Amor para la traición (Sobre la meditación de Jesús en el Monte de los Olivos cuando es traicionado por Judas)
Amor para la traición (Sobre la meditación de Jesús en el Monte de los Olivos cuando es traicionado por Judas)
_____Recopilación y traducciones de Visuddha-sattva das
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El fragmento que he seleccionado como núcleo de esta nota, lo he extraído de mi traducción española terminada en Enero de 2001 del libro Satisfacción Interna, una colección de citas de discursos informales de Srila Bhakti Raksak Sridhar Dev-Goswami Maharaja, Fundador-Presidente-Acharya de Sri Chaitanya Saraswat Math, en Navadvipa-dhama, a quien acepté desde 1980 como mi reverenciado siksa-guru.
Es conocido el episodio bíblico de que cuando Jesús estaba orando en el jardín antes de su crucifixión, Judas se acercó a él con los escribas y sacerdotes con intención de traicionarlo, identificando al Mesías con un beso. Este incidente es analizado por Srila Sridhara Maharaj para señalar la misericordia de Jesús al reaccionar con amor ante la vil traición de Judas, el falso apóstol, quien quedó perplejo y loco ante la conducta de Jesucristo.
Antes de referir el fragmento completo que es motivo central de esta nota, conviene decir algo sobre la meditación de Jesús en el Monte de los Olivos y su significación, pues es considerado uno de los lugares más sagrados de la tierra santa de Jerusalén, donde se encuentran las iglesias de Getsemaní, Pater Noster y Dominus Flevit.
El Monte de los Olivos se encuentra en el valle de Kidrón, al este de Jerusalén. Según consta en la Biblia, Jesús realizaba frecuentemente sus oraciones en este monte. Incluso se encontraba allí el día en que fue arrestado cuando Judas lo traicionó. El nombre de este monte se debe a los olivares que pueblan sus laderas. En su parte baja se encuentran los Jardines de Getsemaní, donde Jesús se hacia sus oraciones y se hospedaba en Jerusalén. El monte de los Olivos es el lugar de muchos eventos bíblicos importantes. En los “Hechos de los Apóstoles”, se nombra como el lugar desde el que Jesús ascendió al cielo. Según el Libro de Zacarías, el monte de los Olivos es el lugar elegido para redimir a los muertos al final de los tiempos, por esa razón los judíos tratan de ser enterrados en esa montaña, donde existen aproximadamente 150.000 tumbas.
El Monte, que está en el camino de Jerusalén a Betania, se menciona por primera vez en la Biblia cuando ocurre el indulto otorgado por David Absalón (II Samuel 15-20). También es citado con frecuencia en el Nuevo Testamento. Es el lugar donde Jesús lloró sobre Jerusalén, pernoctó con sus discípulos y entregó el “Sermón de los olivos”, celebrado por los cristianos días antes de Pascua. Ese sermón, que describe los tiempos finales del Apocalipsis, es poco conocido incluso por los cristianos convencionales, se encuentra en el capítulo 21 del Evangelio según Lucas y tiene 31 versículos.
Jesús el Cristo, “el ungido”, predicó sus enseñanzas durante sus tres años de vida pública. Esa prédica en forma de parábolas se encuentra en el Evangelio de San Lucas. El capítulo 4 del libro La ciencia de la autorealización se titula “Entendiendo a Krishna ya Cristo”. El contenido de ese capítulo proviene de una conversación sostenida por Srila Prabhupada con el padre Emmanuel Jungclaussen, un monje benedictino del monasterio de Niederalteich, durante una caminata cerca del centro ISKCON de Francfort am Main, Alemania, donde Srila Prabhupada y varios discípulos caminaron en 1974 con ese sacerdote cristiano.
Notando que Srila Prabhupada llevaba sus cuentas de meditación (japa) similares al rosario, el sacerdote alemán le dijo que él también rezaba continuamente una oración: “Señor Jesucristo, sé misericordioso con nosotros”.
Cuando Srila Prabhupada le preguntó cuál es el significado de la palabra “cristo”, el monje benedictino le respondió que Cristo proviene del griego “cristos”, que significa “el ungido”. Aunque el sentido etimológico bíblico de la palabra “ungido” significa “un hombre judío del Antiguo Testamento que era una autoridad importante y había sido ungido con un aceite sagrado”, también se designa como “ungido” a alguien que ha sido investido, dotado, proclamado, coronado o entronizado con algún poder, divino o mundano.
En el caso de Jesús “el Cristo”, se refiere a quien fue dotado con el poder divino para predicar la palabra de Dios, en la época histórica en que le tocó diseminarla, de acuerdo al grado de conciencia del pueblo a quien impartió sus enseñanzas. Se dice que antes de comenzar su misión espiritual, Jesús (quien pertenecía a la secta iniciática de los Esenios) estuvo en la India, y fue llamado “Isa” por los brahmanas de Kachemira, de quien recibió instrucciones trascendentales.
Cuando Srila Prabhupada escuchó esa definición, le respondió al sacerdote que Cristos es la versión griega de la palabra Krsna (que escribimos como Krishna para una mejor pronunciación fonética española). A partir de allí resultó la conversación entre Prabhupada y el monje alemán, recogida en el mencionado capítulo bajo el siguiente subtítulo “Krsna o Cristo: el nombre es el mismo”, cuya lectura se recomienda.
A continuación, inserto mi traducción del fragmento que motiva esta nota:
Amor para la traición
Srila Sridhara Maharaja: Cuando Jesús estaba orando en el jardín antes de su crucifixión, Judas se acercó a él con los escribas y sacerdotes con intención de traicionarlo, identificando al Mesías con un beso. De repente, Jesús miró a Judas de manera muy impresionante —él penetró a Judas. Y Judas pensó de sí mismo: “Estoy atrapado, seré responsable por la muerte de Jesucristo” pero sin embargo la forma en que Jesús me vio era algo como: ‘Yo te estoy usando a ti Judas. No es que tú me estés explotando, por el contrario yo te estoy utilizando como un traidor para mostrar la grandeza de mi vida al mundo futuro’.”
Jesús ya lo había dicho (en su última cena): “Entre esos doce discípulos uno me traicionará”. Él lo sabía. Judas había estado entonces allí y Jesús había lanzado su mirada hacia Judas. Y luego, cuando Judas estaba pensando que Jesús al verlo tan intensamente en el momento de la traición le quería decir internamente algo como: “Tú crees que me estás explotando por algunas monedas, pero soy yo el que te está usando a ti eternamente. Tú quedarás como un pecador contra mí, yo sé que eres un traidor, pero no te acusaré. Te acepté dentro de mi grupo de seguidores sabiendo muy bien que me estoy aprovechando de ti”. La mirada de Jesús quería decir eso para Judas.
Judas se enloqueció. El tiró el sacó con las monedas de plata. Corrió hacia las autoridades y dijo: “¡He cometido el peor de los pecados, eso no puedo tolerarlo!”. La energía de Judas fue absorbida, su espíritu fue arrastrado. Tal como sucede en el Jujitsu; cuando alguien ataca violentamente al oponente, pero el contrario se aparta repentinamente, ocasionando que la persona atacante caiga de bruces —Judas se encontró a sí mismo en esta clase de situación. Jesús estaba intercambiando el amor por la traición. Era la clase de amor que desarmó y puso loco a Judas —“Yo lo trato tan perversamente, pero su mirada no es vengativa, sino de gratitud infinita. Esa fue la clase de mirada que me lanzó Jesús”.
En la visión perfecta, en la consideración más completa, cada átomo está ayudando en los pasatiempos de Krishna. Bien sea directa o indirectamente —y aunque actualmente parezca ser indirecta—, una visión más profunda revelará que está viniendo hacia el servicio directo.
Al principio, Jagai y Madhai vinieron para golpear físicamente a Nityananda Prabhu. Pero después se volvieron sumisos. Ellos terminaron cantando los santos nombres de Nityananda y Gauranga, mostrando un ejemplo para el público, para los demás: “Nosotros, los peores villanos, nos convertimos en hombres honestos por la misericordia de nuestro benevolente Señor”. Ellos enaltecieron la belleza de la conducta del Señor por el sacrificio. Desempeñar el rol negativo exige gran sacrificio. Ellos dejaron su propia fama para hacer al Señor glorioso para siempre. La profundidad de nuestra visión puede detectar esas cosas.
Veremos mucho servicio directo incluso de la parte o el grupo indirecto. Maya y Satán también están dando servicio a Dios. Sin oscuridad, la luz no puede percibirse. Desempeñar la parte de la oscuridad, para mostrar la grandeza de la luz, requiere sacrificio. Satán está iluminando la grandeza de Dios. Él es aparentemente negativo, pero la contribución de Satán hace a Dios muy magnánimo. Si Satán no existiera, entonces, ¿cómo podríamos entender la grandeza de Dios? En todas partes existe la gracia o la misericordia de Dios.
Mahadeva, el Señor Siva, a veces se arrepiente y murmura: “¡Oh Señor, qué puedo hacer! Tú eres Absoluto y me has ocupado para aceptar la posición de líder del grupo opositor, yendo contra ti debido a que estoy animando a los demonios. Tú me has dado esta posición desafortunada, pero como Tu orden no se puede cambiar, entonces, ¡qué se puede hacer! Yo estoy siguiendo tu orden, ¡pero mi corazón no está satisfecho mi Señor!” Siva es un devoto, pero a veces se opone a Krishna o Visnu. El anima los poderes demoníacos contra el Señor. De una manera indirecta el pelea contra Krishna con sus seguidores, los demonios Bhuta y otros.
OM TAT SAT
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