prácticamente inútiles”.
(…)
Ante la profundidad de las reflexiones de Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakur en los fragmentos anteriores, no cabe más nada que agregar.
Ninguna alma condicionada puede especular mentalmente acerca de la posición trascendental de Sri Radha ni sobre las relaciones trascendentales del parakiya-rasa. Lo que a descendido hasta nosotros sobre estos temas, se debe a la misericordia sin causa de los rasika-Vaisnavas y de nuestro guru-varga, nuestros guardianes espirituales. Sólo por Su Divina Gracia y juntando las palmas de las manos sobre nuestra cabeza, nos atrevems tímidamente a citar sus opiniones y esbozar algunos comentarios.
La verdad es que hay un plano real para el ejercicio saludable de la disposición amorosa que es parte y porción de nuestra alma. Pero es necesario comprender nuestras limitaciones para entender plenamente el madhurya-lila, porque la naturaleza de ese plano divino sobrepasa la comprensión ordinaria de las almas condicionadas.
Teniendo eso presente y orando en la distancia, desde nuestra ribera de la separación, en aras de una mayor esperanza, la de poder algún día tener acceso a la genuina realización del madhurya-lila de Radha-Govinda, tal vez podremos aliviarnos un poco de nuestro error (y nuestro anhelo), liberándonos de una intrepertación malsana o perjucial en relación con la relación sexual ordinaria, y la comparación vulgar con la excelencia del juego erótico trascendental del parakiya-rasa de Vraja.
La personalidad de Sri Radhika como expresión del mahabhava-chintamani, nos suministra la solución de este problema. Sri Rupa Goswami ha ofrecido una exposición detallada de este y otros asuntos en sus obras, cuyo verdadero significado ha sido explicado por Sri Jiva Goswami y Visvanatha Chakravartipada.
No existe una lengua que pueda trasmitir al lector profano, nada que no sea sino una idea engañosa de la naturaleza del asunto sobre el cual Sri Sukadeva mantuvo discreto silencio.
Vaisnava dasanudasa
Visuddha-sattva dasa
OM TAT SAT
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