Más néctar sobre el pasatiempo del Ratha-yatra
Aquí ofreceré un recuento de como salió el carruaje de Jaganatha del templo principal, del receso del Ratha-yatra en Balangandi a medio camino del templo de Gundicha, donde el Rey Prataparudra se encontró con Mahaprabhu en el jardín donde el Señor estaba descansando con Sus asociados, cómo el Rey disfrazado de humilde devoto recibió las bendiciones del Señor, la manifestación de Su forma Sadbuja al rey y Sus bendiciones, los pasatiempos acuáticos de Mahaprabhu con Sus devotos en el lago Indradyumna, las actividades de Mahaprabhu durante los ocho días que Jaganatha permaneció en el templo de Gundicha (que el Señor Chaitanya había personalmente limpiado a fondo con Sus asociados antes del Ratha-yatra, lo que se conoce como Gundicha-
marjana-lila), y el festival
Hera-panchami, que se celebra cinco días después del festival de Ratha-yatra, cuando se manifiesta la ira de Lashmi devi por la ausencia de Jagantha del templo de Puri durante ocho días.
Todas estas narraciones se encuentran en el
Sri Chaitanya-charitamrta (
Madhya-lila, Cap. 13).
La salida del Ratha-yatra del templo principal de Puri al templo de Gundicha
Sri Chaitanya Mahaprabhu bailó extáticamente frente al carro de Jagannatha. Su danza mantuvo asombrado a todo el universo y hasta el mismo Señor Jagannatha quedó maravillado. En el día del comienzo del Ratha-yatra siguiente, Sri Caitanya Mahaprabhu y Sus acompañantes personales Se levantaron antes del alba y, con gran atención, realizaron su baño matutino. Sri Caitanya Mahaprabhu y Sus acompañantes personales fueron entonces a ver la ceremonia de Pandu-vijaya. Durante esa ceremonia, el Señor Jagannatha deja Su trono y sube al carro.
Al ver las decoraciones del carro del Ratha, todos estaban maravillados. Parecía recién construido en oro, y era tan alto como el monte Sumeru. En su significado al
Chaitanya-charitamrta (
Madhya-
lila,13.19), Srila Prabhupada expresa lo siguiente:
“En el año 1973 hubo un suntuoso festival de Ratha-yatra en Londres, Inglaterra; el carro fue llevado a Trafalgar Square. El diario londinense
The Guardian publicó en su portada una instantánea del carro con el siguiente pie: ‘El Ratha-yatra de ISKCON rivaliza con la columna de Nelson en Trafalgar Square’. La columna de Nelson es una impresionante estatua de Lord Nelson que se puede ver desde muy lejos. Del mismo modo que los habitantes de Puri compararon el carro de Ratha-yatra al monte Sumeru, los londinenses consideraron que el carro rivalizaba con el monumento a Nelson”.
Entre las decoraciones del
ratha de Jaganatha, había grandes espejos y cientos de
chamaras [abanicos blancos de cola de
yac en forma de penacho]. En lo alto del carro había un dosel muy hermoso y limpio y una bonita bandera. El carro estaba decorado también con telas de seda y dibujos. En él tintineaban también muchas campanas de bronce, gongs y campanitas tobilleras. Para realizar Sus pasatiempos de la ceremonia de Ratha-yatra, el Señor Jagannatha Se subió en un carro; en los otros dos Se subieron Su hermana, Subhadra, cuyo carro iba en el centro, y luego Su hermano mayor, Balarama, con su carro que va al final.
Durante quince días, el Señor había permanecido en un lugar solitario, realizando Sus pasatiempos con la diosa suprema de la fortuna, Lashmidevi. El período de quince días de
anavasara recibe también el nombre de
nibhrta, en honor del lugar solitario donde vive la diosa suprema de la fortuna. Después de pasar allí quince días, el Señor Jagannatha pidió permiso a la diosa de la fortuna para irse. Después de eso, el Señor salió para subirse al carro del Ratha y complacer a los devotos con Sus pasatiempos.
Otro de los secretos del Ratha-yatra: Jaganatha prefiere disfrutar el parakiya-rasa
Aunque el Señor disfrutaba de Sus pasatiempos conyugales con Lashmi devi, quiso salir de Su aislamiento para dar felicidad a Sus devotos. Las relaciones conyugales de Krishna son de dos clases:
svakiya-rasa y
parakiya-rasa. El amor conyugal del Señor en la relación de svakiya-rasa se refiere a los principios regulativos que sigue en Dvaraka, donde el Señor está casado con muchas reinas (mahisis), entre las que predominan Rukmini y Satyabhama. Pero, como han comentado nuestros Vaisnava-charyas, en Vrndavana el Señor no manifiesta amor conyugal con Sus esposas, sino con Sus amigas, las
gopis. Estas relaciones amorosas con las
gopis se llaman
parakiya-rasa.
El Señor Jagannatha abandona el lugar aislado en que disfruta de la compañía de la diosa suprema de la fortuna en la relación de
svakiya-rasa, y va a Vrndavana para disfrutar de
parakiya-rasa. Por consiguiente, Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura, nos recuerda que el placer del Señor en
parakiya-rasa es superior al que experimenta con
svakiya-rasa, siendo este un tema de rango confidencial. Al puntualizar este aspecto Srila Prabhupada nos advierte lo siguiente (ver
Cc, Madhya, 13.14):
“A quienes no son muy avanzados en el servicio devocional puro, el tema del
parakiya-rasa del mundo espiritual les está absolutamente vetado. No hay posibilidad alguna de comparar el
parakiya-rasa del mundo espiritual con el que se da en el mundo material. El primero es como el oro, y el segundo, como el hierro. La diferencia entre los dos es tan grande que, en realidad, no pueden compararse. Sin embargo, del mismo modo que una persona con conocimiento puede distinguir fácilmente entre el oro y el hierro. Quien tiene la comprensión adecuada puede distinguir fácilmente entre las actividades trascendentales del mundo espiritual y las actividades materiales”.
La arena blanca y fina que había por todo el camino donde pasaría el Ratha-yatra recordaba la orilla del Yamuna, y los pequeños jardines a ambos lados eran como los de Vrndavana. Todo ese escenario era propicio para que el Señor Jaganatha fuera a disfrutar el
parakiya-rasa de Vrindavana en el templo de Gundicha, adonde fueron llevadas las carrozas por la larga calle de Jaganatha Puri desde el templo principal donde es tradicionalmente adorado por Sus devotos. Al pasar en Su carro, el Señor Jagannatha veía aquella belleza a ambos lados, y Su mente Se llenaba de placer, trasportada al entorno trascendental de Vraja-mandala.
Comienza el festival del Ratha-yatra
El rey Prataparudra en persona, así como su séquito, permitieron a todos los acompañantes de Sri Caitanya Mahaprabhu contemplar la ceremonia de Pandu-vijaya, el Ratha-yatra. Sri Caitanya Mahaprabhu y Sus devotos más importantes —Advaita Acharya, Nityananda Prabhu y otros—, Se sintieron muy felices de ver al Señor Jagannatha comenzar el Ratha-yatra.
Los encargados de tirar del carro, conocidos con el nombre de
gaudas, lo hacían con gran placer. El carro, sin embargo, unas veces avanzaba muy deprisa, y otras muy despacio. A veces, el carro quedaba inmóvil y no avanzaba, por más que tirasen de él. Es decir, el carro se movía por la voluntad del Señor, y no por la fuerza de ninguna persona corriente.
En su introducción al capítulo 13 del
Madhya-lila del
Chaitanya-charitamrta, Srila Prabhupada da el siguiente resumen:
“Después de pedir permiso a la diosa de la fortuna, el Señor Jagannatha partió en el carro hacia el templo de Gundicha. La carretera que llevaba al templo se extendía a lo largo de una ancha playa de arena; por ambos lados, había todo tipo de alojamientos, casas y jardines. Siguiendo la carretera, los sirvientes
gaudas comenzaron a tirar de los carros. Sri Chaitanya Mahaprabhu dividió Su grupo de
sankirtana en siete secciones, cada una de ellas con dos
mrdangas; sumaban así un total de catorce
mrdangas. Durante el
kirtana, Sri Chaitanya Mahaprabhu manifestó diversos signos de éxtasis trascendental, y tanto Él como el Señor Jagannatha Se mostraron plenamente felices en Su intercambio de sentimientos. Cuando los carros llegaron a un lugar llamado Balagandi, los devotos ofrecieron a las deidades unos sencillos alimentos, y Sri Chaitanya Mahaprabhu y Sus devotos descansaron un poco de la danza en un jardín cercano”.
Cuando el carro quedó inmóvil, Sri Chaitanya Mahaprabhu reunió a todos Sus devotos y, con Su propia mano, les adornó con collares de flores y pasta de madera de sándalo. Paramananda Puri y Brahmananda Bharati recibieron de manos de Sri Chaitanya Mahaprabhu collares de flores y pasta de madera de sándalo.
Eso aumentó su placer trascendental. Cuando sintieron el contacto de la trascendental mano del Señor Chaitanya, Advaita Acharya y Nityananda Prabhu, también se sintieron muy complacidos. Mahaprabhu también dio collares de flores y pasta de sándalo a quienes dirigían el
sankirtana. Los dos más importantes eran Svarupa Damodara y Srivasa Thakura.
Los grupos de kirtan del Ratha-yatra y la potencia mística de Gauranga Mahaprabhu
En total había cuatro grupos de
kirtana, con veinticuatro cantores. En cada grupo había además dos devotos que tocaban la
mrdanga, lo que sumaba otras ocho personas. Una vez formados los cuatro grupos, Sri Caitanya Mahaprabhu estudió la situación y repartió a los cantores.
El Señor ordenó a Nityananda Prabhu, Advaita Acharya, Haridasa Thakura y Vakresvara Pandita que danzasen en cada uno de sus respectivos grupos. Como líder del primer grupo fue elegido Svarupa Damodara, que recibió cinco asistentes para que respondiesen a su canto. Ellos eran eran Damodara Pandita, Narayana, Govinda Datta, Raghava Pandita y Sri Govindananda. Advaita Acharya Prabhu recibió la orden de danzar en el primer grupo.
El Señor formó entonces otro grupo con Srivasa Thakura como líder. Los cinco cantantes que respondían (
sravanam-kirtanam) eran Gangadasa, Haridasa, Sriman, Subhananda y Sri Rama Pandita. Para danzar fue designado Sri Nityananda Prabhu. Otro grupo estaba formado por Vasudeva, Gopinatha y Murari. Todos ellos cantaban respondiendo a Mukunda, que dirigía el canto y cuya garganta era dulce como la miel. Otras dos personas, Srikanta y Vallabha Sena, se unieron para responder con su canto. En ese grupo danzaba el segundo Haridasa (Haridasa Thakura].
El Señor formó otro grupo, designando como líder a Govinda Ghosa. En ese grupo, Haridasa el menor, Visnudasa y Raghava eran quienes respondían. Los dos hermanos Madhava Ghosa y Vasudeva Ghosa se unieron también a ese grupo para responder al canto. En él danzaba Vakresvara Pandita, el famoso bailarín, que es una encarnación de Tungavidya
sakhi en el Gaura-
lila.
Había otro grupo de
sankirtana formado por los devotos de Kulina-grama. Ramananda y Satyaraja fueron designados para danzar en ese grupo. Otro grupo venía de Santipura y lo había formado Advaita Acharya. Quien allí bailaba era Achyutananda, y el resto de los hombres cantaban. Otro grupo, formado por habitantes de Khanda, cantaba en otro lugar. En ese grupo danzaban Narahari Prabhu y Raghunandana.
Cuatro grupos cantaban y danzaban frente al Señor Jagannatha, y uno más a cada lado. Detrás venía otro grupo, para un total de siete grupos de
sankirtana, y en cada uno de ellos había dos tambores (
mrdangas). De ese modo, sonaban catorce tambores a la vez, junto con los
karatalas (címbalos de mano) que acompañaban en cada grupo. El sonido era tumultuoso, y todos los devotos enloquecieron. Todos los Vaisnavas se unieron como un cúmulo de nubes. Mientras cantaban los santos nombres llenos de éxtasis, de sus ojos caía una lluvia de lágrimas.
El resonar del
sankirtana llenó los tres mundos y fue glorioso. En verdad, nadie podía escuchar ningún sonido ni instrumento musical aparte del
sankirtana. El Señor Caitanya Mahaprabhu recorría los siete grupos cantando el santo nombre: “¡Hari!, ¡Hari!”. Levantando los brazos, exclamaba: “¡Toda gloria al Señor Jagannatha!”—¡
jaya jagannatha! ¡
jaya jagannatha! El Señor Caitanya Mahaprabhu manifestó entonces otro poder místico, realizando Sus pasatiempos en los siete grupos a la vez, así como Syamasundara mostró su
prabhava-prakash* al expandirse en el
rasa-lila, bailando simultáneamente con las
asta-sakhis y con Srimati Radharani en el centro, sin que ellas percibieran esa manifestación trascendental.
* Nota de VSd. Del
svayam prakasa surge el
prabhava-prakasa, que son las expansiones en múltiples formas con las mismas características de Krishna, como las manifestaciones de Krishna en la danza
rasa y en los palacios de Dvaraka, en su
lila conyugal con las reinas o
mahisis, que son a su vez manifestaciones de las Laksmis de Vaikuntha.
Todos los sankirtaneros decían: “El Señor Chaitanya Mahaprabhu está en mi grupo. En verdad, no va a ningún otro lugar. Nos está otorgando Su misericordia a nosotros”, aunque Sri Gauranga se expandía en su manifestación
prabhava-prakash en Su Gaura-lila. Realmente, nadie podía ver la inconcebible potencia del Señor (
acintya-sakti). Sólo los devotos más íntimos, aquellos cuyo servicio devocional era puro y sin mezclas, podían entender. El Señor Jagannatha estaba muy complacido con el
sankirtana y, para contemplarlo, hizo que Su carro se detuviese.
El rey Prataparudra estaba asombrado de ver el
sankirtana. Transformado por el amor extático por Krishna, quedó inmóvil. El rey y Sarvabhauma Bhattacharya eran conscientes de las actividades del Señor, pero nadie más podía ver los trucos del Señor Caaitanya Mahaprabhu. Sólo quien ha recibido la misericordia del Señor puede entender. Sin la misericordia del Señor, ni siquiera los semidioses, comenzando con el Señor Brahma, pueden entender nada.
Sri Caitanya Mahaprabhu se había sentido muy satisfecho de ver al rey aceptar la humilde tarea de barrer la calle. Por aquella muestra de humildad, el rey recibió la misericordia de Mahaprabhu y pudo darse cuenta del misterio de las actividades del Señor. El bailó de una forma tan mística (a veces girando vertiginosamente en el aire) que complació al Señor Jagannatha. El que veía y el que danzaba eran la misma Persona Suprema, pero el Señor, que es uno y muchos a la vez, manifestaba la diversidad de Sus pasatiempos. Ése es el significado oculto tras Su misteriosa exhibición de baile frente al carro de Jagantha en el Ratha-yatra.
Por la misericordia de Mahaprabhu, el rey pudo entender que cada uno de Ellos estaba disfrutando con las actividades del otro (Gauranga y Jaganatha). Otra manifestación misteriosa fue la presencia simultánea de Mahaprabhu en los siete grupos de
kirtan. El rey también pudo entender eso por la misericordia sin causa de Sri Gauranga, el gran bailarín. A pesar de que le había sido negado un encuentro personal, el rey recibió indirectamente la misericordia sin causa. ¿Quién puede entender la potencia interna de Sri Caitanya Mahaprabhu? Al comentar este verso (
Cc, Madhya-lila, 13.61), Srila Prabhupada expresa lo siguiente:
“Como Sri Caitanya Mahaprabhu hacía el papel de maestro del mundo, no consintió en recibir al rey, porque los reyes son personas mundanas absortas en dinero y en mujeres. En verdad, la misma palabra ‘rey’ evoca a una persona que está siempre rodeada de dinero y mujeres. Sri Caitanya Mahaprabhu era un
sannyasi, de modo que el dinero y las mujeres le inspiraban temor. La misma palabra ‘rey’ causa repugnancia a quien ha entrado en la orden de vida de renuncia. Sri Chaitanya Mahaprabhu Se negó a ver al rey, pero éste, indirectamente, por la misericordia sin causa del Señor, pudo entender las misteriosas actividades del Señor. El Señor Chaitanya Mahaprabhu manifestaba Sus actividades, unas veces para revelar que Él es la Suprema Personalidad de Dios, y otras para mostrarse como devoto. Los dos tipos de actividades son misteriosas, y sólo los devotos puros pueden entenderlas”.
Las dos grandes personalidades, Sarvabhauma Bhattacharya y Kasi Misra —en cuya casa de Puri solía reunirse con sus devotos el Señor Chaitanya—, estaban asombrados de ver la misericordia sin causa de Chaitanya Mahaprabhu para con el rey.
Durante algún tiempo, Mahaprabhu realizó Sus pasatiempos de esta forma. Él cantaba personalmente y hacía danzar a Sus devotos. Según lo necesitaba, el Señor unas veces manifestaba una sola forma, y otras veces, muchas. Así era Su potencia interna (
lila-sakti) durante el pasatiempo del Ratha-yatra. El
Svetasvatara Upanisad (6.8) dice lo siguiente en relación con esto:
parasya saktir vividhaiva sruyate
svabhaviki jñana-bala-kriya ca
“El Señor Supremo tiene múltiples potencias que actúan de forma tan perfecta que Su sola voluntad basta para dirigir toda conciencia, toda fuerza y toda actividad”.
Srila Prabhupada comenta (
Cc, Madhya, 13.66):
“La mayor parte de la gente pensaba que era uno solo, pero algunos veían que Él era muchos. Los devotos internos se daban cuenta de que el Señor, aunque era uno, Se manifestaba como muchos en los distintos grupos de
sankirtana. Cuando danzó, Sri Chaitanya Mahaprabhu Se olvidó de Sí mismo y quedó absorto en bienaventuranza extática. Su potencia interna, sin embargo, lo dispuso todo a la perfección. Ésa es la diferencia entre las potencias interna y externa. En el mundo material, la potencia externa (la energía material) puede actuar sólo después de que realicemos grandes esfuerzos, pero, cuando el Señor Supremo desea algo, la potencia interna lo hace todo por sí sola. Por voluntad del Señor, las cosas suceden de modo tan perfecto y organizado, que parecen producirse solas. A veces, las actividades de la potencia interna se manifiestan en el mundo material. De hecho, todas las actividades de la naturaleza material son en realidad obra de las inconcebibles energías del Señor, pero los supuestos científicos y estudiosos de la naturaleza material no pueden entender cómo ocurren las cosas en última instancia. Su conclusión, que en realidad es una evasiva, es que todo lo hace la naturaleza, pero no saben que tras la naturaleza está la Suprema Personalidad de Dios, la fuente del poder. Así lo explica el Señor Krishna en la
Bhagavad-gita [9.10]:
mayadhyaksena prakrtih
suyate sa-caracaram
hetunanena kaunteya
jagad viparivartate
«Esta naturaleza material, que es una de Mis energías, actúa bajo Mi dirección, ¡oh, hijo de Kunti!, y produce todos los seres móviles e inmóviles. Bajo su control, se crea y se aniquila una y otra vez esta manifestación cósmica»
Así, del mismo modo que el Señor Sri Krishna, había realizado la danza
rasa-lila y otros pasatiempos en Vrindavana en Dvapara-yuga, el Señor Sri Chaitanya Mahaprabhu realizaba en Kali-yuga pasatiempos extraordinarios en cada momento. Sólo los devotos puros podían percibir la danza de Sri Gauranga Mahaprabhu ante el carro de Ratha-yatra. Los demás no podían entender. En el
Srimad-
Bhagavatam, pueden encontrarse descripciones de la extraordinaria danza del Señor Krishna en el
rasa-lila de Vraja-
dhama. Srila Prabhupada explica (
Cc, Madhya, 13.67):
“Mientras Se ocupaba en la danza del
rasa-lila, el Señor Sri Krishna Se expandió en muchas formas; también Se expandió cuando Se casó con 16.000 esposas en Dvaraka. Ese mismo proceso es el que adoptó Sri Gauranga cuando Se expandió en siete formas para danzar en cada uno de los grupos de
sankirtana. Esas expansiones podían percibirlas los devotos puros, y entre ellos el rey Prataparudra. Aunque por razones de formalidad externa Mahaprabhu Se negó a ver al rey Prataparudra precisamente porque era un rey, éste, por la misericordia especial del Señor, se convirtió en uno de Sus devotos más íntimos. El rey podía ver a Sri Chaitanya Mahaprabhu presente en los siete grupos al mismo tiempo. Como se confirma en el
Srimad-Bhagavatam, nadie puede ver las expansiones de las trascendentales formas del Señor a menos que sea un devoto puro del Señor”.
De ese modo, Mahaprabhu danzó lleno de júbilo, inundando a todos con olas de amor extático (
prema-tarangini). Fue así como el Señor Jagannatha montó en Su carro, y el Señor Chaitanya Mahaprabhu inspiró a todos los devotos a bailar ante Él. Mientras Sri Chaitanya danzaba ante el carro del Ratha-yatra, el Señor Jagannatha fue llevado al templo de Gundicha.
El Señor hizo
kirtana durante algún tiempo y, con Su propio esfuerzo, inspiró a todos los devotos a danzar. Cuando el Señor mismo quería bailar se unían los siete grupos se unieron. Todos los devotos del Señor, con Srivasa, Ramai, Raghu, Govinda, Mukunda, Haridasa, Govindananda, Madhava y Govinda, se unieron. Deseando saltar muy alto en Su danza, Sri Caitanya Mahaprabhu puso a esos nueve devotos a cargo de Svarupa Damodara. Todos ellos cantaron con el Señor y también corrieron junto a El, mientras todos los grupos de devotos también cantaban. Ofreciendo reverencias al Señor con las manos juntas, Sri Chaitanya Mahaprabhu elevó Su cara hacia Jagannatha y oró de la siguiente manera, recitando este verso del
Visnu Purana (1.19.65):
namo brahmanya-devaya
go-brahmana-hitaya ca
jagad-dhitaya krsnaya
govindaya namo namah
‘Ofrezco respetuosas reverencias al Señor Krishna, la Deidad adorable de todos los
brahmanas, el bienqueriente de las vacas y de los
brahmanas, el benefactor constante del mundo entero. Ofrezco una y otra vez reverencias a la Personalidad de Dios, conocido con los nombres de Krishna y Govinda”.
Como los lectores devotos se podrán haber dado cuenta, esta es una de las tres oraciones prescritas para ser cantadas tres veces al ofrecer alimentos al Señor y al maestro espiritual. El Señor Chaitanya también recitó ante Sri Jagannatha un verso del
Mukunda-mala-stotram (3), otro del
Srimad-
Bhagavatam(10.90.48), y otro famoso del
Padyavali (74 —
naham vipro… gopi-bhartuh pada-kamalayor dasa-dasanudasah). Tras recitar estos versos de las Escrituras, el Señor volvió a ofrecer reverencias, y todos los devotos, con las manos juntas, ofrecieron también oraciones a la Suprema Personalidad de Dios.
Los síntomas trascendentales de éxtasis durante la danza de Mahaprabhu
Mientras danzaba y daba grandes saltos, rugiendo como un trueno y moviéndose en círculos como una rueda, Mahaprabhu era como la trayectoria circular de una tea encendida. Eso era algo asombroso. Si se agita rápidamente la brasa ardiente de una madera, parece un círculo de fuego. También se puede percibir con un incienso prendido en una noche oscura. Ese efecto se llama
alata-akara o
alata-cakra, el círculo de fuego de un palo encendida. En realidad, el círculo no está hecho todo de fuego, sino que es un solo fuego en movimiento. Del mismo modo, el Señor Chaitanya es una sola persona, pero, cuando danzaba y saltaba muy alto formando un círculo, daba la misma sensación que el
alata-cakra, para asombro de todos.
En Su danza, el Señor manifestó en Su cuerpo diversos cambios trascendentales, plenos de bienaventuranza. A veces parecía como aturdido. A veces se Le erizaba todo el vello del cuerpo. A veces transpiraba, lloraba, temblaba y cambiaba de color, y a veces manifestaba signos de desamparo, orgullo, exuberancia y humildad. En ocasiones caía golpeándose fuertemente y rodaba por el suelo, pareciendo una montaña dorada que rodaba por la tierra.
Nityananda Prabhu tendía los brazos tratando de sujetar al Señor, que corría por todas partes. Advaita Acharya caminaba detrás del Señor y cantaba en voz alta: “¡
Haribol! ¡
Haribol!”, una y otra vez. Para impedir que las multitudes se acercasen demasiado al Señor, los devotos formaron tres círculos.
El primer círculo estaba dirigido por Nityananda Prabhu, que es Balarama mismo, el poseedor de enorme fuerza. Todos los devotos, guiados por Kasisvara y Govinda, unieron sus manos y formaron un segundo círculo en torno al Señor. Maharaja Prataparudra y sus asistentes personales formaron un tercer círculo en torno a los dos círculos centrales para impedir a las multitudes acercarse demasiado. Con sus manos en los hombros de Harichandana, el rey Prataparudra pudo ver danzar al Señor Chaitanya Mahaprabhu, y sintió un gran éxtasis. Mientras el rey contemplaba la danza, Srivasa Thakura, que estaba frente a él, entró en éxtasis viendo la danza de Sri Chaitanya Mahaprabhu. Al ver a Srivasa Thakura de pie ante el rey, Harichandana le tocó con la mano y le pidió que se hiciese a un lado.
Absorto en mirar la danza de Mahaprabhu, Srivasa Thakura no podía entender por qué le tocaban y empujaban. Como no paraban de empujarle una y otra vez, finalmente se enfadó. Srivasa Thakura dio una bofetada a Harichandana para que dejase de empujarle. Harichandana, a su vez, se puso furioso. Cuando el iracundo Harichandana estaba a punto de reñir con Srivasa Thakura, Prataparudra Maharaja en persona le detuvo y le dijo: “Tú eres muy afortunado, pues Srivasa Thakura te ha favorecido, tocándote. Yo no soy tan afortunado. Debes sentirte agradecido”.
La danza de Chaitanya Mahaprabhu tenía atónitos a todos; hasta el Señor Jagannatha Se sentía muy feliz de verle.
El carro se detiene
El carro de Sri Jaganatha llegó a un punto en que no avanzaba más y se quedó completamente inmóvil, mientras el Señor Jagannatha contemplaba sin pestañear la danza de Sri Caitanya Mahaprabhu. La diosa de la fortuna, Subhadra, y el Señor Balarama sentían en sus corazones una gran felicidad y éxtasis. En verdad, se les veía sonreír ante la danza. Mientras Gauranga Mahaprabhu danzaba y daba grandes saltos, en Su cuerpo se hicieron visibles ocho transformaciones maravillosas que indicaban éxtasis divino. Todos esos signos eran visibles a la vez.
Las lágrimas salían de los ojos del Señor con fuerza, como de una jeringa, y todas las personas que Le rodeaban acabaron empapados. Todos vieron el color de Su cuerpo cambiar de blanco a rosa, de modo que Su lustre era como el de la flor
mallika. A veces parecía aturdido, y a veces rodaba por el suelo. En verdad, a veces brazos y piernas se Le ponían duros como la madera seca, y no Se movía. Cuando el Señor caía al suelo, a veces Su respiración se detenía casi por completo. Cuando los devotos veían esto, sus vidas también pendían de un hilo. De Sus ojos, y a veces de Sus fosas nasales, salía agua, y de Su boca caía espuma. Estos flujos parecían torrentes de néctar que descendían de la Luna.
Subhananda era tan afortunado y experto en saborear la melosidad del amor extático por Krishna, que recogió la espuma que caía de la boca de Sri Caitanya Mahaprabhu y se la bebió. Sri Gauranga, el gran bailarín, danzó durante algún tiempo Su danza devastadora. Después, Su mente entró en una actitud de amor extático. Tras dejar de bailar, el Señor le pidió a Svarupa Damodara que cantase. Comprendiendo Su mentalidad, Svarupa Damodara comenzó a cantar de la siguiente manera:
“sei ta parana-natha painu
yaha lagi' madana-dahane jhuri' genu”
“Ahora he encontrado al Señor de Mi vida, en cuya ausencia Me marchitaba, quemada por Cupido”.
Como explica Srila Prabhupada y he mencionado en las primeras notas de esta serie sobre el Ratha-yatra-
lila, esta canción se refiere al encuentro de Srimati Radharani con Krishna en el sagrado lugar de Kuruksetra, cuando se encontrarán después de una larga separación. Krishna había ido allí con Su hermano Balarama y Su hermana Subhadra con ocasión de un eclipse solar. Esta canción expresa los sentimientos de separación de Krishna por parte de su eterna consorte, Srimati Radhika. Cuando Ella se volvió a encontrar con KRishna en Kuruksetra, recordó la relación tan íntima que habían tenido en Vrndavana, y pensó: “Ahora he encontrado al Señor de Mi vida. En Su ausencia, Me estaba marchitando, quemada por la flecha de Cupido. Ahora he recobrado de nuevo la vida”.
Eso lo entendió perfectamente Svarupa Damodara porque él es el más íntimo asociado de Gauranga Mahaprabhu junto con Ramananda Raya, con quienes el Señor manifestó en el Gambhira Sus sentimientos de separación más íntimos en Jaganatha Puri.
Profundizando en el océano del néctar de Sri Gauranga deva y su intercambio con Jaganatha
¿Cuál es la identidad de Svarupa Damodara en el Krishna-
lila? Es el la encarnación de Lalita-
sakhi, la amiga más íntima de Srimati Radhika, cuyo
radha-bhava adviene en Kali-yuga en la forma externa de Sri Gauranga —
radha-bhava-dyuti-suvalitam naumi krsna-svarupam: “…Gauranga Mahaprabhu se ha manifestado con el sentimiento y el matiz corporal de Sri Radha, aunque es Krishna mismo en persona”. (
Cc. Adi, 1.6).
¿Quién puede entender mejor que Lalita devi (Svarupa Damodara) las emociones, el
bhava de Radharani, que adviene en la forma de un
sannyasi-thakur, como Sri Gauranga Mahaprabhu en el rol de
bhakta-bhava? Sri Chaitanya es Gauranga y Radharani es Gaurangi —
tapta-kancana-gaurangi radhe vrndavanesvari / vrsabhanu-sute devi pranamami hari-priye. Ella es Hari-priya, la más querida de Hari, Krishna, la Reina de Vrindavana. Y su apariencia corporal es como la del oro fundido, la misma que la del Señor Gauranga, el volcán dorado del amor divino. El adviene en Kali-yuga para probar lo que Krishna no pudo saborear en Su Dvarpara-
lila: la gloriosa grandeza del dulce amor de Sri Radha —
sri radhayah pranaya-mahima-madhuri
Es por ello que Svarupa Damodara comprende la mentalidad más íntima de Mahaprabhu en el Ratha-yatra y en los pasatiempos del Gambhira, junto a Ramananda Raya, porque este último también es la encarnación de una de las más íntimas
sakhis de Radharani, Visakha devi. Sri Chaitanya Mahaprabhu sólo discutía con ellos los asuntos más confidenciales del
madhurya-rasa, no con nadie más. Por eso, más allá de la función del Gauranga-avatara de difundir el
sankirtan-prema-rasa, Svarupa Damodara entiende las razones más confidenciales de la aparición de Sri Chaitanya Mahaprabhu, las cuales describe Krishnadas Kaviraja Goswami (Kasturi mañjari en el Krishna-
lila) en ese famoso verso del
Sri Chaitanya-
charitamrta(
Adi-lila, 1.6):
sri-radhayah pranaya-mahima kidrso vanayaiva
svadyo yenadbhuta-madhurima kidrso va madiyah
saukhyam casya mad-anubhavatah kidrsam veti lobhat
tad-bhavadhyah samajani saci-garbha-sindhau harinduh
“Con el deseo de comprender la gloria del amor de Radharani, las cualidades maravillosas que Él posee, de las que solamente Ella Se deleita con Su amor, y la felicidad que Ella siente cuando comprende la dulzura del amor que siente hacia Ella, el Señor Supremo, Hari, ricamente provisto de las emociones de Radharani nace del seno de Srimati Sacidevi, tal como la Luna aparece tras el océano”.
La relación amorosa de la Divina Pareja de Vraja-dhama es una manifestación del
hladini-sakti del Señor Supremo. Aunque Radha y Krishna (la
sakti y el
saktiman) son uno en identidad, se separan en un intercambio dialéctico de unión y separación, para dar mayor intensidad al
prema-bhakti entre Ellos. Si no hubiera separación, la necesidad del encuentro no alcanzaría su clímax.
En Gauranga se funden esas dos identidades trascendentales nuevamente, manifestando el sentimiento (
radha-mahabhava chintamani) y el color corporal de Radharani, aunque Sri Krishna Chaitanya es Krishna mismo internamente. Esos es lo que percibe Sri Jaganatha al ver a Sri Gauranga, y Sri Gauranga percibe como Radhrani a Krishna en Jaganatha. Es algo muy hermoso y también muy esotérico. Sólo por las bendiciones de Sri Guru-Gauranga pueden comprenderlo los devotos puros.
Sólo cuando Svarupa Damodara cantó en voz alta ese sloka —“
sei ta parana-natha painu / yaha lagi' madana-dahane jhuri' genu”—, Sri Caitanya Mahaprabhu comenzó de nuevo a danzar rítmicamente, lleno de bienaventuranza trascendental. Entonces, lentamente, el carro del Señor Jagannatha comenzó a moverse, mientras el hijo de madre Saci Se adelantaba y danzaba frente a él.
Mientras el Señor bailaba y cantaba, todos los devotos que iban delante del Señor Jagannatha tenían los ojos fijos en Él. Chaitanya Mahaprabhu fue entonces al extremo final de la procesión, con los que hacían
sankirtana. Con los ojos y la mente plenamente absortos en el Señor Jagannatha, Chaitanya Mahaprabhu comenzó a representar con los brazos la acción dramática de la canción.
En el curso de Su representación dramática de la canción, Caitanya Mahaprabhu a veces quedaba rezagado en la procesión. Cuando eso ocurría, el Señor Jagannatha quedaba inmóvil. Pero cuando Caitanya Mahaprabhu volvía a adelantarse, el carro del Señor Jagannatha, lentamente, se ponía de nuevo en marcha. De ese modo, había una especie de competición entre Chaitanya Mahaprabhu y el Señor Jagannatha por ver quien dirigía. Sin embargo, Chaitanya Mahaprabhu era tan fuerte que hacía esperar al Señor Jagannatha en Su carro.
Mientras Mahaprabhu danzaba, Su éxtasis cambió. Levantando los brazos, comenzó a recitar en voz alta el siguiente verso que aparece en el
Padyavali (38), una antología de versos recopilados por Srila Rupa Goswami:
“Esa misma persona que en Mi juventud me robó el corazón es ahora de nuevo mi amo. Son las mismas noches de Luna del mes de
chaitra, la misma fragancia de las flores
malati, y la misma dulce brisa del bosque de
kadambas. Y, aunque en nuestra intimidad sigo siendo la misma amante, mi mente no es feliz aquí. Ardo en deseos de regresar a aquel lugar, a orillas del Reva, bajo el árbol Vetast. Eso es lo que deseo”.
Sri Chaitanya Mahaprabhu recitó este verso una y otra vez. Excepto Svarupa Damodara, nadie podía entender su significado. Mahaprabhu le dijo en el fondo al Señor Jagannatha:
“Tú eres el mismo Krishna, y Yo soy la misma Radharani. Volvemos a vernos [en Kuruksetra], del mismo modo que al comienzo de nuestras vidas. Aunque los dos somos los mismos, Mi mente sigue atraída a Vrindavana-
dhama. Deseo que Tú, por favor, pises de nuevo Vrindavana con Tus pies de loto. En Kuruksetra hay demasiada gente, con sus elefantes, caballos y ruidosas cuadrigas. Sin embargo, en Vrindavana hay jardines de flores, y se puede escuchar el susurro de las abejas y el trinar de los pájaros. Aquí, en Kuruksetra, estás vestido como un príncipe de la realeza, en compañía de grandes guerreros, pero en Vrindavana Te presentabas como un simple pastorcillo, acompañado solamente de Tu hermosa flauta. Aquí no hay ni una gota del océano de felicidad trascendental de que disfruté contigo en Vrindavana. Por eso Te pido que vengas a Vrindavana y disfrutes de pasatiempos conmigo. Si lo haces, Mi ambición estará satisfecha”.
Estas son las palabras de Radharani que aparecen en el décimo canto del Srimad-Bhagavatam, cuyos versos han sido admirablemente comentados por Srila Visvanatha Chakravarti Thakur en su
Sararthadarsini. Fue con esos sentimientos de éxtasis que Sri Caitanya Mahaprabhu recitó muchos otros versos, pero la gente no podía entender su significado. Svarupa Damodara Gosvami… conocía el significado de esos versos, pero no lo reveló. Sin embargo, Sri Rupa Gosvami ha divulgado su significado.
El gopi-bhava de Mahaprabhu durante sus intercambios con Jaganatha
Mientras bailaba, el Señor Chaitanya comenzó a recitar el siguiente verso del
Srimad-Bhagavatam(10.82.48), que saboreaba en compañía de Svarupa Damodara Gosvami, en la modalidad del
gopi-bhava(obvio el sánscrito):
«[Las
gopis dijeron:] “Querido Señor, cuyo ombligo es como una flor de loto, Tus pies de loto son el único refugio para aquellos que han caído en el profundo pozo de la existencia material. Grandes
yoguismísticos y filósofos muy eruditos adoran Tus pies y meditan en ellos. Nosotros deseamos que esos pies de loto puedan también manifestarse en nuestros corazones, aunque no somos más que personas corrientes ocupadas en asuntos domésticos”.»
Absorto en los sentimientos de Srimati Radhika, Sri Gauranga dijo:
“Para la mayoría de la gente, la mente y el corazón son uno; pero, como Mi mente nunca se aparta de Vrindavana, Yo considero que Mi mente y Vrindavana son uno. Mi mente ya es Vrindavana, y a Ti Te gusta Vrindavana; ¿Me harías entonces el favor de poner Tus pies de loto allí? Para Mí, eso sería Tu misericordia completa”.
Esta es la petición que encierra el secreto del Ratha-yatra: llevar a Krishna de vuelta a Vrindavana, el entorno ideal y natural para el intercambio del
gopi-bhava en el Vraja-lila, no la unión limitada en Kuruksetra, cuando los Vrajabasis se encontraron con Krishna en la ocasión del eclipse solar, cuando el venía de Dsvarka como un rey con todo Su séquito y opulencia, lo cual no le gustaba a Radharani, a las gopis ni a Sus queridos Vrajavasis.
Pero, como corolario más asombroso, como se verá en una próxima nota, Krishna también sentía separación por las Gopis y Radharani, lloraba y sufría por ello, y prometió regresar después de cierto tiempo. Ese intercambio es unión en separación, el amoroso juego dialéctico entre
viraha y
milana, entre
sambhoga y
vipralambha.
Mahaprabhu, siguió diciendo en el sentimiento de Radha:
“Mi querido Señor, ten la bondad de escuchar lo que con toda sinceridad Te presento. Mi hogar es Vrindavana, y deseo estar allí contigo. Si no lo consigo, Me será muy difícil seguir viviendo. Mi querido Krishna, en el pasado, cuando vivías en Mathura, enviaste a Uddhava para que Me enseñase el conocimiento especulativo y el
yoga místico. Ahora Tú Me hablas de lo mismo, pero Mi mente no lo acepta. En Mi mente no hay espacio para el
jñana-yoga o el
dhyana-yoga. Aunque Me conoces muy bien, Te empeñas en instruirme en
jñana-yoga y
dhyana-yoga. Eso que haces no está bien”.
Chaitanya Mahaprabhu continuó:
“Me gustaría apartar Mi conciencia de Ti y ocuparla en actividades materiales, pero, por más que lo intento, no puedo. De forma natural, sólo siento inclinación por Ti. Por eso, la instrucción que Me has dado de que medite en Ti, es simplemente ridícula. De ese modo, Me estás matando. No está bien que pienses en Mí como si fuera una candidata a Tus enseñanzas. Las
gopis no son como los
yoguis místicos. Nunca estarán satisfechas con meditar en Tus pies de loto e imitar a los supuestos yoguis. Enseñar meditación a las
gopis es pura duplicidad. Cuando se las instruye para que se sometan a la práctica del yoga místico, no se sienten en absoluto satisfechas. Por el contrario, se enfadan todavía más contigo. Las
gopis han caído en el gran océano de la separación, y están siendo devoradas por el pez
timingila de su intensa ambición de servirte. Las
gopis son devotas puras y tienen que ser liberadas de la boca de ese pez
timingila. Si están libres del concepto material de la vida, ¿por qué iban a aspirar a la liberación? Las
gopis no desean la liberación que desean los
yoguis y los
jñanis, pues ya están liberadas del océano de la existencia material. Es asombroso que hayas olvidado la tierra de Vrindavana. ¿Y cómo has podido olvidar a Tu padre, a Tu madre, a Tus amigos? ¿Cómo has podido olvidar la colina Govardhana, las orillas del Yamuna, y el bosque en que disfrutaste de la danza
rasa-lila? Tú eres ciertamente un caballero refinado dotado de todas las buenas cualidades. Muestras buen comportamiento, tienes buen corazón y eres misericordioso. Sé que en Ti no se puede encontrar ni el menor rastro de defectos. Pero Tu mente ni siquiera recuerda a los habitantes de Vrindavana. Ello se debe únicamente a Mi mala fortuna, y a nada más. No Me preocupa Mi propia felicidad, pero, cuando veo la tristeza del rostro de madre, Yasoda, y veo a los habitantes de Vrindavana con el corazón roto por Tu causa, Me pregunto si lo que quieres es matarlos. ¿No quieres devolverles la vida yendo allí? ¿Por qué mantienes sus vidas en un estado de constante sufrimiento? Los habitantes de Vrindavana no Te quieren vestido como un príncipe, ni quieren que Te relaciones con grandes guerreros en un país. distinto. Ellos no pueden irse de la tierra de Vrindavana, y, sin Tu presencia, se están muriendo. ¿Qué va a ser de ellos? Mi querido Krishna, Tú eres la vida misma de Vrindavana-
dhama. Y, especialmente, eres la vida de Nanda Maharaja. Tú eres la única opulencia en la tierra de Vrindavana, y eres muy misericordioso. Por favor, ven y da la vida a todos los habitantes de Vrindavana. Por favor, pon de nuevo Tus pies de loto en Vrindavana”.
Al final del
sloka 147 de ese capítulo 13 del
Madhya-lila, Srila Prabhupada comenta:
“Srimati Radharani no expresó lo que Ella misma sufría por estar separada de Krishna. Lo que quería era apelar a la sensibilidad de Krishna en relación con la situación de los demás habitantes de Vrindavana-
dhama: madre Yasoda, Maharaja Nanda, los pastorcillos de vacas, las
gopis, los pájaros y abejas de las orillas del Yamuna, las aguas del Yamuna, los árboles, los bosques, y todo lo que de alguna forma había estado relacionado con Krishna antes de que Se marchase de Vrindavana a Mathura. Sri Caitanya Mahaprabhu manifestaba esos sentimientos de Srimati Radharani; por esa razón, invitó al Señor Jagannatha, Krishna, a regresar a Vrindavana. Ése es el significado del recorrido del carro de Ratha-yatra desde el templo de Jagannatha Puri al templo de Gundicha”.
Tras escuchar las hermosas palabras de Radharani, el Señor Krishna vio resurgir en Él Su amor por los habitantes de Vrindavana, y Su cuerpo y Su mente Se perturbaron mucho. Tras escuchar cuánto Le amaban, inmediatamente Se consideró permanentemente endeudado con los habitantes de Vrindavana. Para tranquilizar a Radharani, Krishna dijo entonces lo siguiente:
“Mi muy querida Srimati Radharani, escúchame, por favor. Te digo la verdad. Lloro día y noche con sólo recordaros, habitantes de Vrindavana. Nadie sabe lo desdichado que Me siento por ello. Todos los habitantes de Vrindavana-
dhama —Mi madre, Mi padre, Mis amigos pastorcillos de vacas y todo lo demás— son como Mi misma vida. Y, de los habitantes de Vrindavana, las
gopis son Mi propia vida. Y de entre todas las
gopis, Tú, Srimati Radharani, eres la principal. Por eso, Tú eres la vida misma de Mi vida. Mi querida Srimati Radharani, Yo dependo siempre del amor de todos vosotros. Estoy totalmente sujeto a vuestro control. Si Me he separado de vosotros para vivir en lugares distantes, se debe a Mi muy mala fortuna. Cuando una mujer tiene que separarse del hombre a quien ama, o un hombre tiene que separarse de la mujer amada, ninguno de los dos puede vivir. Es cierto que viven solamente el uno para el otro, pues si uno muere y el otro recibe la noticia, él o ella también morirá. Una esposa amante y casta y un marido amoroso que, encontrándose separados, se desean lo mejor el uno al otro y no se preocupan de su propia felicidad, sólo desean el bienestar mutuo. Ciertamente, una pareja así no tardan mucho en volver a encontrarse. Tú eres a quien Yo más quiero, y sé que, en Mi ausencia, no puedes vivir ni por un instante. Sólo para que sigas con vida, Yo adoro al Señor Narayana. Por Su misericordiosa potencia, vengo a Vrindavana todos los días para disfrutar de pasatiempos contigo. Después regreso a Dvaraka-
dhama. De ese modo, Tú puedes sentir siempre Mi presencia allí, en Vrindavana. Nuestro amor es más poderoso debido a que he tenido la buena fortuna de recibir la gracia de Narayana. Eso Me permite ir allí sin que nadie Me vea. Yo espero que, muy pronto, pueda ser visible para todos. He matado ya a todos los malvados demonios enemigos de la dinastía Yadu, y he matado también a Kamsa y a sus aliados. Pero aún quedan vivos dos o cuatro demonios. Quiero matarlos, y muy pronto, después de hacerlo, regresaré a Vrindavana. Por favor, ten esto por seguro. Quiero proteger a los habitantes de Vrindavana de los ataques de Mis enemigos; por eso sigo en Mi reino. De no ser por eso, Mi posición como rey Me es indiferente. Si en el reino mantengo esposas, hijos y riquezas, es sólo para satisfacción de los Yadus. Tus amorosas cualidades siempre Me atraen a Vrindavana. En verdad, Me harán regresar de nuevo dentro de diez o veinte días, y, cuando regrese, disfrutaré día y noche contigo y con todas las doncellas de Vrajabhumi”.
Mientras hablaba así con Srimati Radharani, Krishna Se llenó de ansiedad por regresar a Vrindavana. Entonces hizo escuchar a Radharani un verso que disipó todas Sus dificultades y que Le dio la seguridad de obtener de nuevo a Krishna. El Señor Sri Krishna dijo este verso, que está en el
Srimad-Bhagavatam(10.82.44):
“La única manera de llegar a Mí es ofrecerme servicio devocional. Mis queridas
gopis, el amor y el afecto que, por buena fortuna, habéis adquirido por Mí, es la única razón de que regrese con vosotras”.
Sri Chaitanya Mahaprabhu Se sentaba en Su habitación con Svarupa Damodara y saboreaba día y noche el contenido de esos versos. El bailaba completamente absorto en la emoción extática. Mirando a la cara del Señor Jagannatha, danzaba y recitaba esos versos. Nadie puede explicar la buena fortuna de Svarupa Dumodara Gosvumi, pues él está siempre absorto en el servicio del Señor con el cuerpo, la mente y las palabras. Los sentidos del Señor y los sentidos de Svarupa Damodara eran idénticos. Por esa razón, Mahaprabhu solía quedar completamente absorto en saborear el canto de Svarupa Damodara durante el Ratha-yatra.
Absorto en éxtasis emocional, Chaitanya Mahaprabhu a veces Se sentaba en el suelo y, mirando hacia abajo, escribía en el suelo con el dedo. Temiendo que el Señor Se hiciese daño en el dedo si escribía de esa forma, Svarupa Damodara Le detenía con su propia mano. El solía cantar en perfecta armonía con la emoción extática del Señor. Siempre que Mahaprabhu saboreaba una determinada melosidad, Svarupa Damodara le daba forma con su canto.
Entonces, Sri Chaitanya Mahaprabhu miró la hermosa cara de loto y los ojos del Señor Jagannatha, quien llevaba guirnaldas de flores y estaba vestido y adornado con hermosas ropas y alhajas. Su cara resplandecía con los rayos del Sol, y toda la atmósfera era fragante. En el corazón del Señor Chaitanya se extendió un océano de bienaventuranza trascendental; como un huracán, los signos de locura se intensificaron inmediatamente.
La locura de bienaventuranza trascendental levantó olas de emociones diversas. Esas emociones eran como soldados de ejércitos enemigos enzarzados en combate. Todos los signos naturales de las emociones se intensificaron. Había así despertar de emociones, paz, emociones unidas, mezcladas, trascendentales y predominantes, así como impulsos emotivos. El cuerpo de Mahaprabhu tenía el aspecto de una trascendental montaña Himalaya donde florecían en plenitud toda clase de árboles de emoción extática.
Aquellos signos atrajeron la mente y la conciencia de todos los que los veían. En verdad, el Señor roció la mente de todos con el néctar del amor trascendental por Dios. Así roció la mente de los sirvientes del Señor Jagannatha, de los funcionarios del gobierno, de los peregrinos visitantes, de la población en general y de todos los habitantes de Jagannatha Puri. Al ver la danza y el amor extático de Sri Chaitanya Mahaprabhu, todos quedaron asombrados. Sus corazones se encendieron de amor por Krishna.
Todos danzaron y cantaron llenos de amor extático, y se levantó un intenso tumulto. Sólo de ver la danza de Mahaprabhu, todos quedaron abrumados de bienaventuranza trascendental. Hasta el Señor Jagannatha y el Señor Balarama, muy felices, comenzaron a moverse lentamente al ver la danza de Sri Chaitanya. El Señor Jagannatha y el Señor Balarama a veces detenían el carro y observaban, muy felices, la danza del Señor Chaitanya. Todo el que pudo verles detenerse y contemplar la danza dio testimonio de Sus pasatiempos.
Mientras danzaba de este modo, yendo de un lugar a otro, el Señor Chaitanya cayó frente a Maharaja Prataparudra. Con gran respeto, el rey ayudó al Señor a levantarse, pero al ver al rey, el Señor Caitanya Mahaprabhu recobró Su conciencia externa. Cuando vio al rey, Mahaprabhu renegó de Sí mismo diciendo: “¡Oh, qué lamentable! ¡He tocado a una persona interesada en cosas mundanas!” Sri Chaitanya Mahaprabhu estaba ya satisfecho de la conducta del rey, pues había aceptado el servicio de barrendero para el Señor Jagannatha. Por lo tanto, en realidad, el Señor Chaitanya Mahaprabhu deseaba ver al rey. Sin embargo, y para advertir a Sus devotos personales, expresó externamente sentimientos de enfado.
El rey Prataparudra se asustó mucho cuando el Señor Caitanya Se mostró externamente enfadado, pero Sarvabhauma Bhattacharya le dijo: “No te preocupes”. Sarvabhauma Bhattacharya informó al rey: “El Señor está muy satisfecho contigo. Al señalarte, estaba enseñando a Sus devotos personales cómo comportarse con la gente mundana”. Sarvabhauma Bhattacharya continuó: “Presentaré tu petición en cuanto haya un momento oportuno. Entonces te será fácil ir a ver al Señor”.
Tras caminar alrededor de Jagannatha, Sri Caitanya Mahaprabhu Se puso detrás del carro y comenzó a empujarlo con la cabeza. Tan pronto como empujó el carro, éste comenzó a moverse con un fuerte traqueteo. Alrededor, la gente comenzó a cantar el santo nombre del Señor: “¡Hari!, ¡Hari!”. Cuando el carro comenzó a moverse, Sri Chaitanya Mahaprabhu llevó a Sus acompañantes personales frente a los carros del Señor Balarama y de Subhadra, la diosa de la fortuna. Muy inspirado, comenzó a danzar frente a ellos. Cuando terminó de danzar ante el Señor Baladeva y Subhadra, Mah€prabhu fue ante el carro del Señor Jagannatha. Al ver al Señor Jagannatha, comenzó a danzar de nuevo. Cuando llegaron al lugar de Balagandi, el Señor Jagannatha detuvo Su carro y miró a derecha e izquierda.
Del lado izquierdo, el Señor Jagannatha vio el vecindario de
brahmanas conocido con el nombre de
vipra-sasana [una zona donde en Orissa suelen vivir los
brahmanas] y un bosque de cocoteros. A la derecha, vio hermosos jardines de flores semejantes a los de Vrindavana, el lugar sagrado. Mahaprabhu y Sus devotos danzaban frente al carro, y el Señor Jagannatha, tras detener el carro, contempló la danza. La costumbre era que, cuando el Señor llegaba a
vipra-sasana, se le ofrecían alimentos.
En verdad, se ofrecieron infinidad de platos, y el Señor Jagannatha los probó todos, uno por uno. Todo tipo de devotos del Señor Jagannatha, desde los neófitos a los más avanzados, ofrecieron al Señor lo mejor que sabían cocinar. Entre esos devotos estaban el rey, las reinas, sus ministros y amigos, y todos los demás habitantes de Jagannatha Puri, grandes y pequeños. Los devotos ofrecían sus alimentos en todas partes, delante y detrás del carro, en los lados y dentro del jardín de flores. Donde hubiera un espacio, allí hacían su ofrenda al Señor, pues no había ninguna regla estricta.
Mientras se ofrecían los alimentos, se formó una gran multitud. En ese momento, Sri Caitanya Mahaprabhu interrumpió Su danza y fue a un jardín cercano. Mahaprabhu entró en el jardín y, sumido en una gran emoción extática, Se dejó caer en una plataforma del jardín. Muy fatigado por el gran esfuerzo realizado al danzar, con todo el cuerpo cubierto de sudor, el Señor disfrutó de la fragante y fresca brisa del jardín. Todos los devotos que habían estado haciendo
sankirtana fueron allí y reposaron bajo los árboles.
Quien escuche esta descripción del festival de los carros llegará a Sri Caitanya Mahaprabhu. También alcanzará el estado de elevación que le dotará de amor por Dios y de una firme convicción en el servicio devocional. Tras estas descripciones del capítulo 13 del Madhya-lila del Chaitanya-charitamrta, siguen lo que se conoce como los pasatiempos de Vrindavana.
Cerca del templo de Gundicha hay un lugar conocido con el nombre de Aitota. Era el lugar previsto para que el Señor Caitanya descansase. Cuando el Señor Jagannatha Se instaló en Sundaracala, Mah€prabhu veía el lugar como si fuese Vrndavana. En el lago Indradyumna disfrutó de pasatiempos jugando en el agua. Durante los nueve días del Ratha-yatra, el Señor permaneció en Sundaracala; al quinto día, Él y Svarupa D€modara observaron los pasatiempos de Laksmi, la diosa de la fortuna. En esa ocasión, los devotos hablaron mucho de los pasatiempos de las
gopis. Cuando se procedió a arrastrar de nuevo el
ratha y se reanudó el canto, el Señor pidió a dos devotos de Kulina-grama —Ramananda Vasu y Satyaraja Khan—, que cada año trajesen cuerdas de seda para la ceremonia de Ratha-yatra.
__________Continúa en la próxima nota: "El receso en Balagandi. El rey de Puri recibe la misericordia del Señor Chaitanya".
Vaisnava dasanudasa
Visuddha-sattva dasa
(Bhaktivedanta Institute)
OM TAT SAT
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