bhumir apo ’nalo vayuh kham mano buddhir eva ca
ahankara itîyam me bhinna prakrtir astadha
apareyam itas tv anyam prakrtim viddhi me param
jîva-bhutam maha-baho yayedam dharyate jagat
Traducción: “La tierra, el agua, el fuego, el aire, el éter, la mente, la inteligencia y el ego falso, estos ocho elementos en conjunto constituyen Mis energías materiales separadas. Además de todo ello, ¡oh, Arjuna, el de los poderosos brazos!, hay una energía Mía que es superior, la cual consiste en las entidades vivientes que están explotando los recursos de esa naturaleza material inferior”.[7]
De acuerdo al Vedanta, la ciencia del alma o espiritón (atman) es la sublime esencia de la espiritualidad. El Bhagavad-Gita se refiere a esta ciencia como —raja-vidya raja-guhyam pavitram idam uttamam pratyakñavagamam dharmyam su-sukham kartum avyayam, que significa: "Este conocimiento es el rey de la educación y el más secreto de todos los secretos. Es el conocimiento más puro de todos, y como brinda una percepción directa del ser mediante la iluminación, es la perfección de la religión. Además, es eterno, y se practica con alegría”.[8]
Según el Vedanta, el último propósito de la vida humana es encontrar nuestra verdadera identidad espiritual y nuestra relación con el Supremo.
NOTAS
[1]. Referido en A. C. Bhaktivedänta Swami Prabhupäda, Bhagavad-Géta As It Is, Bhaktivedanta Book Trust, Bombay, 1997.
[2]. Ibid., verso 2.23—nainam chindanti sastrani nainam dahati pavakah na cainam kledayantyapo na sosayati marutah, que significa, “el alma nunca puede ser cortadas en pedazos por ningún arma, ni puede ser quemada por el fuego, ni mojada por el agua, ni secada por el viento.”
[3]. Una conversación con James Watson, Scientific American, 2003, 288 (4): 66-70. Referida también en la versión extendida de esta conversación en el Website de Scientific American: www.sciam.com.
[5]. Debemos notar que algunas tradiciones religiosas no aceptan la existencia del alma y otras proclaman que el alma está solo presente en los seres humanos. Sin embargo, la antigua ciencia vpdica de la India no acepta tales declaraciones y declara muy firmemente que todas las entidades vivientes tienen almas espirituales.
[6]. Bhagavad-Gita As It Is, verso 2.20 significado, Ibid.
[7]. Ibid., versos 7.4-5.
[8]. Ibid., verso 9.2.
Vida y Conciencia
Todos podemos estar de acuerdo que la conciencia es una de las características más importantes de la vida. Nadie puede negar su existencia. Es el lugar de nacimiento de nobles cualidades humanas, tales como el perdón, la humildad, el amor, etc, y también es el lugar donde nacen el sacrificio, la tolerancia y la veracidad. De hecho, siendo guiada por el Espíritu Supremo, Dios, la conciencia es incluso el lugar de nacimiento de las teorías científicas creativas.
Según el Vedanta, la conciencia es una calidad fundamental del “espiritón”. Por lo tanto, es completamente espiritual y trascendental a la materia. Como se explicó antes, la materia es la energía inferior del Señor Supremo. Es inferior porque la materia, no importa cuan compleja puede ser, nunca tendrá los síntomas conscientes. Por otro lado, las entidades vivientes son la energía superior del Ser Supremo. Ellas son superiores porque tienen conciencia. El renombrado físico, Eugenio Wigner también expresó lo siguiente: “Hay dos tipos de realidad o existencia; la existencia de mi conciencia y la realidad o existencia de todo lo demás”.[1]
Todos los seres vivientes, los microorganismos, los pájaros, los animales, etc., poseen diferentes grados de conciencia. En otros términos, todos esos seres vivientes están cubiertos por diferentes grados de las tres modalidades de la naturaleza material (ver sección 8). Los microorganismos exhiben síntomas muy pequeños de conciencia debido a las capas muy espesas de la cobertura de las modalidades materiales. Sin embargo, ellos poseen conciencia. El reconocido biólogo George Wald y otros como Lynn Marguilis, han indicado que los protozoarios, los animales unicelulares y las bacterias, también poseen conciencia.
Desde las últimas décadas existe un interés creciente en investigar la conciencia entre los físicos cuánticos, los neuro-fisiólogos, los filósofos cognitivos y los espiritualistas. William James, von Neumann, Eugenio Wigner, Erwin Schrödinger, y David Bohm, son algunos de los pioneros en el estudio de la conciencia. Un rasgo común entre los principales físicos cuánticos es que todos ellos intentan explicar el colapso de la función de onda a través de alguna interacción de la mente o la conciencia. Sin embargo, también hay otros estudiosos que objetan tal noción.
En opinión del autor, la mecánica cuántica, con sus limitaciones en el lenguaje matemático, puede, al menos, indicar la presencia de la conciencia, pero no puede demostrarla ni describirla. Max Planck comentó: “Es un hecho que hay un punto, un solo punto en la extensión inconmensurable de la mente y la materia, dónde la ciencia y por consiguiente todo método causal de investigación es inaplicable, no sólo en las bases prácticas, sino también en los fundamentos lógicos, y siempre permanecerá inaplicable. Éste es el punto de [nuestra] comprensión individual”. Existen muchos puntos de vista diferentes entre los estudiosos con respecto a la conciencia y es necesario un estudio más profundo.
Según el Vedanta, la conciencia no es una función del cerebro. Como se dijo antes, el cerebro en los seres vivientes desarrollados es un órgano importante de la maquinaria del cuerpo en el que se transmite el síntoma de la conciencia. La energía consciente se transmite del alma espiritual, “el espiritón”. Por lo tanto la conciencia es completamente espiritual. Es la energía viviente y la cualidad fundamental de la partícula de vida, “el espiritón”. Así como una computadora, no importa cuan sofisticada pueda ser, nunca será consciente porque nunca tendrá comprensión de lo que hace. El programa tiene que ser proporcionado por un programador inteligente. La computadora está simplemente relevando la opción circunstancial alimentada en el programa por el programador, el alma humana. Será un buen campo de investigación estudiar cómo la energía consciente se transmite del alma espiritual, “el espiritón”, al cerebro.
Niels Bohr, quien hizo profundas contribuciones a nuestra comprensión de la estructura atómica y la mecánica cuántica, expresó lo siguiente: “Nosotros definitivamente no podemos encontrar nada en la Física o la Química que tenga incluso una remota relación con la conciencia. Y sin embargo todos sabemos que existe una cosa tal como la conciencia, simplemente porque nosotros la tenemos. Por lo tanto, la conciencia debe ser parte de la naturaleza, o más generalmente, de la realidad, lo cual significa que, aparte de las leyes de la Física y de la Química, tal como se han establecido en la teoría cuántica, también debemos considerar leyes de una naturaleza diferente”.[2]
Además, el Vedanta describe la materia como el campo de actividad y, por su naturaleza, la materia es inerte y carece de conciencia. Pero hay una interacción entre la partícula individual de conciencia y la materia a través de la conciencia universal. Es más, los eventos naturales que ocurren en el mundo material son mapas de los eventos que ocurren en el plano espiritual (la conciencia).
Hace aproximadamente cuatro siglos, el famoso filósofo francés René Descartes concluyó que él supo una cosa con toda seguridad: “Pienso, luego existo”.[3] Desde el punto de vista del Vedanta, la expresión, “existo” es la experiencia consciente y la propiedad trascendental inherente del ser. Miles de aïos antes de Descartes, las sabios de la tradición védica comprendieron incluso un paso más allá, el principio, aham brahmasmi, que significa, yo soy Brahman, yo soy espíritu, el ser consciente. Ésta es la conciencia, para la cual la palabra sánscrita es cetana. El acto de pensar en un ser humano es el síntoma de la conciencia y pertenece a la vida. La conciencia falsa se manifiesta bajo la impresión de que “yo soy un producto de la naturaleza material”.
Por lo tanto, los biólogos y los bioquímicos modernos deben incluir el estudio de la conciencia en sus trabajos de investigación. Este campo no debe dejarse únicamente a los neurocientíficos, los físicos cuánticos, los psicólogos y los filósofos.
NOTAS
[1]. Eugene P. Wigner, “Two Kinds of Reality,” The Monist, Vol. 48, 1964, p.250.
[2]. T. D. Singh & R. L. Thompson, Consciousness: The Missing Link, contraportada.
[3]. Discours de la Méthode, 1637.
Vaisnava dasanudasa
Visuddha-sattva dasa
OM TAT SAT
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