"Cuando el oro está mezclado con otros metales, necesita purificarse. De la misma forma, nuestra conciencia se encuentra mezclada con ilimitados deseos materiales y requiere de un proceso purificatorio: el oro es entonces puesto en el fuego y golpeado con un martillo por el orfebre, y una y otra vez este mismo proceso se repite (fuego y martillo) y sólo así es que el oro finalmente es refinado. De la misma forma, el discípulo debe estar preparado para aceptar un tratamiento similar y mediante dicha disciplina ablandar su corazón. La relación entre Guru y discípulo es una relación basada en la purificación, no es un tipo de amistad como la que encontramos en un club social. De esta forma el discípulo debe ser dócil y entregado, pues si en lugar de tener esta actitud él es duro y se resiste al tratamiento, pasará lo mismo que con el oro: cuando el metal es martillado pero el mismo no ha sido apropiadamente ablandado por el fuego, este metal se partirá en lugar de purificarse. Asímismo, saranagati o rendición significa volvernos suaves y dóciles, pues sino la instrucción de Sri Guru acabará con el discípulo: no porque la instrucción sea inapropiada, sino porque el discípulo no la está recibiendo apropiadamente, en forma sumisa y entregada. De esta forma ambos elementos deben estar allí para que la purificación surja: el fuego y el martillo. Si sólo hay martillo el oro se parte (o sea, si sólo el guru está haciendo su parte pero no el discípulo), y si sólo hay fuego pero sin martillo, todo quedará reducido a cenizas (en este caso, que el discípulo haga su parte pero el Guru no instruya apropiadamente)."
Srila Bhakti Vicar Visnu Maharaja
Extraído de "Bhakti Tattva Vicara: Deliberaciones sobre los principios del servicio devocional"
Abandonar a los Gurus falsos
(extracto de "Sri Guru & su gracia", Cap. 8)
Devoto: Si el Guru iniciador cae del camino, ¿qué debería hacer
su discípulo?
Srila Sridhara Maharaja: Él puede tomar refugio de nuevo en el Santo Nombre de Krsna y esperar algún tiempo. Si desde el principio el Guru fue un discípulo sincero de su Maestro Espiritual y ahora, como resultado de algunas ofensas, está siendo abandonado por su Guru, él quizá se desvíe por algún tiempo. Pero puede regresar de nuevo a su posición. Sin embargo, se dice en el Mahabharata (Udyoga-parva 179.25):
guror apy avaliptasya, karyakaryam ajanatah
utpatha-prathipannasya, parityago vidhiyate
"Un Guru que no sabe lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer, quien ha dejado el camino del servicio devocional, debe ser abandonado".
Esto se encuentra en la declaración de Bhisma en el Mahabharata . Bhisma es uno de los doce Mahajanas y esto es lo que le manifiesta a su Astra-guru, Parasurama.
Jiva Gosvami dice que si el Guru se desvía, debe ser abandonado, pero debe haber circunstancias en las cuales, por el deseo inconcebible de Krsna, el Guru puede desviarse durante un tiempo y luego regresar de nuevo. En este caso, el discípulo debe esperar algún tiempo. Es muy infortunado para el discípulo que estas cosas sucedan. En el Harinama-cintamani de Srila Bhaktivinoda Thakura se trata ampliamente de esto. Si un hijo deja su hogar y desobedece a su padre, el padre se volverá indiferente con él y puede excluirlo del testamento. Sin embargo, si después de un tiempo el hijo regresa y de nuevo es obediente, entonces podrá recoger su herencia. De una manera similar, un Maestro Espiritual puede desobedecer a su Guru y entonces su Guru se volverá indiferente hacia él por algún tiempo, pero si él regresa al camino correcto, él no será desheredado. Esto se explica en el Bhagavad-gita (api cet suduracaro). En consecuencia no debemos actuar precipitadamente ante estos incidentes desafortunados, sino que debemos esperar y ver. Todo debe hacerse sensatamente.
Al tratar de comprender las relaciones entre un Guru y su hermano espiritual, y un Guru y el discípulo, encontraremos muchos puntos sutiles de sentimiento. De la misma manera que cuando Krsna entró en la arena de Kamsa, Él parecía diferente a las diferentes personas, los discípulos tendrán una visión de su Guru y sus hermanos espirituales tendrán otra visión y disposición. Los discípulos de un Guru genuino verán a su Guru como estando con Krsna, pero eso no puede ser visto por sus hermanos espirituales. En el madhurya-rasa, Krsna es visto de una manera y en el vatsalya-rasa, la madre Yasoda lo ve de otra forma. Los sirvientes lo ven de otra forma. Los rsis, como Gargamuni, lo verán de otra forma. Así como Krsna desee mostrarse será visto.
Usted puede ver a su Guru a su propia manera, sin embargo, usted tiene que comportarse de tal forma que la fe de los recién llegados no sea perturbada. Siempre debemos animar a los recién llegados. Porque es muy difícil para un alma caída recobrar el dominio de sí misma, su estima y ofrecerlos al Guru. Nuestra preocupación debería ser que ellos recobren su máxima estima y la ofrezcan al Guru. Por otro lado, yo puedo tener mi propio concepto sobre mi hermano espiritual. Puedo alimentar eso dentro de mi corazón. Debo tratar de no molestar a sus discípulos tanto como me sea posible. Si desafortunadamente cae un Acarya y él mismo prueba su falta de capacidad, si esto llega a un grado suficiente, entonces se pueden tomar ciertas medidas; puede que tengamos que tomar alguna acción desafortunada. Pero que Dios nos salve de esa condición desastrosa, éste debe ser nuestro sentimiento.
Por otro lado, el rango debe ser respetado tanto como sea posible. La consideración relativa como la absoluta van de la mano. Los discípulos deben ser animados principalmente por la consideración relativa. Y los hermanos espirituales tendrán más sentimiento por la consideración absoluta. Pero de todas maneras, ellos no deberían inquietar la primera posición de los recién llegados. Aún si usted piensa que la persona que realiza la función de Acarya es menos calificada que usted (adhikara), aún así usted debería formalmente rendirle honor especial puesto que él está en esa posición. El hijo puede ser el juez y el padre puede ser el abogado, pero el padre debe dar respeto al hijo. Él tiene que respetar la silla. Se deben mantener esta clase de arreglos en la misión. Cuando usted está solo, el hermano Acarya y su hermano no Acarya pueden mezclarse libremente. Usted puede abofetearlo en la cara. Pero cuando está en público con sus discípulos, usted no debe tener aquella clase de comportamiento. Se debe mantener una conducta respetuosa en público para conservar la paz de la misión.
RE-INICIACIÓN
En base a ciertos acontecimientos dados durante los últimos meses (y desde ya a lo largo de la historia incluso desde la época de Sriman Mahaprabhu) deseo compartir el día de hoy unas breves palabras sobre la temática de re-iniciación.
Este sea quizás un tópico nuevo para algunos y algo no del todo comprendido para otros, dado lo delicado que implica el concepto en sí. Es por ello que intentaremos compartir de la forma más amplia, profunda y sensible todo aquello que guru, sastra y sadhu nos entregan echando luz sobre cada aspecto de nuestra práctica, de manera que siempre podamos ubicar cada cosa en su respectivo sitio y mantener nuestro sadhana de forma sana y equilibrada.
Como la misma palabra lo sugiere, la re-iniciación implica el volver a aceptar iniciación de otro guru, rechazando de esta forma al maestro espiritual previo que nos pudo haber iniciado en un comienzo. Aunque de por sí semejante postura pueda sonar absolutamente inapropiada, existen ciertos casos puntuales en donde este tipo de posibilidad se vuelve algo probable e incluso necesario para el discípulo en tal situación. A pesar de en ciertos grupos se menciona que esto no es posible bajo ninguna circunstancia este punto es de hecho mencionado, entre otras obras destacadas, en el famoso “Sri Krishna Bhajanamrita” de Srila Narahari Sarkara Thakura, un importante asociado de Sriman Mahaprabhu y maestro espiritual de Locana dasa Thakura, quien fuera el autor del famoso Sri Caitanya Mangala. Este libro (Sri Krishna Bhajanamrita) fue recomendado por Srila Bhaktisiddhanta Saraswati Thakura como una de las cuatro obras que “todo Gaudiya Vaisnava debería leer” (junto con el Sri Caitanya Bhagavata de Srila Vrindavana dasa Thakura, el Sri Dasa Mula Siksa de Srila Bhaktivinoda Thakura y el Prema Bhakti Candrika de Srila Narottama dasa Thakura).
En esta famosa obra, Srila Narahari menciona:
tatra gurur yadi visadrsakari isvare bhrantah krsna yaso vimukho vilasa-vinodam na angikaroti svayam va durabhimani loka-stavaih krsnatvam prapnoti tarhi tyajya eva. (64)
“Si el maestro espiritual comete improperios, está confundido en relación a la Suprema Personalidad de Dios, es adverso a expandir las glorias de Sri Krishna, personalmente se niega a cantar o escuchar acerca de los pasatiempos del Señor o se ha vuelto extremadamente enorgullecido debido a las falsas glorificaciones de personas ignorantes y así ha caído en la oscuridad de la ignorancia, entonces semejante maestro espiritual simplemente debe ser rechazado.”
katham eva gurus tyajya iti no, krsna-bhava-lobhat krsna-praptaye guror asrayah krtas tad-anantaram yadi tasmin gurau asuribhavas tarhi kim kartavyam asura-gurum tyaktva sri krsna-bhaktimantam gurum anyam bhajet. (65)
“Bajo tales circunstancias uno no debería pensar:´¿Cómo podría yo abandonar a mi maestro espiritual? Con un fuerte deseo de alcanzar el servicio devocional espontáneo y los pies de loto de Sri Krishna, un devoto acepta el refugio de un maestro espiritual. Pero si luego de esto el maestro espiritual adopta una mentalidad demoníaca, ¿qué se puede hacer?. Rechazando a semejante guru demoníaco, en su lugar uno debe aceptar a un maestro espiritual conciente de Krishna, y adorarlo.”
tasya krsna-balad asurasya guror balam mardaniyam iti vaisnava-bhajana-vicarah (66)
“Por la fuerza del servicio devocional del maestro espiritual conciente de Krishna, los efectos nocivos del maestro espiritual demoníaco serán destruidos. Este es el sistema autorizado del servicio devocional Vaisnava.”
evam tu drsta bahavah sri krsna caitanyavatare (67)
“Durante la aparición del Señor Caitanya Mahaprabhu, muchos ejemplos de esto fueron vistos.”
Asímismo, podemos ver también cómo estos mismos puntos fueron claramente establecidos por otros acaryas predecesores tales como Srila Jiva Goswami, Srila Bhaktivinoda Thakura y Srila Bhaktisiddhanta Saraswati Thakura en sus respectivos escritos conocidos como Bhakti Sandarbha, Jaiva Dharma y Brahmana & Vaisnava (que no citaremos aquí en detalle en esta ocasión, para no aumentar en demasía la extensión de este artículo), presentando para esto escritos aún más antiguos tales como el Mahabharata, Narada Pañcaratra, etc.:
guror apy avaliptasya karyakaryam ajanatah utpatha-pratipannasya parityago vidhiyate
“Si el guru se apega a la gratificación sensorial, pierde su sentido del deber y sigue un sendero degradado, un sendero diferente al del servicio devocional al Señor, él debe ser rechazado.” (Mahabharata)
avaisnavopadistena
mantrena nirayam vrajet
punas ca vidhina samyag
grahayed vaisnavad guroh
“Alguien que es iniciado en el mantra por un no-Vaisnava se degradará. Por lo tanto, tal persona debe nuevamente iniciarse de forma apropiada, de acuerdo al método prescrito, por un guru Vaisnava.” (Narada Pañcaratra)
Conocemos también famosos casos como el de Krishna mismo, ordenándole a Arjuna que rechazase a Dronacarya, debido a que este último se había visto contaminado por la asociación con Duryodhana, así como incontables otros casos que nos brindan así un claro referente respecto a este punto tan particular.
De esta manera vemos cómo pese a existir este tipo de ejemplos en cuanto a re-iniciación en nuestra línea, todos ellos se dan bajo circunstancias muy puntuales y específicas, y el así llamado guru es rechazado sólo cuando él/ella desarrolla una actitud adversa hacia los Vaisnavas, con un comportamiento ofensivo para con los sadhus y predicando doctrinas opuestas al bhakti tales como mayavada, etc. Así, si luego de mucho tiempo de analizar la situación tal persona no se rectifica, las escrituras permiten que el discípulo pueda aceptar re-iniciación de un sadhu genuino para así salvar su práctica devocional. Pero en cualquier otro caso, uno no debería aceptar re-iniciación bajo ninguna circunstancia, pues esto representaría vaisnava-aparadha.
Algo muy importante a tener en cuenta entonces, es qué tan delicado es el aceptar re-iniciación cuando mi guru original es fidedigno, no es vaisnava-aparadhi ni predica doctrinas opuestas tales como el advaita-vedanta. En tal caso, si yo acepto re-iniciarme, tanto mi persona como quien me otorga dicha re-iniciación incurrirán no sólo en vaisnava-aparadha, sino en guru-aparadha incluso, en donde el sagrado principio de Sri Guru será negligenciado, representando esto también la cuarta ofensa a Sri Nama (guror avajña). Es ampliamente conocido por todos que si cometemos ofensas a Sri Nama, Sri Guru y los Vaisnavas, quedaremos por completo desprovistos de refugio, por lo que debemos ser extremadamente cuidadosos de no cometer semejante error, pues de hacerlo, lo que surja a partir de tales actos sólo irá en contra de nuestro avance devocional y verdadero interés espiritual.
Una cosa es entrar en contacto con Vaisnavas excelsos, humildes y puros y vernos inspirados por su comportamiento y eventualmente aceptar siksa de ellos (de tal forma incluso que todo esto nutra apropiadamente mi fe en mi harinama y/o diksa-guru), pero otra muy diferente es rechazar a mi Gurudeva y volver a aceptar el Nombre o Sri Gayatri de alguna otra persona, descartando lo ya recibido originalmente en forma fidedigna.
El principio universal de Sri Guru se mueve en forma complementaria, no competitiva, y de esta forma todo miembro genuino del parampara respetará este principio de caballerosidad entre sadhus. En su Krishna Bhajanamrita, Srila Narahari llega incluso a decir que si el guru de uno cae en actividades pecaminosas (pero no comete aparadha ni predica apasiddhanta) uno como discípulo debería tratar de predicar y ayudar a tal guru para que éste pueda levantarse, como servicio a él/ella: ¿Qué decir de abandonarlo cuando se mantiene bien posicionado dentro del mundo de sus realizaciones espirituales? Es por esto que gradualmente debemos cualificarnos para lograr establecer apropiadamente el adhikara de cada practicante, de forma de poder servir y ofrecer nuestros respetos en forma certera a cada sadhaka y así a su vez evitar dejarnos llevar por apariencias relativas que nos hagan juzgar a alguien por consideraciones externas. Y en caso de que aún no seamos capaces de esto por el momento, saber mantenernos entonces bajo la guía de alguien que sí esté haciendo este necesario trabajo en forma genuina, humilde y sincera.
En el mundo Vaisnava actual (y no sólo actual como ya hemos visto) debemos ser muy cuidadosos y maduros a la hora de comprender y educar a nuestra propia inspiración, pues es muy usual que la tendencia sea (al menos en etapas iniciales) siempre inspirarnos con aquello que es nuevo, diferente y que por ende muchas veces sentimos como mejor o más elevado que el resto. Y nos encontramos particularmente en una época dentro de la historia del Vaisnavismo en Occidente, en donde muchos nuevos grupos y predicadores de diversas partes de nuestro parampara aterrizan por estos lados del mundo sin conocer muy en detalle las muchas consideraciones que siempre deben tenerse presente a la hora de encarar un nuevo público, un nuevo mundo. Y a cada uno de nosotros como “anfitriones”, nos toca aplicar una generosa dosis de madurez, cautela, respeto, lealtad y siddhanta para no quedar ampliamente desconcertados y luego intentar justificar todo ello en el nombre de una “nueva inspiración” que muchas veces no termina siendo lo que originalmente parecía: pues en semejante momento precipitado uno puede sin pensarlo demasiado, tomar decisiones de las cuales se arrepienta por el resto de su vida.
Por ende, el mensaje revelado nos proporciona una alta dosis de precaución a la hora de lidiar con el más sagrado principio de guru-tattva, pues éste representa una zona de lo más delicada y en la cual debemos aprender a caminar exitosamente en nuestro intento por alcanzar la divina morada a la que Sri Guru nos llama e invita, allí donde muchas veces se manejan conceptos y sentimientos que están muy por encima de nuestra cabeza todos los cuales debemos aprender a honrar debidamente en todo momento.
De esta manera hemos compartido aquí brevemente algunas ideas generales pero sin quizás abordar casos tan específicos, aunque desde ya que para aquellos que tengan otras dudas y consultas más puntuales, quedamos a la espera de su acercamiento personalizado.
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Gaura Haribolo!
UNA FE INTELIGENTE ES IMPRESCINDIBLE
Es propio que en toda práctica espiritual (como todo en la vida) exista cierto entusiasmo inicial propio de todo lo que se comienza, y luego el mismo decaiga al comprobar las diversas dificultades que nos tocan afrontar de manera de realizar un sustancial progreso interno en el sendero, y así aparezcan en nuestra práctica distintos tipos de desequilibrio que llevan a una falta de constancia en nuestras labores internas, etc.
Es por ello que la meta a mediano plazo para gran parte de los practicantes es lo que en sánscrito se conoce como "nistha" que se traduce por un lado como "fe firme" y por otro como "estabilidad, constancia", y dentro de la práctica del Vaisnavismo Gaudiya, esto en gran parte tiene que ver con el acto de llegar a un grado de fe tal que esta misma fe nos pueda mantener constantemente ocupados en cantar el Santo Nombre de Krishna (que forma el eje y sostén de nuestra práctica devocional), incluso pese a que aún no hayamos alcanzado la etapa de ruci (que implica el sentir un gusto constante en el canto, y la cual se manifiesta luego de nistha).
La idea aquí es que nuestra inteligencia puede y debe nutrir nuestra fe, la cual recibe profundas razones para seguir adelante y así se fortalece y nos capacita para continuar con nuestra práctica incluso cuando en un sentido no podamos aún estar experimentando lo que eventualmente sí experimentaremos (ruci, asakti, bhava, etc.). Por ello, para que la fe pase de ser komala (débil) a nistha (firme) la misma debe ser apropiadamente nutrida a través de sravanam, kirtanam y muy en especial sadhu-sanga, y un tipo tal de sadhu-sanga (compañía de practicantes avanzados) que naturalmente inspire en mí una mayor confianza (fe) en la práctica, la cual se ve centralmente caracterizada en nuestro caso por el canto del Nombre.
Se nos invita de esta forma a cultivar una fe estable, una fe inteligente, de manera que a su debido momento ésta continúe evolucionando hasta tomar la forma del maduro fruto del amor divino, el cual se caracteriza por una profunda sabiduría y no un mero estallido emocional y sentimental, plagado de inestabilidad y falsas designaciones que emerjen del falso ego.
Utilicemos entonces y dentro de nuestras capacidades nuestra inteligencia toda, para así llenar a nuestra práctica de cada vez mejores y más intensas razones que nos afianzen en una total convicción y seguridad de que aquello que estamos haciendo (en este caso en relación a cantar el Santo Nombre) es lo mejor que podríamos estar haciendo, y sobre esa base natural de experiencia y determinación, mantener y desarrollar cada uno de nuestros esfuerzos por la divina misericordia que el mismo Nombre nos provea.
En el bhakti-marga (sendero de la devoción) la única cualificación requerida para participar es sraddha, o fe. Esta fe es la que a su vez nos continúa transportando a lo largo de todo el camino hasta la estación final llamada prema, que en otras palabras es el máximo desarrollo de esta misma fe inicial. De todas maneras prema continúa desarrollándose en infinitas sub-etapas que incrementan más ymás su intensidad sumergiendo al alma en un nectáreo océano de rasa, o dulces sabores trascendentales.
Ahora, dado que la fe es algo tan importante y a su vez tan malentendido hoy en día, debemos comprender tangiblemente qué implica el tener fe. O como diría Srila B.R. Sridhara Deva Goswami: "¿qué fe tienes en la fe?".
En verdad la fe tiene que ver con una experiencia personal, la cual genera un convencimiento de lo que acabo de vivir y sentir. Existen diferentes pramanas o evidencias mediante las cuales comprobar todo en esta vida, y Srila Sanatana Goswami menciona en su Brihad Bhagavatamrita, que el pramana final es la propia experiencia personal. Pero esta experiencia personal debe darse en ciertos parámetros, los cuales garantizarán que lo que estamos experimentando no pertenece al plano imaginario y relativo de nuestro mundo mental y sensorial.
Para ello, la clave final que garantizará que estemos teniendo una genuina experiencia de la realidad es básicamente el poder tener una experiencia personal acerca de la experiencia que están teniendo aquellas personas quienes en su corazón poseen altos niveles de fe y devoción, o sea, sadhus. Los sadhus son personas honestas, santas, quienes consagran su existencia a incrementar más y más esta maravillosa sustancia llamada fe.
Es relativamente fácil negar la existencia de Dios, pero para nada sencillo negar la existencia del amor por Dios. En otras palabras, al encontrarme a alguien con un profundo e innegable sentimiento de fe, devoción, amor, etc. es para mí prácticamente imposible negar tal situación, tal experiencia: tal vez yo no esté teniendo la experiencia que esa persona está teniendo, pero sí estoy teniendo una experiencia de su experiencia. Y ese es el comienzo de mi experiencia en el mundo de la fe.
De esta forma, el sadhu-sanga (o compañía cercana de personas santas) es aquello que da comienzo a la fe en algo superior, y esa misma compañía es la que, con su propio magnetismo, me invita a profundizar más y más en semejante mundo y yo mismo ir de esta forma adquiriendo nuevos y mayores niveles de experiencia o en otras palabras, incrementando mi fe.
De esta forma es cómo la fe se desarrolla hasta el punto de llevarnos hacia la meta de la vida: de la mano de aquellas personas que ya poseen aquello que anhelo poseer, y teniendo fe en la fe, o confiando en que mi experiencia actual me llevará eventualmente a tener la experiencia de aquellas grandes almas que con sus pasos establecen el camino a seguir.
"Mi corazón es como un desierto, ardiente a causa de los rayos del sol. Tal es mi condición mental íntima. El deseo por cosas mortales no puede satisfacerme debido a que por naturaleza son causantes de la muerte. Y no uno o dos, sino miles de tales deseos mortales se han refugiado en mi mente. Por ello mi subconsciente está siempre ardiendo. Esta es mi condición. Pero de algún modo, por la gracia de los santos y el Maestro Espiritual, el Santo Nombre de Krishna, con sus infinitas perspectivas, ha entrado por los orificios de mis oídos y ha alcanzado la esfera de mi corazón. Y allí, con alguna extraña esperanza, con infinitas posibilidades auspiciosas, tocó mi corazón con un nuevo tipo de néctar.
Ese sonido despierta una nueva esperanza. Entonces, abriéndose paso, viene desde el corazón hacia la lengua. No es que yo esté haciendo esfuerzo alguno para pronunciarlo, no. Lo que vino del corazón de un santo, entró en el mío a través de los oídos, apareció a la fuerza sobre mi lengua y comenzó a danzar. Ese es el Santo Nombre genuino. Desciende de lo alto. La forma material de la lengua no puede producirlo. Se origina en lo alto. Y por medio de un representante del Absoluto, el Santo Nombre de Krishna llega al corazón a través del oído. Allí recoge alguna afinidad, aparece a la fuerza en la boca y empieza a danzar. Ese dulce sonido llega con gran energía a la punta de la lengua y emprende su danza.
Estoy en un océano de néctar. La totalidad de mi existencia transcurre dentro de un océano de líquido nectáreo. Estoy fuera de mí. No puedo comprender dónde me encuentro. ¿Dónde estoy? ¿Qué es esto? ¿Qué es lo que me rodea? Casi he enloquecido. ¿Soy un loco? ¿Dónde están mis experiencias previas, mi seriedad y mi solemnidad? ¿Dónde están? ¿Quién soy yo?
He sido totalmente transformado por algo foráneo. Soy un muñeco en las manos de una gran fuerza que es muy afectuosa conmigo. No puedo determinar cómo es posible que a causa de mi fe yo haya entrado en este vasto medio ambiente desconocido, nunca experimentado de antemano. Y al fin he averiguado que soy un cautivo. Todo mi ser, por dentro y por fuera, ha sido capturado por cierta dulce fuerza. No puedo evitar sucumbir a ese poder tan dulce. No puedo describir esto con precisión. Yo vine a refugiarme en Él y a aceptarlo como mi Guardián, y ahora en Sus manos se me trata de una forma tan despótica y despiadada. Aun así, siento que todo es muy placentero, más allá de mi experiencia. ¿Qué es esto?
Ya no puedo resistir más. Estoy capturado por entero. Que se cumpla mi destino. No puedo salir. Soy un cautivo en las manos de un dulce amigo; ya no tengo independencia. Lo único que puedo hacer es rendirme. Soy incapaz de describir mi verdadera posición. He descubierto que Él es un autócrata y hará cualquier cosa que desee. Como no puedo oponer ninguna resistencia, tengo que rendirme. Además cooperaré con cualquier cosa que le plazca, ¿qué más puedo hacer? Estoy desvalido.
Algunas veces percibo que la dulzura del Nombre está condensada como un capullo floreciente y arroyos muy maravillosos de dulce corriente fluyen de Él. El Santo Nombre contiene dentro de sí muchas clases distintas de corrientes nectáreas y está expresándose de diversas formas muy hermosas. Otras veces emana de Él un tipo de color y figura y luego desaparece.
Tantos aspectos atractivos son revelados, como si estuviesen ante mi visión interna, y Él me arrastra a la fuerza a los pies de ese altar para que me rinda. Él se muestra en Su forma más completa, en Vrindavana, en Su Vraja-lila con Radharani, y me transporta allí. Veo que estoy en medio de Sus peculiares, muy dulces y amorosos atavíos, y me dice: ¡Ves! Yo poseo tantas cosas maravillosas. Este es tu hogar. Yo no soy pura fantasía, sino realidad, realidad concreta. Como verás aquí el medio ambiente es muy dulce y favorable. Vas a vivir en este lugar.
Yo observo que Él está relacionándose con Sus asociados de diversas maneras, en distintos rasas. Además, me he dado cuenta que tengo otro cuerpo que ha surgido del anterior y que ese cuerpo tiene aquí un puesto permanente en Su servicio. En este lugar he hallado esa nueva vida. Por último, he visto que se han desvanecido todas las consideraciones de mi vida y experiencias previas. Y es cierto: aquí está la vida real. Esto es verdadero y aquello falso. Esa vida se ha desvanecido.
También me he dado cuenta que el cantar del Santo Nombre me da nuevos ánimos, nuevas perspectivas y nuevas esperanzas. El Nombre provee todo lo que necesitamos, cualesquiera que sean nuestros requerimientos internos. Si aceptamos el Nombre, todos nuestros anhelos internos se verán satisfechos, pues es eterno, es lo más puro de todas las cosas puras y está lleno de éxtasis. Me acabo de dar cuenta que he sido convertido por completo.
Ahora, mi más profundo anhelo es que cualquier cosa que esté en contra de ese dulce Nombre, desaparezca del universo por toda la eternidad. Si algo se opone a esa existencia melodiosa, que se desvanezca, y si es necesario ofreceré mi vida a fin de erradicarlo del mundo para siempre. Entonces los demás podrán disfrutar como mejor gusten. Nada debe obstaculizar esa realización de la vida. Nada lo supera. O sea, todo el mundo puede venir y si es necesario me sacrificaré para destruir cualquier oposición, para que así todos puedan disfrutar con tranquilidad, en paz y sin peligro alguno, esta existencia absoluta, dulce y bienaventurada.”
(Srila Bhaktivinoda Thakura -Saranagati-, adaptado por Srila B.R. Sridhara Maharaja)
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