Estas son las muy bella deidades de Sri Jaganatha, Sri Balarama y Srimati Subhadra Maharani, en su altar del templo de ISKCON-Miami, donde he atendido varias veces a las deidades, al quedarme allí antes varios días predicando en diferentes ocasiones, antes de volar a India. (Foto de Visuddha-sattva das)
Este es el bellos altar de mármol blanco del templo de Miami. (Foto de Visuddha-sattva das)
atra (comienza cinco antes). Hay cierta kábala trascendental en estos números (el 18 se cumple el 118 Vyasa-puja de Su Divina Gracia). El 11 de Agosto se celebra la partida de Prabhupada a Occidente a bordo del Jaladuta. A partir del 18 de Agosto el Sol entra en el signo de Leo (simha-sakranti) y el 20 es Ekadasi. Estas fechas corresponden al calendario calculado para Caracas, Venezuela, que son diferentes de India y otras latitudes.
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La murti de Srila Prabhupada en su Samadhi-Mandir bellamente decorado, el 8 Enero de 2013. (Foto de Visuddha-sattva das)
Los brahmacharis Krishna y Balarama son instruidos en el Vrindavana gurukula de su maestro espiritual, Sandipani Muni. Aunque Krishna es adi-guru, acepta un maestro para establecer el ejemplo del Vaisnava-siddhanta parampara. Sri Gauranga Mahaprabhu también aceptó a Isvara Pur como su guru.
De la tesis que escribí como guía de apoyo para el curso "El maestro espiritual y el discípulo", que actualmente estoy dictando en el templo de ISKCON-Caracas, extraigo el siguiente fragmento:
"El significado del parampara y el rol del guru
El medio por el cual discípulo (sisya) se conecta con el guru es a través del sistema parampara, la cadena de sucesión discipular a través de la cual se transmite el conocimiento védico revelado (sruti) de la conciencia de Krishna. Este proceso del descenso del conocimiento trascendental se describe en el Bhagavad-gita (4.1-2). El Señor Krishna declara que esta imperecedera ciencia del yoga se la enseñó a Vivasvan, el dios del Sol, y Vivasvan se la enseñó a Manu, el padre de la humanidad, y Manu a su vez se la enseñó a Isvaku, recibiéndose así esta ciencia suprema a través de la cadena de sucesión discipular (parampara). Así fue trasmitida esta ciencia imperecedera hasta el presente.
En el sistema parampara el maestro espiritual original (adi-guru) es Dios mismo, el Señor Krishna. El imparte conocimiento perfecto, es cual es trasmitido de maestro a discípulo, siendo los eslabones de esa cadena de sucesión discipular la esencia del sistema parampara. Cuando existe la persona idónea y el receptor adecuado se trasmite el conocimiento védico revelado de maestro a discípulo. Es como un fruto maduro que es bajado del árbol y entregado de persona a persona. Este proceso descendente se llama avarodha-pantha.
En la cadena del parampara cada guru o maestro espiritual tiene el deber de trasmitir el conocimiento de la conciencia de Krishna (krishna-tattva) tal como es, sin ninguna adulteración. El no añade ni sustrae nada, ni cambia nada. Es como un cartero que entrega el mensaje trascendental de manera fidedigna, como fiel emisario y representante de los acharyas o maestros espirituales anteriores, El guru trasmite simplemente el mensaje trascendental tal como es, así como un cartero entrega una carta con su contenido totalmente intacto.
De acuerdo a las Escrituras védicas, cuando a alguien se interesa realmente en comprender la meta de la vida y autorrealizarse, debe acercarse a un maestro espiritual. La guía de un alma situada en el plano trascendental (Brahma-nistam) no es opcional sino esencial. El método esta descrito por Krishna mismo en el Bhagavad-gita (4.34): “Tan sólo trata de aprender la verdad acudiendo a un maestro espiritual. Hazle preguntas de un modo sumiso y préstale servicio. Las almas autorrealizadas pueden impartirte conocimiento, porque han visto la verdad”.
Para que el proceso de adquirir conocimiento y liberarse de la ignorancia sea efectivo, el discípulo debe acercarse y entregarse (paripratena) al maestro espiritual. Debe inquirir del guru sumisamente (pariprasnena) y prestarse servicio (sevaya). Hacer solo preguntas no es suficiente. Uno debe rendirse ante el maestro espiritual aceptándolo como representante de la Suprema Personalidad de Dios y la manifestación de Sri Nityananda-Balarama.
El guru no es Dios y quien proclame ser Dios debe ser rechazado como falso. Pero el guru es honrado como Dios mismo porque lo sirve íntimamente a través de la cadena de sucesión discipular. Más precisamente, el maestro espiritual genuino es el sirviente del sirviente del sirviente de Dios (dasanudasa). Ese es el proceso de la trasmisión del conocimiento védico revelado (sruti) y el secreto del sistema parampara: para ser un guru auténtico uno debe ser un sirviente genuino.
Por lo tanto, el estudiante se rinde al maestro espiritual como un discípulo sincero y lo sirve, y el guru responde a sus preguntas iluminándolo con el conocimiento trascendental. El maestro espiritual es vidente de la verdad (tattva-darsibhih) y nos conecta con Krishna mediante el vínculo del conocimiento, sambhanda-jñana. Bajo la orientación o guía divina de Sri Gurudeva el alma condicionada puede recibir iluminación espiritual y ser liberada, yendo de vuelta al Supremo.
Ese es el rol fundamental del maestro espiritual, el cual puede ser de varias clases y manifestarse de diversas maneras. Para el discípulo sincero que tiene plena fe en Krishna y en el guru, le son realmente reveladas todas las verdades de la realización espiritual. El conocimiento védico (viddhi) se trasmite por tres fuentes fundamentales, conformando un triple factor de mutuo cotejo: guru-sastras-sadhu —el maestro espiritual, las Escrituras reveladas y los sadhus o personas santas, quienes son el ejemplo viviente de las instrucciones de las escrituras y trasmiten la verdad absoluta revelada (sruti).
El guru apoya sus afirmaciones en las sastras y los sadhus confirman lo que estas declaran y las instrucciones de los gurus, de acuerdo a las conclusiones védicas (siddhanta), formando así una unidad trascendental y una triple confirmación.
En resumen, el parampara es el descenso de la verdad revelada que se trasmite a través de un proceso particular por medio de las instrucciones (siksya) de los genuinos representantes del Señor Supremo, el maestro espiritual original, quien impartió el conocimiento en el corazón de Brahma. Brahma se lo instruyó a Narada muni y este a Vyasadeva, quien compiló los Vedas y fluyó el proceso descendente hasta Isvara Puri, Sri Chaitanya Mahaprabhu y nuestros días. Por eso el sistema de parampara suele llamarse la Brahma-Madhva-Gaudiya Vaisnava sampradaya, donde han existido muchos gurus y acharyas.
En esta cadena de transmisión ininterrumpida del conocimiento védico trascendental (sruti), es fundamental el papel del siksa-guru. No obstante, no podemos pensar que el concepto teológico de guru es algo vacío, ni tampoco que el maestro espiritual es un muñeco o una figura inerte que deba acoplarse a nuestros caprichos o contaminadas concepciones mundanas, sea cuales fueren. Aunque un discípulo debe tener un solo guru iniciador (diksa-guru), puede recibir instrucciones de diferentes gurus (siksa-gurus)."
El tema del siksa-guru y los diferentes tipos de gurus lo he analizado en la mencionada tesis, donde he extraído este fragmento como leyenda pertinente de este bella imagen.
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